Relatos Eróticos Sexo con maduras
EN EL CHAT DE VALENCIA | Relatos Eróticos de Sexo con maduras
Publicado por Anónimo el 28/01/2007
Un buen día por la tarde me conecté como hago asiduamente a al chat de valencia y me puse a chatear con mujeres de valencia. A mi personalmente me gustan maduras siempre me han excitado desde que vi a mi vecina desnuda por la ventana, hasta entonces era la típica fantasía que nunca había satisfecho como a muchos les ocurre, pero esta tarde iba a ser especial, entré en el chat y me puse ha hablar con una mujer cuyo nick no voy a decir por motivos obvios.
En un principio no iba en plan sexual ni salido como hacen muchos en el chat y hablando me explicó que era casada y nunca se lo había montado con un jovencito y nadie más que no fuera su marido. La conversación fue derivando hacia derroteros bastante más eróticos hasta que al final le propuse quedar para tener mi primera experiencia con mujeres maduras. Cuando digo madura no significa vieja, esta mujer, cuyo nombre era Maria, tenia 45 años y ni siquiera sabia como era. Quedamos en una plaza conocida de Valencia Capital y nos fuimos en su coche. Allí hablamos de todo pero el único inconveniente que veía era el sitio. Yo le confesé acto seguido que me gustaría pegar un polvo campestre en medio de alguna zona con vegetación, a lo cual ella replicó que podríamos ir al saler y dicho y hecho fuimos al saler.
El Saler es una zona boscosa cerca de la mar y muy cerca también de Valencia Capital aparcamos el coche cerca de una laguna artificial que allí está y bajamos del coche Ella era pelirroja con un buen culo y bastante pecho, delgada, ojos castaños, piel morena, avanzaba frente a mi por los caminos marcados de los visitantes que los domingos se reunían allí. Llegamos a una espesura de vegetación no obstante en medio había como un pequeño circulo sin ella. Entonces sin más dilación se paró y se acercó a mí y dijo ella.
- Te gusta ese sitio para pegar el mejor polvo de tu vida. - Yo asentí con la cabeza, la verdad es que aquel sitio era discreto y como era martes no había nadie por la zona.
Aquella hembra se quitó el suéter rojo que tenia dejando al descubierto un sostén violeta y que acto seguido también se quitó dejando aquellos pechos al descubierto con aquellos pezones rosados llenos de deseo, pechos firmes y duros como rocas milenarias que despuntan en los montes. Me desabrochó la camiseta y sentí su piel recorrer mi pecho, sin mediar palabra me desbrochó el cinturón y me bajó los pantalones y los calzoncillos dejando mi pene al descubierto, acercó su boca caliente y con ansias de placer hacia mi sexo y empezó a chupar y lamer. Mi miembro viril no tardó mucho en ponerse en erección duro y firme como un témpano mientras ella recorría con su lengua mis testículos que estaban repletos y ansiosos de dar todo de lo que ellos sale.
Mi mano empezó a frotar debajo de su falda descubriendo que debajo de ella no llevaba nada, acto seguido le introduje los dedos hasta el fondo masturbándola con todo ardor, notando lo caliente que aquella raja estaba, y palpando los flujos calientes que emanaba le dije. - Túmbate y ábrete de piernas - ella sin hacer preguntas lo hizo yo incliné mi boca sobre aquella raja de gruesos labios, mi lengua empezó a rozar su clítoris y ella con sus manos me apretó la cabeza contra su entre pierna cerrando los ojos de placer, yo mientras tanto chupaba y lamía con extrema dulzura su sexo mientras los flujos que de ella salían se introducían en mi boca, con ese sabor y olor a hembra española.
De repente se me dijo.
- Quiero ver tu polla como entra en mi coño - No tengo preservativo - Tranquilo no estoy enferma, es mi primera relación extramatrimonial, además me gusta que se corran bien adentro y sentir el esperma caliente en mis entrañas. Cogí mi polla más dura y empalmada que un cirio y se la introduje sin más todo lo fuerte que pude. Ella dio un gemido de placer, mientras yo me dedicaba a bombear dentro de aquel útero caliente y chorreante.
Cambiamos de posiciones veces, me dijo que le diera por el culo mi polla se hundió en aquella cavidad estrecha volviendo al rato otra vez dentro de su coño hasta que sentí que me iba a correr, Ella debió de notarlo y cogiendome las nalgas apretó hacia dentro impidiendo que me saliera de ella, no pudiendo yo contenerme me corrí dentro de ella a la vez que lo hacia ella también.
Cuando saqué mi miembro de aquella vagina húmeda me miró a lo ojos y dijo.
-Quieres ver algo increíble.
- ¿Qué? Ella sonrió y se agachó como si fuera a orinar y vi con mis ojos como el esperma eyaculado dentro de ella salía por aquel agujero.
Nos vestimos y nos fuimos, ya en el coche me confeso que esta era su primera experiencia y que posiblemente como estaba casada no volveríamos a vernos.
Actualmente sigo llamándola y hablamos, quien sabe si habrá una segunda parte con ella o con otra mujer madura dispuesta a ser follada.