Relatos Eróticos Orgias

Que culo, pero que culo | Relatos Eróticos de Orgias

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Cierto día fui a cenar con mi esposo a un restaurante muy pequeño pero el ambiente era muy acogedor los meseros eran tres hombres jóvenes, Grandes y corpulentos uno de ellos era de piel morena; Cuando llegamos uno de ellos se acerco a nosotros y nos pregunto si queríamos un sitio especial, mi esposo le dijo que si que prefería un sitio bien discreto, el mesero nos llevo donde mi esposo quería, era casi alejado del resto de las demás personas nos sentamos y el mesero se quedo observándome pues llevaba puesta una blusa blanca trasparente que dejaba ver mi brasier y este a su vez se podían ver mis grandes senos y un pantalón blanco, ajustado a mi cuerpo, dibujando mis nalgas grandes, redondas y apretadas y la diminuta tanga que llevaba no se notaba, me llamo mucho la atención como me miraba y yo correspondí a sus miradas insinuantes lo mire de arriba a bajo y detuve mi mirada en su grande verga que se podía ver a través del pantalón, Cuando el mesero se retiro, mi esposo me dijo que si me gustaba él mesero yo un poco sorprendida apenas lo mire, él me tomo de la mano y me dijo por eso escogí este sitio por que quiero que esta noche nos divirtamos diferente yo entendí sus palabras y le respondí con un beso en la boca, cuando llego el mesero con la sena mi esposo me dijo quieres divertirte con él, el mesero nos miro un poco sorprendido yo le conteste que si, entonces me pare y empecé a acariciar su pecho y el me acariciaba por todas partes yo empecé a besarlo por todo su cuerpo bajando el cierre de su pantalón y con mi mano busque su verga y la saque cuando la cogí para metermela a la boca quede sorprendida de ver su enorme tamaño con más ganas la empecé a chupar, él con voz jadeante me decía que lo siguiera mamando, ah esta puta mama de maravilla, estas palabras atrajo a los otros dos meseros y se pararon a mí alrededor junto con mi esposo todos tenian sus enormes y gorda vergas en sus manos haciéndose la paja yo seguía chupando la verga del mesero, la lamía con mi lengua mientras acariciaba sus gordas guevas, mi esposo decía que me quitara el pantalón, para iniciar la fiesta, yo empecé a quitármelo y cuando el negro vio mis enormes nalgas se acerco a mi, yo me subí a la mesa y acariciaba las vergas de los otros meseros, el mesero negro acariciaba mis nalgas y observaba como movía mi culo insinuándole y con la otra mano acariciaba su verga de pronto sentí su enorme polla sobandome el culo, esto a mí me pone fuera de control y empecé a mamarla verga de mi esposo, el tercer mesero mientras se pajeaba me acariciaba la cuca con sus dedos, estábamos en esto cuando sentí que me rompieron el culo era el negro que había introducido su gorda verga de un solo empujón dentro de mi culo, el negro me cogió de las caderas y con movimientos ligeros sacaba y metía su verga, yo gritaba de dolor y placer pero seguía chupando la verga de mi esposo mientras los otros dos meseros acariciaban sus vergas y le preguntaban al negro que como tenia yo el culo, el negro les decía es el culo más profundo y apretado que me he comido esta delicioso, ellos decían que querían metermela también pero el negro estaba tan arrecho con Mi culo que no quería soltarme, yo le dije a uno de los meseros que se acostara en el suelo yo me subí en el y me metí su verga en mi cuca era tan rica esa verga que no quería sacarme y quería tragármela toda, le hice señas al otro mesero que me cogiera por el culo con mis manos abrí mis nalgas para que el me metiera su verga en mi culo yo le dije que me diera a si como me había hecho el negro que me había encantado, el mesero lo introdujo poco a poco y me decía te lo meto despacio perra para que podas saborear mejor me verga y en efecto me encanto como empezó a meter primero su verga yo le decía: metemela más que esta verga esta deliciosa, le hice señas a mi esposo que se para de espaldas a mi para chuparle la verga, pero vi su culo tan provocativo y sentía mi culo tan arrecho que quería que él sintiera lo que yo estaba sintiendo, entonces le abrí las nalgas y se lo lamía con tantas ganas como me estaban comiendo esto me excito mas y lamía su culo y lamía las guevas mientras con mis manos acariciaba su verga, mi esposo quedo encantado dela forma como le lamía el culo y me decía perra sabes usar la lengua igual que tu culo, el negro que todavía estaba arrecho le dijo al compañero que me estaba dando por el culo que mi culo estaba tan abierto que podía con las dos entonces el otro mesero saco su verga y los dos al tiempo metieron las puntas de sus vergas y poco a poco empezaron a meterla todas yo sentía que me iba a morir del dolor, pero el que me daba por la cuca empezó a moverse de tal forma que las dos vergas entraron suave, mi esposo al verme con dos vergas dentro del culo decía zorra esto era lo que querías, comerte tres vergas al tiempo yo le dije esta era la sena que yo quería comerme estas cuatro vergas descomunales, quería comerme estos machos al tiempo, que delicia denme más que esto esta delicioso, todos estábamos tan excitándoos que los cuatro hombres llegaron al tiempo el negro dejo su leche dentro de mi culo el otro mesero se derramo encima de mis nalgas, mi esposo baño mi cara con su semen, cuando terminaron unos de los meseros trajo una botella de vino y dijo a hora vamos a celebrar esta