Relatos porno de Filial
Relatos eróticos de Filial
Mi dulce tia
Estaba feliz con la beca que la universidad me habĂa conseguido en la Argentina. Además de poder conocer el gran paĂs del sur por primera vez, tenĂa la oportunidad de realizar una pasantĂa sobre medicina clĂnica en un conocido hospital. Alistadas mis pocas valijas, ropa y textos de estudiante, lleguĂ© a instalarme en la casa de una hermana de papá - la tĂa Clotilde - que vivĂa en el barrio de Caseros, en la provincia de Buenos Aires. ...
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Filmando a escondidas
Todo comenzĂł cuando mi padre nos regalĂł a mĂ y a mi hermana, una cámara filmadora. Era muy moderna, pequeña y con control remoto. De inmediato se me vino a la mente utilizarla para hacer algunas travesuras con ella, como grabar a la criada o algo asĂ.
Sin embargo, en el baño no habĂa ningĂşn lugar donde esconderla, a si que mis planes fueron frustrados.
En ese tiempo yo tenĂa 16 años y pasaba todo el dĂa pensando en sexo.
Mi ...
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Mi tia, una fantasia
Para comenzar con esta pequeña historia es bueno comentar que no soy un super hombre, ni que la tengo gigante, que soy super atlĂ©tico, musculoso y fibroso, soy un hombre normal que trabajar y regularmente practica algĂşn deporte. Mi tĂa la otra protagonista de esta historia es una mujer de 53 años, flaca, bastante linda de cara pero que tiene un no se que, que a mi me vuelve loco. Y tambiĂ©n debo aclarar que esta historia no será como ...
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Una tia de pelicula
Cuando escuchĂ© que esa noche llegaban mis tĂos, me emocionĂ©. VerĂa a mi tĂa. Ella era una mujer absolutamente madura, de 48 años, muy bien conservados, y se notaba que lo pasaba muy bien con mi tĂo, el hermano de mi mamá. Es más, siempre en las conversaciones que escuchaba de mis padres, ellos comentaban que bien se veĂa mi tĂa, y que se notaba que su marido la mantenĂa bien. Mis padres se reĂan, dando a entender en su doble ...
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Jugando con mi prima
Yo no sĂ© cuando empezĂł ese cosquilleo en mi pene, pero yo lo sentĂa cada vez que veĂa a mi prima Magdalena. Trataba de estar con ella siempre que podĂa, me imaginaba lo hermoso que serĂa besarla, abrazarla y acariciarla. Mi prima Magdalena era y es una hermosa joven; rubia, cabellera debajo de los hombros, vivaracha y alegre, alta, bustos grandes, acinturadita y con unas nalgas bien paraditas, preciosa de arriba abajo, como una potranquita ...
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