Relatos Eróticos Orgias
La culonia salvaje | Relatos Eróticos de Orgias
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Cierto día me encontraba algo aburrida en mi casa, ya que estoy acostumbrada a que todos los fines de semanas tengo programa con uno o varios chicos en la noche. Culeo hasta que mi culo, mi cuca y mi boca se sacian de vergas y hoy ninguno de mis amigos me había llamado.
Entonces decidí llamar a varios amigos pero ninguno me contestó, entonces me vestí de una forma que mi cuerpo provocara ganas de culiar a primera vista. Me coloqué una minifalda blanca súper pegada tan diminuta que se podía ver la punta de mis nalgas, llevaba puesta una mini tanga blanca que se podía ver a través de la falda. La blusa también era blanca trasparente anudada en mis senos dejando al descubierto todo mi estomago, los zapatos eran unas sandalias plateadas con un tacón puntilla súper altas.
Me pinté la cara muy provocativa y alboroté mi pelo; decidí salir a la calle caminando sensualmente para que se notara el movimiento de mis nalgas para ver qué programa conseguía.
De pronto se me acercó un hombre de color y me dijo: para dónde va semejante culo arrecho y se tocó por encima del pantalón su verga. Además me dijo que si tenía algún programa yo le contesté que no y si él tenía alguno me gustaría que me invitara. El hombre de color se sonrió y me dijo espera hago unas llamaditas y solucionamos el problema y así lo hizo habló con un amigo y luego me dijo ya tengo el programa, vamos a la casa de un amigo y allí la vamos a pasar muy bien. Yo estaba emocionada pues quería tener acción aquella noche, cuando llegamos a la casa del amigo habían cinco hombres más dos negros y tres hombres blancos. Todos con unas figuras atléticas altos y bien parecidos de sólo verlos mi cuca se empezó a mojar de imaginar que estos seis hombres me iban a comer en muy poco tiempo.
El hombre negro con quien llegué me presentó como una amiga que estaba buscando diversión los hombres me dijeron llegaste al sitio correcto pasa y te vas poniendo en calor.
Yo me senté en un sillón grande que había cerca de la chimenea, el negro con quien llegué me ofreció un trago y se sentó a mi lado.
Empezó a acariciarme y a besarme, caricias y besos que yo correspondía de pronto sentí cómo con una de sus grandes manos desató el nudo de mi blusa quedando al descubierto mis grandes senos.
Empezó a chuparme los senos y acariciarme mi clítoris.
Uno de ellos me dijo por qué no nos bailas y nos muestras todos tus atributos, como ya me había tomado varios tragos esta un poco encendida y acepté sin más reparos. Uno de ellos colocó una música muy sensual y parada en la mitad de la sala inicié un baile muy arrecho, ellos me decían: a ver perra, queremos que nos enseñes tus tetas. Con mi blusa me las levantaba pues ya las tenía afuera ellos gritaban qué tetas tan ricas miren esos teterotes tan parados que tiene esta putita.
Y esto empezó a excitarlos pues se fueron quitando la ropa y sus vergas ya estaban erectas y no había ni una sola pequeña todas eran grandísimas y gordas.
Comenzaron a pajearse lo que me hizo animarme más para seguir desvistiéndome, de pronto me gritaban que querían ver mi culo y con movimientos sensuales me fui quitando la falda.
Mis nalgas gordas y grandes quedaron al descubierto solo quedé con mi diminuta tanga blanca y moviéndoles el culo y con mis manos abría mis nalgas para que pudieran ver mi huequito esto los puso más arrechos de lo que ya estaban.
Me decían zorra qué ano tan lindo tienes y se ve riquísimos, después les mostré mi cuca y con mis dedos me acariciaba y les mostraba el clítoris. Después les dije cuál me va a coger primero quien me va a chupar el culo y con mis dedos me acariciaba el ano para provocarlos aún más. De pronto un hombre que estaba al lado mío, era de unos cuarenta y cinco años aproximadamente su pelo era ya canoso pero tenía una verga riquísima entonces me dijo: ven puta siéntate en mi tranca quiero probar qué tal esta tu culo. No me hice esperar abriendo mis nalgas me enterré de una sola su verga era tan gruesa que apenas si cabía en mi culo.
Yo empecé a brincar encima del hombre y él me decía seguí perra culiando así, mira que te estas tragando toda mi verga.
Los demás muchachos se tiraban con más fuerzas sus trancas al ver cómo brincaba yo encima de aquel hombre de pronto le dije a uno de ellos que se acercara a mí para chupar la verga pues tenía unas ganas tremendas de mamar una de esas grandísimas vergas.
Se me acercó yo cogí su verga con mis manos y la acaricié un momento después poco a poco me la fui tragando toda hasta las güevas.
El me decía mamita rica cómo mama de rico, después de un buen rato de estar mamando le dije que se diera vuelta que quería lamerle el culo.
Colocándose en posición le metí la lengua por el culo a él pareció gustarle, después de un buen rato otro chico se tendió en el suelo y me dijo ven zorra quiero abrirte el coño.
Me paré y acomodando la verga en mi cuca me movía como loca pues me enloquecía aquella verga enorme dentro de mi cuca.
Estaba en esto cuando de pronto sentí otro chico encima mío clavándome por el culo, uy, esto me encanta les dije sentirme clavada por todas partes.
Otro chico se paró frente a mí y sin pensarlo más me tragué su verga de un solo bocado mientras acariciaba sus güevas grandes e hinchadas.