maravillosa cena, el negro destapo la botella y todo se pararon a tras mío para disfrutar del brindis, introdujo la botella en mi culo, el cual estaba tan abierto y tan arrecho que casi me la trago toda al sacar la botella el vino se derramo por todo mi culo y cada uno tomo vino de mi culo con sus lenguas lamían mi culo yo chupaba mis tetas de la emoción que sentí al lamerme todos el culo esto fue maravilloso, uno de los meseros me pregunto que si quería seguir yo le conteste que no quería parar de culiar entonces me dijeron ven que te tenemos una sorpresa y me llevaron a la parte trasera del restaurante allí había un lindo caballo negro, y me preguntaron que si quería comerme la verga del caballo yo estaba tan arrecha que acepte, uno de ellos me paso una pequeña butaca, yo acariciaba el caballo el olía mi culo y mi cuca y como estaba llena de sexo esto excito al caballo, poco a poco empezó a crecer su miembro yo emocionada de ver semejante instrumento tan grande lo acariciaba y chupaba la punta y poco a poco me lo iba metiendo a la boca, mientras chupaba al caballo todos aprovechaban y sobaban sus vergas erectas en mi culo. Carla ya había introducido cuatro dedos en mi ano, y yo podía sentir cómo el aire exterior entraba por ahí, ella puso dos dedos de cada mano y comenzó a estirar hacia los costados como queriendo abrir más y más, ella me relataba lo grande que se me ponía mi culo y cómo iba a gozar cuando Relámpago me penetrara por ahí. Yo sentía mucho dolor en mi ano pero era soportable, además el masturbarme con la otra mano ayudaba a mantenerme caliente y querer más.
El negro metió sus dedos en mi culo y me dijo -Ya estás listas esto está bien abierto, ¡querés tocar!- Y sin que el retirara los dedos yo corrí mi mano de mi vajina hasta mi ano y pude sentir ese enorme agujero que era parte de mí, nunca creí que podía dilatarse tanto, junté mis dedos y comencé a meter mi mano dentro. Esa sensación era una mezcla de impresión y calentura. Entonces sin moverme de esa posición y sin sacarme la mano de adentro para impedir que mi ano se contraiga, el negro estiro la mano ubico justo encima su enorme verga que golpeteaba mi espalda, me dijo que retirara mi mano y abriera mis gordas nalgas con las dos manos. Dejando caer mi cabeza al piso, y subiendo aún más mi culo junté coraje pensando en lo que se avecinaba, con mis manos tomé mis nalgas y comencé a tirar hacia los costados bien fuerte, dejando bien expuesto mi súper ano dilatado. El negro tomó el miembro del caballo con sus manos y empezó con la dura tarea de penetrarlo en mi ano. Sin mucho trabajo colocó la punta en mi agujerito pero luego comenzó a empujar para que entrase.
Qué dolor, nunca había sentido un dolor tan intenso, en ese momento me di cuenta que mi placer verdadero era el dolor y el sufrimiento, ya que entre más me dolía más disfrutaba. Cada milímetro que ingresaba en mí era como si me estuvieran partiendo a la mitad sentía cómo mi ano se rasgaba, cómo la sangre brotaba de él, le dije al negro: ¡¡ para cacorro hija de puta que me partis el culo, el negro se detuvo un segundo y continuo guiando ese gran vergazo lenta pero constante, no se detenía y yo no dejaba de abrir con mis manos bien fuerte mi ano porque sabía que si no lo hacía el dolor iba a ser mortal. El tiempo parecía eterno el caballo relinchaba arriba mío y mi ano se abría más y más, el negro me decía: perra tenes unas nalgas hermosas y un ano abierto. que arrecha que sos y me preguntaba cuánto gozaba. De repente se detuvo y me dijo - creo que es suficiente no te quiero lastimar, habrán entrado unos 30 cm dentro de ti, ahora es tu turno de moverte. Le pedí que me ayudase tomándome de mi cintura, comenzó a balancearme muy despacio para adelante y para atrás. Podía sentir cómo ese tremendo mástil entraba y salía dentro de mí y cada vez con menos dificultad.
El negro repetía- Esto es para filmarlo-. Realmente era un espectáculo único y arrecho. De repente en el medio de mi gozo escucho un fuerte y ensordecedor relincho del caballo y al instante sentí un escalofrió muy intenso que nacía de mi culo y se expandía por todo mi cuerpo, era que dentro de mí un mar de semen fluía sin parar invadiendo mis órganos, creía que de tanto semen me iba salir por la boca pero no fue así ya que fui despedida hacia fuera por toda la presión del chorro.
Caí al piso y el negro pegó un grito de mezcla de espanto y placer - Por dios cómo esta tu ano- grito. Yo no podía sentir nada por debajo de mi cintura. El dolor era tan grande que ya no lo sentía. Mientras tanto todos con sus vergas pajiandose observaban cómo el caballo seguía despidiendo chorros de semen sin parar de su gigantesca e inflamada pija dejando caer todo ese mar de semen en mi espalda, luego con toda confianza todos metieron su mano entera en mi ano y sacándola sin ninguna dificultad, trayendo con ella una gran muestra del semen del caballo para mostrarme a mí - Mira esto es lo que saqué dentro de tu culo, tu ano esta tan dilatado que podemos meter toda nuestras manos en tu culo. Todos en el limbo de la arrechera empezaron a venirse dirigiendo sus chorros a mi ano.
Yo me quedé un buen rato en el piso boca abajo relajándome y descansando tratando de que mi cuerpo volviera a la normalidad. Finalmente tendida en el piso en empezaron a miarse sobre mí, sintiendo sus chorros en mis nalgas, espalda y mi cara.

 

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