Relatos Eróticos Primera Vez
Una noche fuera de casa | Relatos Eróticos de Primera Vez
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Habia esperado tanto ese día, y al fin estaba ahí, el y yo solos, después de haber esperado tanto tiempo, el sólo recordar hace que me moje de nuevo... Conocí a un amigo en una fiesta de Diciembre, nos dejamos nuestros correos y teléfonos y seguíamos en contacto casi siempre. Ambos vivimos en ciudades diferentes, en una ocasión, tuve que salir de viaje justo a la ciudad de donde es él, entre charla y charla, cada vez teníamos charlas más cachondas.
Transcurrió el tiempo, llego el día del viaje, iba con mis compañeros de escuela, y él sabia que estaría ahí, nos pusimos de acuerdo, y paso por mi al hotel. Me invito a cenar, luego a un mirador algo solitario, tomamos un poco de brandy y de pronto ya estaba yo besándolo. Empezó a acariciarme por debajo de mi ropa, me acariciaba mis senos, pasaba sus manos por mi conchita, que ya empezaba a palpitar, era la primera vez que alguien me tocaba asi, yo instintivamente empecé a acariciarlo tambien, note como su pene empezaba a ponerse duro, entonces, le dije; que no, ahí no lo haría. Me llevo a un hotel y en cuanto llegamos me acosté en la cama, el me siguió y comenzamos a besarnos. Sentía que me quería tragar, empezó a acariciarme de nuevo, esta vez, empezó a quitarme la ropa, yo inexperta deje que él me desnudara por completo.
Luego le ayude a quitarse su cinturón y roce con su pene ya erecto, lo agarré con mi mano y lo empecé a acariciar. Mientras el seguia mordiéndome los senos, chupándolos, agarrándome por todos lados, yo ya estaba mojada. Empezó a bajar hacia mi conchita y empezó a chuparla, lamerla, fue una sensación excitante, creo que ahí tuve mi primer orgasmo, yo me retorcía de placer, apretaba su lengua con mi clítoris, me arqueaba, él notaba que ya estaba lista, entonces se dispuso a penetrarme, me puso su pene, de manera que rozara con mi vagina y yo sentía morir. Abrí mis piernas un poco más para que pudiera penetrarme, lo ansiaba tanto, empezó a penetrarme poco a poco, al sentir su pene dentro de mi, sentí un pequeño dolor y retiro su pene, delicadamente, pero acto seguido penetro con mas fuerza de un solo golpe.
Sentí dolor al principio, pero después empecé a experimentar un placer infinito, entraba y salía de mí rápidamente, yo le decía; no pares, no pares. Gemía, me movía, apretaba su pene lo más que podía, hasta que sentí venirme, fue entonces cuando el se sentó del otro lado de la cama, me miro y yo me abalance hacia el, comencé a mamarle su pene como desquiciada, tanto que volvió a ponerse erecto, lo apretaba con mis labios, lo chupada, entraba y salía de mi boca, lo oía gemir, su olor me agradaba. Fue entonces que asi sentado como estaba, me agarro y sentó encima de él. ¡¡Dios!! era la expericiencia más maravillosa que habia vivido, me penetro de nuevo y yo no asi mas que moverme y apretar con mis rodillas para sentirlo más dentro de mí, no me puedo quejar, era todo un experto.
Sin ni siquiera haber terminado me volteo y me puso en cuatro patas, yo accedí, y empezó a lamerme mi culo, sentía la gloria, me lengüeteaba y yo sentía morir. Empezó a meterme un dedo, me preparaba para el gran recibimiento, al sentir que lo apretaba, lo sacaba y me metió dos, yo los recibí sin dolor, asi estuvo un tiempo, hasta que yo estaba completamente lubricada, entonces fue cuando sentí la punta de su pene, lo sentía entrar, apenas me metió la punta y grite de dolor, la volvió a sacar y siguió besándome el culo, después de un rato volvió a meter la punta, esta vez el dolor fue menos, fue metiendo poco a poco su pene y yo sentía que me iba a partir en dos. De repente se dejo ir con todo, grite de dolor, pero poco a poco sentí placer, empezó con embestidas enormes, sentía que no iba a soportar, pero apretaba fuerte su pene, sentía como sus huevos chocaban con mis nalgas y empecé a moverme, el seguia con su ritmo y yo lo seguia a él.
Terminando, dejo su pene dentro de mi y se recostó en mi espalda, yo aun de cuatro patas, sentí delicioso, poco a poco saco de mi su pene y me recostó boca abajo. Empezó a besarme y yo seguia acariciando su pene flácido tras su gran faena, poco tiempo paso para que estuviera otra vez erecto y me penetrara de nuevo, abrió mis piernas se arrodillo y me jalo de los tobillos. Tenia yo mis pies sobre sus hombros, empezó a penetrarme y jalarme con fuerza, yo me mecía y me movía para darle placer.
Era mi primera vez y fue maravilloso, estuvimos toda la noche cogiéndonos como locos, me enseño muchas posiciones, acabe hasta rosada después de tanto tener su pene en mi, pero lo exprimí, gocé como siempre lo habia soñado, ahora sigo en espera del siguiente, no he tenido otra relación asi, ha sido la única y la que viene espero que sea mejor