Los otros dos me seguían clavando, los tres chicos mientras tanto se pajeaban de ver tan hermoso espectáculo, de pronto uno de ellos dijo chicos por qué no bañamos a esta perra con nuestra leche, sí, sí les dije yo y me arrodillé en la mitad de la sala.
Todos los chicos hicieron un círculo y apuntando sus vergas a mí se empezaron a venir con sendos chorros de semen mientras como loca no sabía cuál verga chupar y sacarle la leche.
Mientras uno de ellos tiraba mis pezones para que les sacara la leche a todos con mi boca uno de los negros me puso su enorme y gorda verga negra en mi boca yo la chupaba como si fuera el más rico helado tomándola con mis dos manos acariciándola y también las güevas.
De pronto uno de ellos dijo esta perra todavía tiene ganas de más y colocándome en cuatro sobre el sofá grande les dije mi culo puede con dos vergas al tiempo.
Estaba tan emocionada de ver tanta leche regada en mi cuerpo que quería seguir con más acción, de pronto sentí dos enormes cabezas de vergas entrando en mi culo.
Yo mordía mis dedos para no gritar de pacer y dolor al tiempo después de un rato uno de ellos dijo puede con tres uno de ellos dijo yo creo que sí.
Me tomaron por la cintura y quedando acostada sobre uno de ellos y con la verga dentro de mi cuca y otro me dijo acomoda bien el culo que te vamos a clavar dos.
Y acomodándome de tal forma sin que se me saliera la verga de la cuca paré mis nalgas y de repente sentí cómo dos vergas entraban en mi ano yo les decía que me la metieran más quería sentirlas toda adentro.
Después uno de ellos dijo yo creo que este culo tiene un poco de sed por qué no le damos un poco de vino y trajeron una botella de la nevera y batiéndola fuertemente la introdujeron en mi culo y el vino espumoso y frió empezó a entrar.
Yo les dije que lamieran mi culo para que me limpiaran el vino y uno a uno fueron pasando a lamerme, nuevamente me vi clavada por dos vergas y con otra en la boca cuando llegaron me dijeron que si quería tragarme la leche.
Yo les contesté que sí quería y por todas esas vergas empezó a salir ese deliciosa y caliente leche y yo a tragar la que más podía, ahora vamos a mear a esta perra y todos empezaron a bañarme en orines apuntándome a la boca mi culo y mis tetas.
Síganme meando que me encanta sentir esa puta agua caliente échemela en el culo..., cuando terminaron me dijeron queremos que nos acompañes a un sitio muy especial donde te espera algo que es precisamente lo que calmaran tus ganas.
Y sin más me llevaron a un establo donde había un hermoso caballo negro, uno de ellos me dijo te gusta el caballo es todo tuyo pero antes queremos medir que tanto te puede entrar la enorme verga del caballo, como tengo un culo tan arrecho me encantó la idea.
Les dije cuál va a probar y me puse en posición un negro se me acercó y me dijo yo quiero probar qué tan profundo es ese culo y acariciándome con su mano muy suavemente me fue introduciendo dos dedos y los movía como si quisiera abrir aun más mi culo y así poco a poco fue metiendo toda su mano, la fue metiendo hasta la muñeca.
Allí movía su mano yo sentía que me tocaba el ombligo esto me puso más arrecha de lo que ya estaba y el negro después les dijo a los demás chicos esta puta ya tiene listo el culo, ahora queremos que te metas tu solita esta belleza.
Me pasaron un bate yo lo miré un poco sorprendida y le dije ustedes creen que esto me cabe en el culo, claro por eso te lo abrí con mi mano y poco a poco fui metiéndomelo en el culo pero antes me lo tuve que aceitar al igual que el bate para facilitar la cosa.
El bate entró casi hasta la mitad y así movimientos como si fuera una verga los hombres parecieron enloquecer con esto y cada uno jalaba con mucha fuerza sus trancas y me gritaban métetela más perra, te ves deliciosa con ese bate entre el culo te gusta.
Yo con la cabeza afirmaba pues no tenía ni aliento de hablar, otro me decía muévelo más muéstranos cómo estas de arrecha zorra, empecé a hacer movimientos sensuales con el bate metido en mi culo.
Cuando ellos me dijeron que me lo sacara que ya estaba listo para recibir la verga del caballo pero tenía que masturbar al caballo para poder comérmelo.
Los hombres llegaron en ese momento y yo les dije báñenme el culo para que el caballo se excite y abriendo mis nalgas mojaron mi culo con semen, después me acerqué al caballo y arrodillada debajo de él puse el hocico en mi culo para que oliera el semen que los chicos habían derramado en mí.
Con su lengua pegajosa lamía mi culo mientras su verga empezaba a crecer, yo empecé a mamar esa verga larga y delgada de aquel caballo.
Cuando ya la tenía lo suficientemente larga me la empecé a meter en mi culo yo disfrutaba de esto y les decía esta verga esta deliciosa ahh me voy a venir, qué verga tan rica, me encanta así de larga.
De pronto uno de ellos me dijo sácatela del culo que el caballo ya va a llegar yo me la saqué y con mis manos me la metí a la boca para mamársela cuando de pronto sentí que casi me ahogaba.
Nunca había visto tanta leche en mi boca ni aun cuando todos a aquellos chicos me bañaron al tiempo con su semen.
De pronto oí que me decían eso perra trágate toda esa leche, así queríamos verte putita arrecha inundada de leche.
Cuando terminamos decidí regresar a mi casa pues tenía todo mi cuerpo pegajoso de toda la leche que había recibido tanto de los chicos como del caballo y mi culo ya no resistía más pues me habían metido más vergas de lo que ya estaba acostumbrada.
Fue una noche inolvidable.