Relatos Eróticos Orgias
Excursion de fin de curso | Relatos Eróticos de Orgias
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Este relato sucedió en la excursión de fin de curso de la universidad, fuimos a pasarla a Mallorca. Un día, estábamos en el hotel, en la piscina, cuando de pronto vi llegar a tres chicas, me quedé embobado, eran espectaculares. Toda la tarde estuve mirándolas, mientras tomaban el sol, cuando se bañaban, cada vez que podía. Ellas se dieron cuenta, y parecía que les gustaba, ya que antes de irse, vinieron hacia donde yo estaba y se presentaron, sus nombres eran Sandra, Paloma y Leticia, estaban de viaje de fin de curso también, aunque eran norteñas, procedían de Gijón, nosotros de Huelva.
Sandra era la que ejercía de líder del grupo, era alta, delgada, sus ojos eran azules, su pelo era largo y liso, castaño claro, sus pechos eran perfectos, y el culo estaba bastante bien también. Paloma también impresionaba, con unos ojazos negros, piel morena, un poco más baja que Sandra, igual de delgada, pelo negro rizado cayendo sobre sus hombros, sus pechos eran más grandes que los de Sandra y su culo era más perfecto. Leticia, aunque guapa, era más normalita, morena, ojos marrones, de estatura media, buenos pechos, un culo normalito y muy tímida, lo que me llamó la atención, y me daba un morbo especial. Tras la conversación con las chicas, Sandra me invitó a la habitación en la que estaban las tres, ya que pensaban organizar una pequeña fiesta un poco más tarde, yo acepté, ellas se fueron, y yo me fui a mi cuarto a arreglarme.
A la hora indicada, fui a su habitación, abrió la puerta Sandra, llevaba una camiseta larga blanca, que dejaba ver que no llevaba sujetador y que tenía un tanga negro. Tras saludar a todas me senté en la cama junto a Paloma, que llevaba puesto un pijama rosa, y comenzamos a beber y hablar, ya que según parecía todos los invitados ya estaban, éramos cuatro. Tras bebernos la primera copa, Paloma apoyó su cabeza sobre mi hombro, pude notar el tacto de su pelo y su suave olor, frente a mí se había sentado Sandra, por su posición, podía ver sin problemas su tanga negro, estos dos hechos me produjeron una erección, de la cual Sandra se dio cuenta, pues miraba mi miembro con descaro. Continuamos hablando, mientras bebíamos, hasta que Paloma, ayudada por el alcohol estaba cada vez más cariñosa, incluso nos habíamos dado varios besos en la boca, aunque fue Sandra la que comenzó a caldear el ambiente, cuando se acercó a mí, se sentó en mis rodillas y me propuso jugar a la carta más alta, al que le saliera, tenía que besar a la más baja, yo, seducido dije que sí. Lo primero que salió fue que Sandra besaría a Paloma, le dio un largo e intenso beso en la boca, y así fuimos jugando, todos nos besamos con todos, desinhibidos, salvo Leticia que si ponía un poco de timidez, Paloma y Sandra eran ardientes, Leticia era dulce, besaba con ternura. La excitación iba creciendo, incluso las manos habían desaparecido por debajo de las ropas, sobre todo Sandra, cuya mano no se movía de mi entre piernas, yo pude averiguar que no había nada bajo el pijama de Paloma, incluso mis caricias sobre el pijama de Leticia le habían arrancado suspiros. Posteriormente comenzamos a hablar sobre temas eróticos, hasta que Sandra miró a Leticia y le dijo, que se acercase a mí, después me miró y me dijo que antes le dijo que le gustaba yo, que quería perder la virginidad conmigo, Leticia se puso colorada e hizo un amago de irse, pero Paloma la agarró, yo le dije que me gustaba, entonces Sandra me agarró y me acercó a su amiga, inmediatamente comenzamos a besarnos.
