Relatos Eróticos Orgias
Desmadre de juventud | Relatos Eróticos de Orgias
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Este relato que os narro sucedió hace poco, en la fiesta de cumpleaños de mi prima, era una fiesta solo de amigos y amigas de ella, la cual hizo en la casa de la playa, y como yo tengo bastante confianza con ella, pues a mí también me invitó. Cuando llegué, mi prima Eva, me presentó a casi todo el mundo, la mayoría de gente ya estaba un poco empuntada de alcohol, aunque yo me quedé prendado de una de sus amigas, se llamaba Laura, era morena, estatura media, un cuerpo hermoso, con unos senos medianos, y un muy buen trasero. Ella me gustó, nos cruzábamos miradas pícaras, hasta que me decidí ir a hablar con ella, estuvimos hablando un tiempo, y llegado el momento ideal, le dije que me gustaba bastante, ella se rió, y seguidamente se acercó a mí, me agarró la cara, y me besó, yo le correspondí, así estuvimos un rato, hasta que llegó mi prima hasta donde estábamos, en la terraza, nos separamos y los tres nos metimos para dentro, y empezamos a bailar, ella bailaba muy pegada a todo el que se le acercaba, había un gran desmadre producido por el alcohol, la gente bailaba de formas muy eróticas, cada vez más, las personas de la fiesta se iban calentando, tanto chicos como chicas, llegando incluso algunas chicas a levantarse sus camisas, enseñando sus pechos al público enfervorizado. Yo estaba muy excitado, y no quería dejarme perder a mi caza de ese día, a Laura, así que me fui hasta donde ella estaba, y me puse a bailar con ella muy pegado, refregándonos mutuamente. Cuando terminó una canción, la cogí de la mano, y subimos a la parte de arriba de la casa, donde estaban las habitaciones, abrimos una, y había dos chicos tirándose a una chica, cerramos y abrimos otra, y también estaba ocupada, había una orgía, cinco chicas y tres chicos estaban en ella, así que fuimos hacia la última habitación, la cual igualmente estaba ocupada, se encontraban dentro un chico y una chica. Nos quedamos en el pasillo, besándonos, ella bailaba, se giraba y refregaba su culo sobre mi polla, sus nalgas hacían crecer mi verga, la cual estaba encerrada en el pantalón. Le metí la mano en su camisa y estuve acariciando sus pechos, hasta que al rato la parejita salió de la habitación, empujé a Laura, y nos metimos en la habitación, la cual olía a sexo, le quité la camisa, después el sujetador, y pude ver sus duros pechos ante mí, entonces fui bajando mis manos hacia su vagina, le desabroché el cinturón y luego el pantalón y se los bajé completamente, ella me quitó la camisa y me dejo en calzoncillos, con la polla bien dura. A continuación, le metí la mano en sus bragas y empecé a acariciar su vagina rasurada, después le quité las braguitas, y cogí con fuerza sus nalgas, la tumbé en la cama, ella me quitó los calzoncillos, cogió entre sus manos mi erecto pene, y empezó a acariciármelo, hasta que lo dirigió hasta la entrada de su vagina, y se la metí dentro, no hubo gran dificultad, pues estaba muy lubricada, empecé a metérsela en su vagina y a sacarla, ella gemía de placer, estaba a punto, así que aceleré el ritmo para irnos los dos a la vez, hasta que ambos rompimos en un sonoro orgasmo, tras esto quedamos un rato descansando en la cama.
Cuando al rato me incorporé, sentándome en la cama, y teniendo al lado a Laura, observé que mi prima Eva nos estaba viendo, encendí la luz y le pregunté por lo que hacia allí, me dijo que había estado mirándonos, que le habíamos puesto muy cachonda, todo esto lo manifestaba mientras se iba acercando a la cama, Eva llevaba una falda azul corta, y una camiseta blanca arriba, era castaña, alta, con el peso ideal, con buenas curvas, un pecho exuberante, y un curo respingón. Cuando llegó a mi altura, se subió en la cama, se puso sobre mí de rodillas, y me besó, y después me dijo que si yo era capaz de follarme a las dos, eso me excitó mucho, me la quité de encima, y la puse a cuatro patas sobre la cama, y al lado coloqué a Laura en igual posición.
Me puse detrás de mi prima, le mojé con mis manos su vagina de mi saliva, y le fui metiendo poco a poco mi pene, hasta que entró por completo, después comencé a sacarlo y a meterlo lentamente, lo que le hacia disfrutar mucho a Eva, yo igualmente estaba exuberante, me estaba tirando a Eva, y al lado tenía una visión perfecta de la raja de Laura, la cual esperaba otro rato de sexo. Continué penetrando a Eva, cada vez más rápido, incitado por ella misma, la cual me pedía más fuerza, cada vez las embestidas eran más violentas, y mi prima se moría de gusto, hasta que noté que ella llegó al orgasmo, contrajo su vagina, y pegó un ahogado gemido.
Tras esto, me solté de Eva, y me fui a por Laura, mi polla estaba muy lubricada, así que entró con total facilidad por el mojado coño de Laura, y sin pausa empecé a penetrarla, momento que aprovechó Eva, para colocarse boca arriba delante de su amiga, con su raja a la altura de su boca, y Laura sin demora, empezó a lamer el coñito de Eva, la cual se retorcía de placer. Mientras yo continuaba taladrando a Laura, así estuvimos un muy largo rato, con la habitación llena de gemidos de las dos chicas, hasta que noté que me iba a ir, entonces solté un gemido fuerte indicador de que mi fin estaba próximo, y aceleré a tope, esto fue seguido por cada vez más gimoteos de las chicas, hasta que noté que me quedaba nada, me quité de Laura, la giré, la tumbé boca arriba junto a Eva, sus cabezas estaban pegadas, y empecé a masturbar mi pene, hasta que segundos después, empecé a soltar semen por todos lados, mojando ambas caras, las chicas estaban embadurnadas de mi leche, e incluso cuando dejó mi verga de expulsar, ellas se empezaron a besar, mezclando el semen que ambas tenían en el rostro.
Tras esto, ellas salieron de la habitación hacia el baño, pero para mi sorpresa, cuando abrieron la puerta, había varias personas esperando para usar una habitación, pasaron con sus caras llenas de semen delante de todo el mundo. Tras vestirme salí y dejé el cuarto libre para otros.