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China ninfomana | Relatos Eróticos de Orgias

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Este relato sucedió cuando una noche fui a cenar a un chino, allí me atendió una mujer del citado país llamada Chen, con la cual fui cogiendo confianza. Terminé de comer sobre las doce, pagué y cuando me iba, ella me dijo que salía a las doce y media, que si la esperaba se tomaba una copa conmigo. Yo acepté, y estuve en el restaurante mientras salía. Nos tomamos una copa en un bar, a ella se le veía un poco lanzada, solo hacia hablarme de cosas fuertes relacionadas con el sexo, de que a ella le encantaba hacer orgías con muchos tíos, y cosas así, esto me excitaba bastante, y ella lo sabía. Llegó el momento en el que le propuse que si ella quería llamaba a varios amigos, y nos montábamos una fiesta, ella sonrió y aceptó desafiante. Llamé a varios amigos para que acudieran presto a casa de Chen, para realizar la fiesta sexual.
Nos fuimos a su casa, nos acomodamos en el sofá del salón y nos tomamos mientras esperábamos una copa. Pasó una media hora cuando llamaron a la puerta, eran José, Lorenzo, Rubén y Pablo, todos ellos de una edad parecida a la mía. Chen era de estatura media, cara redonda, linda, ojos rasgados, boca chica, pelo caoba liso, pocas tetas y un minúsculo culo. Cuando pasaron al salón les presenté a Chen, y les informé de que ella era la chinita a la que le gustaban las orgías, ella puso cara de viciosa, y solo dijo que estaba lista.
Nos acercamos los cinco a ella, la desnudamos rápidamente, sus pequeños senos quedaron expuestos, Lorenzo se apoderó de ellos y comenzó a chupárselos, la llevamos a la cama y la tendimos, mientras Lorenzo le mamaba las tetitas, José se puso a lamerle el coño, Rubén se ensalivó sus dedos, y poco a poco fue metiendo su dedo mojado en su culo. Pablo hizo que le cogiera su polla y comenzara a meneársela, yo para finalizar le metí mi verga en su boca, ordenándole que me la chupara con cuidado. José no pudo contenerse más y se sacó su polla y la dirigió a la entrada del coño de ella, a la vez Rubén le metía el dedo en el culo, José le clavó su polla en la vagina, Chen disfrutaba de la situación, José continuó metiéndosela, cada vez más fuertemente y más rápidamente, deseoso de terminar, hasta que se corrió dentro. Cuando él terminó, le dimos la vuelta, pues Rubén quería darle por el culo, la pusimos a cuatro patas, Lorenzo se tumbó debajo de ella, dejando su polla en la entrada del coñito de la chinita, Rubén cubrió de aceite el ano de ella, y progresivamente y sin mucha dificultad fue metiéndole su miembro en el culo, hasta que llegó al tope, quedándose un tiempo inmóvil, esperando a que se acostumbrase su culito, ella hizo al principio un gemido de dolor, pero nada más. Lorenzo aprovechó el descanso para meterle la polla en el coño, hasta metérsela entera, ella comenzó a moverse hacia los lados, como disfrutando la doble penetración. Chen tenía ensartado el culo y el coño, yo le sobaba las tetas y Pablo aprovechó para meterle la polla en la boca, tenía llenos todos los agujeros. Pasados unos instantes, se fueron corriendo los chicos, primero Rubén sobre las nalgas de ella, el siguiente fue Lorenzo, sobre su montes de venus, y el último Pablo, el cual le llenó toda la boca de semen, de esta forma los tres se corrieron, y Chen disfrutó de lo lindo. Pasados unos instantes, se fue al aseo, y se limpió, para regresar otra vez a buscar más acción.
Me senté en el sofá, y Chen se vino hacia mí, se encaramó encima mía de frente, y comenzó a refregar su rajita mojada sobre mi verga, mis líquidos preseminales mojaban su clítoris. Minutos después, la levanté y apunté contra su vagina, Chen se acomodó sobre ella y lentamente y en medio de suspiros de ella la polla se fue hundiendo en su interior. Ella empezó a botar sobre mi polla, siendo penetrada fieramente, Chen se clavaba mi miembro a la vez que gemía de placer. Los chicos iban jugando con el cuerpo de la chinita, besando su espalda, agarrándole sus nalgas, besando sus senos, acariciando su pelo.
Chen subía y bajaba a lo largo de mi verga, gritaba de placer, hasta que la sentí estallar en un orgasmo intenso, su vagina empezó a chorrear jugos que al seguir cabalgando corrían por mi verga. A pesar del orgasmo, Chen no paraba de cabalgar, acelerando sus movimientos, contoneando sus nalgas sobre la verga, su orgasmo se prolongaba, anunciando otro. Chen montaba extasiada mi verga, yo le apretaba las nalgas de ella, para hacerle sentir más aun, mi polla se deslizaba una y otra vez en la empapada vagina, empecé a gemir anunciando también que acababa, hasta que fue cierto, y llené todo el coño de Chen de abundante leche, ella acabó de nuevo, clavándose hasta el fondo la verga, dejando que descargara todo mi semen en su interior. Luego Chen se fue hacia mi polla, y la recorrió con su lengua, se la metió en su boca, la mezcla del semen y sus jugos le fascinaba, lamía una y otra vez, hasta dejarla completamente limpia.
Cambiamos de postura varias veces, hasta que todos nos corrimos las veces que quisimos y donde deseamos, era digno de verla, despatarrada en el sofá, disfrutando de la sesión de sexo.

 

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