Paloma comenzó a desnudarme, mientras Sandra hacía lo propio con Leticia, después, guiado por las dos chicas, me pusieron encima de Leticia, cuya timidez iba desapareciendo, convirtiéndose en pasión, nos besábamos por todos lados, ambos estábamos muy excitados, y ya sin ropa, Sandra me agarró el pene, y lentamente fue introduciéndolo en el coño de su amiga, aunque hallé un poco de resistencia, se introdujo sin problemas. Mientras la penetraba lentamente, Sandra y Paloma se desnudaron. Mis labios se deslizaban por la boca, la cara y el cuello de Leticia, la follaba a un ritmo constante y suave, sus gemidos me excitaban, podía notar la humedad y el calor de su vagina nunca antes penetrada. A la vez, las dos chicas acariciaban mi espalda, del cuello al culo, completamente desnudas, se besaban entre ellas. Los jadeos de Laura habían ido aumentando, cerraba los ojos y mordía su labio inferior intentando contener sus gritos, al instante, los gemidos de Paloma se unieron a los de Leticia, Sandra se encontraba entre sus piernas, su lengua le proporcionaba mucho placer. Leticia comenzó a experimentar un intenso orgasmo, sus gemidos se habían convertido en gritos, notaba como se estremecía, sus uñas se clavaban en mi espalda, fue entonces cuando me corrí, y nos fundimos en un intenso abrazo. A la vez, pude oír el sonoro orgasmo que Paloma acababa de tener, todos menos Sara, que acariciaba con sus dedos su húmedo coño, estábamos extasiados, recuperando la respiración, Sandra gemía, tendida junto a mí, arqueaba la espalda de placer, hasta que logró masturbarse.
Cuando Sandra recuperó su respiración normal, se acercó a mí y me susurró al oído que ellas dos me habían hecho un favor, que ahora debería de agradecérselo, les pregunté por lo que querían, y Sandra contestó que deseaban que les comiera sus respectivas rajitas, yo acepté, Paloma se tiró en la cama, me acerqué a ella, y comencé a deslizar mi lengua por la parte interior de sus piernas, desde las rodillas, hasta su coñito, mis manos acariciaban sus piernas, mi lengua se puso a lamer sus labios, de abajo a arriba, llegando al clítoris, separaba los labios e introducía mi lengua en su interior, le daba besitos, su olor, su sabor y las reacciones de ella me excitaban cada vez más, después succioné con los labios su clítoris, jugueteando con él, mis manos seguían acariciándola, sus gemidos aumentaron y me ordenaba que no parase. Mi pene ya estaba completamente duro otra vez, Sandra y Leticia se pusieron a juguetear con sus lenguas con mi pene, Sandra enseñaba a su amiga, sus lenguas subían y bajaban, besaban la punta, se lo introducían en sus bocas, lo chupaban, lo succionaban. Yo seguía con Paloma, la cual estaba gritando de placer, levantaba la pelvis en estremecimientos de placer, yo me movía con ella, mantenía mi boca en su clítoris, aumentaba y disminuía el ritmo, deslizaba mis dedos suavemente por su raja, presionaba la lengua contra el clítoris. Estaba a punto de correrse, pero antes me ordenó que la penetrase, se la metí, y tras unas cuantas embestidas, llegó al éxtasis, esto me hizo estar cerca del orgasmo, y aún gritando Paloma, Sandra se acercó a nuestros órganos, sacó mi polla, y se la introdujo en su boca, no aguanté mucho y me corrí, Sandra se tragó casi todo, solo un poco se le escapó que le chorreaba por la barbilla. Tras esto se dirigió hacia al baño para limpiarse.
Tras unos minutos, Sandra volvió, se acercó a mí, y me explicó lo que quería que hiciese, como una profesora me decía qué zonas del coño debía estimular para darle placer. Mis labios y mi lengua, le comian su rajita, tal y como decía, ella se estremecía de placer. Sin mucha demora, ella se sentó sobre mi pene, y se lo metió entero, y como si cabalgara un caballo, empezó a montar, mis labios succionaban sus pezones, recorrían su vientre, sentía que hacía lo que ella, en cada momento, deseaba, era un juguete destinado únicamente a darle placer, ella cambiaba de posición, arriba abajo, siempre ella diciéndome que hacer, ella estaba muy excitada, me susurraba al oído, entre gemidos, que siguiera haciendo lo que me ordenaba. Bajo la mirada de Paloma y Leticia, que se masturbaban mutuamente, Sandra me dijo que le llegaba el orgasmo, que acelerara, eso me excito aun más, e hice lo ordenado, momentos después, alcanzamos un orgasmo magnifico, nuestros labios se fundieron en un beso entrecortado por los gemidos que ni uno ni otro podíamos contener. Las amigas momentos después igualmente se corrieron de placer, por lo que los cuatro quedamos tirados en las camas.
A la mañana siguiente me fui con mi clase a hacer las excursiones programadas.