Relatos Eróticos Zoofilia
MI REENCUENTRO CON TATO | Relatos Eróticos de Zoofilia
Publicado por CAMILA el 05/06/2014
Hola amigos, soy Camila de nuevo. Hace mucho que no escribo por falta de tiempo, pero mis sesiones de sexo no pararon.
Como les conté en uno de mis últimos relatos, estaba a punto de recibirme, y ya lo hice por lo que ahora les cuento mi semana de festejos por este logro.
La tensión por rendir mi última materia hizo que dejara por 5 semanas mis encuentros con mi perro Tato. Y con mis amantes veteranos que me rompían el orto tuve mi último encuentro con Esteban y su amigo antes de rendir mi penúltima materia. Prácticamente no disfruté las vacaciones por estudiar.
Rendí un día jueves por la noche, y desde entonces hasta el día Domingo fueron festejos con mis amigos, compañeros y familia.
El lunes por la mañana regresé a mi casa en la ciudad para comenzar con los trámites administrativos, pero principalmente para reencontrarme con Tato después de tanto tiempo sin amarnos.
Él estaba triste, decaído, yo sabia que era por la falta de atención que tuve este tiempo por lo que en cuanto llegue lo primero que hice fue que nos duchemos juntos. Jugamos un buen rato por lo que cambió totalmente su humor, luego nos dirigimos a mi cuarto y le indique que subiera a mi cama. Lo encontré muy hermoso, con su pelaje brilloso, un rico aroma y lo mas hermoso es que no se olvido de nada y sabia lo que sucedería por lo que ya asomaba su pene por la funda. Me recosté a su lado con mi cabeza hacia su miembro, lo acariciaba mientras el se terminaba de lamer el resto de pasta dental que quedó en su boca. Sin vueltas comencé a darle pequeños besos y lengüeteadas a su pene, y cuando tomo una dureza suficiente como para no lastimarlo me lo introduje en la boca. Suavemente me fui comiendo su pene y me fui colocando sobre él para que me pasara su lengua por mis cuevas, cosa que no demoró en hacer. Sentía el olor que emanaba su hembra y se tomaba mis jugos. Pasó tanto tiempo y era tanta la excitación que tenia que en cuanto introdujo un poco su lengua en mi vagina me hizo acabar provocando que se la chupara con mas intensidad hasta que le devolví el favor llenando mi boca con su leche. Le limpié bien su tranca con unas buenas chupadas para que no se le ocurra descansar.
Estaba muy mojada por lo que de inmediato me puse a 4 patas y lo llame, en un instante estuve encima de mí intentando introducir su miembro. Estaba acelerado y lo entiendo, hacia mucho que no me poseía, con mi mano guié su miembro el cual entro de forma violenta a mi concha dándome destellos de placer. Sentía como crecía su miembro mas y mas dentro mío, me sacudía toda con la energía que tenía, luego comenzó a presionar su bulbo para entrar, cosa que no tardo mucho, yo estaba súper mojada y esperaba este momento. Cuando sentí que entro todo fue un sensación tan especial que me hizo acabar al instante e intentaba ajustar su tranca con mi vagina y creo que eso lo termino de estimular para venirse dentro mío. Ya estaba bastante acostumbrado a no bajar de inmediato por lo que nos quedamos así un buen rato hasta que sentí que disminuía la presión sobre mi vagina, el giro y nos desacoplamos.
Me recosté un momento junto a él, aún no estaba satisfecha, a mi me faltaba una cosa: que me cogiera el culo y me decidí a que me introduzca su bola por el culo.
Me incorporé dirigiéndome a la cocina y prepare mi equipo de enema (siempre lo tengo para mantener mi culo limpio para mis cogidas). Tomé un trago de vaselina y al rato me fui al baño con la enema, en 30 minutos tenia mi culo listo para la acción.
Tato se quedo en la habitación en todo momento así que me acerqué y busqué la pija, comenzando a estimularlo mientras sacaba un juguetito de mi mesa junto a la vaselina para introducirlo e ir dilatando mi esfínter para la entrada de tato, ya que su pija era inmensa y su bola ni que hablar.
Se la mamé con tanto gusto que en un rato estuvo en forma nuevamente, busque mi vanqueta y me puse en la posición de misionero ayudandome con la cama, ya tenia mi orto listos, me introduje 3 tamaños de consoladores y un monton de vaselina en el trasero. No hizo falta llamar a Tato ya que solo se ubico entre mis piernas, yo en esa posición me deje el juguete mas grande en el trasero mientras el lamia mi concha. No aguantaba mas así que quite el consolador y lo invite a montarme.
En la primera estocada me metio su miembro en el trasero, se movia bien, suave al principio hasta que comenzó a aumentar su ritmo, y el tamaño de su verga tambien. sentía como se habrian mis paredes, estaba como loca, comencé a moverme yo tambien en sentido contrario para que me entrara mas su verga y mas duro tambien.
Al poco tiempo comenzó a introducir su bola. Me dolió un poco, no mucho, pero el placer es indescriptible, costo entrar pero me hizo acabar nuevamente en ese instante quedando exausta. Afloje todo mi cuerpo mientras él me seguía dando duro, note que demoró mas de lo habitual en terminar pero me quemo las tripas cuando lo hizo. Se quedó quieto, estiré mi mano para tocar mi ano y note que su bola era tan grande que a pesar de haber entrado toda mi ano estaba muy agrandado. Aproveche mientras acariciaba a tato para que se quedara quieto de tomar el pote de vaselina y colocar un poco mas sobre mi agujero agrandado.
Se notó que tato tambien se cansó por lo giro para bajarse, busque para sostenerme de algo y no encontre... pero la vaselina funciono muy bien dejando salir esa terrible bola sin inconvenientes.
con mis brazos me ayude para subir a mi cama ya que mis piernas no respondian, me coloque boca abajo y me dormí al instante. Repetimos todos los dias de esa semana nuestros encuentros para recuperar el tiempo perdido y poder saciarnos ambos. fué una experiencia hermosa, de esas que te dejan con ganas de ir por mas. Despues les cuento los resultados.