Relatos Eróticos Primera Vez
El momento más esperado | Relatos Eróticos de Primera Vez
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Desde que ingresé a la universidad aparte de estudiar, dedicaba mi tiempo a él, Guillermo no sabía que era lo que me pasaba pero la verdad era que me habia enamorado de él. Todos los días llegaba a las 6:00 de la mañana a la universidad pues tenía que estudiar desde muy temprano, además que el tenía clase a esas horas y yo no tenía inconveniente en verlo.
Durante mucho tiempo mi insatisfacción de amor la consolaba todas las noches en mi cuarto mientras me autosatisfacía pensando en el, pero lamentablemente el ya tenía novia y se notaba que la quería mucho. En verdad muchas noches fantasee como el me hacía el amor, de mil maneras y como nos desbordaba la pasión y el sexo durante toda la noche. Cabe anotar que no había tenido ningún contacto sexual con nadie en mi vida, pero sentía que lo deseaba como a nadie más, era perfecto y en el amor hay cabida para la pasión y el sexo. No me atrevía siquiera a hablarle era un hombre prácticamente inalcanzable para mí, pero en verdad que estaba muy equivocada, por lo que pasaría ese Sábado en la universidad.
Estudiaba para un parcial, ese día con mis amigas, no había nadie en la universidad prácticamente sola, nos fuimos a la escuela para que nadie nos molestara, y pudiésemos estudiar. Pero ese día el estaba ahí no se que hacía, si estudiaba, pero estaba sólo, espectacular como siempre, era el hombre perfecto, para todo, sutilmente como si nada me las ingenie para saber que hacía allí, y recordé que había seminarios a esas horas y preciso ese día, resignada a que estaba con su noviecita dedique el día a estudiar como loca para disimular mis celos, pero nos cogió la noche, eran casi las diez y decidí irme a casa. Como vivo retirada de la Universidad, me dispuse a esperar un taxi, pero para mi mala suerte no pasaba ningún, pero de repente pasó un auto frente a mí, paró y al bajar la ventana noté que era él, Guillermo y no iba con su novia, claro, me dijo que si me daba un aventon, pues el me conocía aunque fuera de lejos, yo encanta acepté.
De repente el recordó olvidar unos papeles en la universidad de suma importancia así que nos volvimos y yo lo esperé en el sofá cerca a la entrada de la oficina de un profesor del cual me enteraba en ese momento que Guille era su hijo, su padre dijo que tenía que salir rápido y le dejo las llaves para que cerrara su oficina, Guille me invitó a pasar y de repente, me senté en el sillón, y lo espere, cuando el se me acerco me miro a los ojos y me dijo que quería hacer el amor conmigo, que no sabía si me amaba pero que me deseaba, desde siempre.
Imagínate te ponen en esas palabras. Yo también lo deseaba, pero tenía miedo, que se perdió cuando el se abalanzó y me besó en la boca, en el cuello y luego en los pechos. Vaya si fue raro, pero tan excitante como lo había soñado tantas veces, se quitó su camisa y me quitó la mía, desabrocho mi sostén y beso la punta de mis pechos, cogió mis manos y las coloco en su cuello, luego el dirigió las suyas a mi falda y la bajo por completo, bajo mis bragas y me besó de pies a cabeza, yo no pude evitar hacer lo mismo, en la oficina de su padre, el como si nada se bajó los pantalones sus boxers y busco en su pantalón un condón como si todo lo hubiera planeado.
Se acercó a mí, tomó mis brazos y nos dejamos caer en el sillón, suavemente me cogió la espalda y me empezó a penetrar, tan suave pero tan sensualmente que me excite hasta el límite, cuando ya los inconvenientes de una primera relación desaparecieron, me sujetó fuerte y me dijo que me ayudaría a disfrutar de una verdadera relación, me tomó de la cintura y me llevó hasta la pared, me sujeto y me penetro sin compasión, no puedo describir como lo disfruté. Luego nos quedamos dormidos allí, de repente nos despertó el ruido del celador, eran como las tres de la mañana, y me miró a los ojos y dijo que aún no había terminado, me acaricio, me toco de pies a cabeza y luego me penetro por detrás, dejándome sin respiración, luego me volteó y me penetro por delante, pero de una manera más agresiva, me agarro de las manos las llevó a mi espalda y se preocupó solo por desbordar su pasión, me hizo dar vueltas y cuando estuve encima de él, me acarició los pechos, era interminable, al fin nos vestimos y salimos a hurtadillas de la Universidad, nos besamos y me dijo que nos veríamos después para repetirlo, fue increíble sin compromisos y con todo el placer de hacerle el amor al hombre que más me gusta.