Relatos Eróticos Orgias

Semana santa | Relatos Eróticos de Orgias

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Me llamo Cris tengo 24 años y voy a contar lo que me sucedió la pasada semana santa. Mi novio juega en un equipo de fútbol profesional, tenía que entrenar toda la semana y el sábado viajaba fuera para jugar el domingo. Mis padres tienen un apartamento en la playa a 40 Km de casa, se fueron el lunes y yo decidí ir el viernes para no aburrirme sola en la ciudad. Cuando llegué el día era soleado apetecía tumbarte a tomar el sol y a bañarte. Tenía nuevo bikini que me quedaba de escándalo, me lo puse y bajé a la playa donde encontré a mis padres. Después de saludarles, mi madre dijo que mi amiga Ana me esperaba en el bar de la playa.

Mi amiga Ana estaba sentada en una mesa del bar con tres chicos, al verme se levantó y nos dimos un emotivo saludo. Luego me presentó a sus amigos, tres chicos italianos que estaban muy buenos, no quitaba ojo contemplando sus torsos desnudos. Mientras tomamos unas cervezas me contaron que ellos estaban aquí practicando windsurf, sin duda esa linda musculatura y bronceada piel era por estar muchas horas en la playa. Me di cuenta de que mi amiga Ana mantenía una especial complicidad con dos de ellos, el otro parecía más interesado en hablar conmigo.

Necesitaba ir al baño y Ana vino conmigo, por el camino empezamos a hablar de lo bueno que estaban los chicos. Ana como la que necesitaba quitarse un peso me dijo que los había conocido anoche y que había follado sola con los tres en la playa. Sin poder ir a esas horas a ningún sitio ya que uno tenía novia y está en el hotel... Ana les había dicho que hoy me esperaba y que lo pasaríamos muy bien. Ana me contó al detalle lo rica que eran sus vergas y que bien la follaban. Le pedí que me dejara pensar un poco, tengo novio pero esa propuesta no quería dejarla pasar. No era nuestra primera orgía juntas y hacía más de un año que no follaba con Ana.

Decidimos llevarles a mi casa en la ciudad, el único lugar que teníamos. Hablamos con nuestros amantes y aceptaron... les dije a mis padres que regresaba a casa con Ana que preferíamos ir al cine y descansar en la ciudad. Fuí en mi coche a buscar a Ana y luego a ellos tres, Ana se sentó detrás en medio de Carlo y Marcos, a mi lado Fabio. Por el camino calentamos el ambiente, abriendo mis piernas dejando a Fabio meter sus dedos dentro de mi vagina, Ana en medio de Marcos y Carlo los besaba y se dejaba follar con los dedos, Carlo me sobaba los pechos sentado detrás, Ana tubo un par de orgasmos y yo estaba a punto menos mal que llegamos.

En el ascensor ya no podía aguantar más besándome con Marcos y Fabio metiendo mis manos a sobar sus paquetes disfrutando de sus caricias. Paramos para abrir mi casa sentía la humedad de los flujos que mojaron el tanga del bikini. Cerré la puerta y tenía a Carlo pegado a mí sobando mis pechos, me dijo: “Quiero ver y comerte esas tetas”, quitándome la camiseta y apartando un poco el sujetador del bikini con su lengua se entrego a lamer mis pezones. Fabio se acercó compartiendo mi lengua con él y pasándola por mi cuello bajo a lamer con Carlo mis pechos.

Entrega al placer de ellos dos el primer orgasmo llegó y luego otro más seguido, estaba desnuda con sus dedos dentro de mí sin darme cuenta en pocos minutos. Recobrando el sentido dí unos pasos para llegar hasta uno de los sillones del salón, intentado desnudar a mis amantes. Me senté en el sillón logrando caer sus pantalones agarrando las dos pollas con las manos. Contemplando unos segundos sus hermosas pollas sus testículos me entregué lasciva a lamer a besar y a chupar las vergas, sin parar un momento gozando al pasarlas por mi cara siento su calor entre los pechos pegadas a mí.

Cerca de nosotros en el suelo Ana estaba a gatas siendo follada por Marcos la miré y ella capto mis deseos de que se uniera a mí. Me levanté frotando las pollas en cada una de mis manos, le di la espalda a Fabio me arrodille quedándome a gatas llegando al lado de Ana con la polla de Carlo en mi mano. Ana y yo nos besamos con la polla de Carlo entre nuestros labios, Fabio atendió mis deseos de que me penetrara. Su polla entró toda con dos envestidas teniendo otro orgasmo sus movimientos se aceleraron. A nosotras la polla de Carlo era un colchón para evitar golpear nuestras caras por la intensidad de las penetraciones. Carlo no pudo más y su semen salpicó nuestras caras, sentí como el semen de Fabio calentaba mi vagina y Marco al mismo tiempo sobre la espalda de Ana hacía lo mismo.

Ana y yo lamimos la polla Carlo compartiendo en nuestra boca su semen

 

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