Relatos Eróticos Lesbicos
Mi nuevo amor | Relatos Eróticos de Lesbicos
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Hola a tod@s después de leer vuestros relatos y de pensarlo detenidamente, quiero contaros lo que a mi me sucedió hace un año a mis 18 años. Me llamo Maria, soy la típica chica de pelo largo, muy rubia de ojos azules, soy delgada y uso una 110 de talla de pecho, algo grandes para mi gusto porque todos los tíos, siempre se fijan en ellas, a pesar de que puedo ligar con casi cualquier tío que me lo proponga, a mis 18 años no había estado con ninguno y era virgen.
Fue en ese verano en pleno mes de agosto, con mucho calor que mis padres se marcharon a comer a la casa de unos amigos y vendrían tarde, yo como no quería ir me dejaron la comida hecha, y después de comérmela era las 3.30 pm estaba muy aburrida y llamé a unas amigas pero todas me decían lo mismo, que no estaban en sus casas o que no podían ir a la mía, así que estaba sola y aburrida. Se me ocurrió ir a mi cuarto para probarme unos tangas muy sexy que hacia dos días me había comprado y aún no me los había puesto, me desnude por completo, y me empecé a probar los tangas mirándome en un espejo grade que tengo en mi cuarto, y me puse hacer posturitas sexy tocándome las tetas, metiendo mi mano por debajo de l tanga, poniéndome de culo frente al espejo y cosas así, la verdad es que empecé a ponerme caliente, cuando entonces llamaron a la puerta, yo corriendo miré en mi armario y vi mi vestido de tirantes de color azul, algo escotado por delante y dejando la espalda descubierta por detrás, lo suelo usar en los días de calor para andar por casa sin agobiarme, me lo puse corriendo y miré quien llamaba, era mi amiga Eva de 19 años, venia con otra chica, Eva me dijo:
- Holaaa!!! vengo con una amiga me he enterado que estabas sola y hemos decidido venir hacerte compañía, hemos traído unos dulces y horchata, ¿Podemos pasar?.
- Claro que si pasar sentaros en el sofá y poner los dulces en la mesa - le respondí muy alegre pues ya no estaría sola toda la tarde.
Ellas se sentaron yo corrí a traer unos vasos para la horchata, cuando me agache para dejarlos en la mesa, me di cuenta que la amiga de Eva me miraba las tetas que se me veían por el escote, y disimule como si no me diese cuenta, entonces Eva me dijo:
- Siéntate entre nosotras dos.
Y así lo hice, entonces me dijo:
- Ella es Patricia.
- Encantada - le dije
Era una chica de 26 años muy guapa morena con el pelo muy liso y realmente largo pues le llegaba hasta el culo, lo tenia cogido con un lazo negro, enseguida me calló muy simpática. Estuvimos las tres hablando un buen rato sin darme cuenta se nos hizo las seis de la tarde y mi amiga Eva comentó que se tenían que ir porque ella tenia que hacer unas cosas, y nos despedimos y se fueron. Yo me quedé de nuevo sola, pero a la media hora llamaron otra vez a la puerta, era Patricia, me quede algo sorprendida:
- Holaaa!!! has vuelto.
Ella me respondió:
- Si estaba aburrida en casa porque no me he ido con Eva y pensé que tu también estarías aburrida aquí sola.
Esta vez llevaba el pelo suelto con un poco de pelo echado hacia delante, como me lo pongo yo para salir de fiesta, nos sentamos en el sofá y me dijo:
- ¿Qué estabas haciendo?
- Nada echada en el sofá pasando el rato. - Le dije.
Me di cuenta que se había cambiado de ropa, ahora llevaba una minifalda muy corta negra, y una camiseta de tirantes muy ajustada de color crema, se le notaba que no llevaba sujetador, al igual que yo, pues solo llevaba el vestido azul y un tanga negro semitransparente, le dije:
- ¿Vas vestida para alguna fiesta?
- No, me he puesto esto para venir a verte.
Me respondió mientras me sonreía con mucha picardía, yo me quede sin habla pues se me pasaron por la cabeza muchas cosas, y le dije:
- ¿Por qué te vistes a sí para verme?
- Porque eres una chica muy guapa y me encanta tu pelo tan rubio y tus ojos y tus grandes tetas.
Al decirme eso me quedé con la boca abierta, y entonces ella me cogió los hombros para que no me moviera, y me beso en la boca metiéndome su lengua lo mas adentro que pudo, y no dejo que me despegase hasta que termino de besarme, yo me quede parada y sin habla, y le dije:
- ¿Por qué has hecho eso, eres lesbiana?
- Si me gustan las chicas, pero tú eres la más bonita de todas.
- Gracias pero no soy lesbiana.
- Pero podrías hacer una excepción con migo y seriamos buenas amigas y amantes, además estoy segura que todavía eres virgen.
Yo sorprendida de nuevo le dije:
- ¿Cómo lo sabes?
- Porque caminas con las piernas muy juntas y si no fueras virgen no caminarías así, y si con lo guapa que eres todavía eres virgen es por que quieres, y si quieres yo puedo desvirgarte, lo haré muy bien y no te dolerá nada.
Me quedé de nuevo con la boca abierta, y le respondí.
- Tienes razón si soy virgen es porque quiero, y porque no quiero que me desvirgue un chico todavía.
- Pero yo soy una chica y podemos ser muy buenas amigas además te haré el amor siempre que quieras no me importa cuando me lo pidas vendré y lo haremos.
Entonces, ella se quitó su camiseta de tirantes mostrándome sus tetas usaba una talla noventa y cinco, yo junto a ella la miraba la verdad es que era muy guapa, y su pelo tan largo me fascinaba, ella siguió desnudándose y se quedó toda al descubierto delante de mi, entonces se hecho en el sofá con las piernas delante de mi, las abrió empezó a tocarse su rajita, estaba por completo depilada, yo apenas tengo pelo en mi sexo y no necesito depilarme, ella me dijo:
- Mira como tengo mi chocho esta muy caliente y solo te miro, cuando me lo toques tu voy a tener un orgasmo, tócamelo por favor.
Yo le dije que era una guarra, y le metí un dedo por su chocho, se lo metí muy adentro quería hacerle daño pero ella grito de placer, entonces le metí dos, para hacerle daño pero a ella le gustaba mas todavía:
- ¿Es que no te duele?
- No... me gusta mucho sigue - me dijo.
Yo le saque los dedos, me fui a mi dormitorio, ella me siguió me tumbe en la cama, ella se puso a mi lado, me metió las manos por debajo de la falda, y me quito el tanga, yo no hacía nada me dejaba hacer, y le dije:
- Si vas a desvirgarme, quiero que solo estés con migo y con ninguna otra chica mas, y saldremos juntas a todas partes y harás todo lo que te diga siempre.
Patricia, me miro sonriente y me dijo:
- Haré todo lo que tu quieras y estaré con tigo siempre.
Al decirme eso me subió la falda hasta que se me vio mi chocho, y pego su boca a el, empezó a chupármelo, me metía la lengua y me chupaba mi clítoris, me estaba poniendo muy caliente, después, subió su cabeza a mis tetas me dijo que tenia unas tetas preciosas y me las toco y chupo me las apretaba mucho me dolía un poco de tanta fuerza pero al mismo tiempo me gustaba, me las chupaba por todos lados me echaba saliva en los pezones, y me los chupaba, sin dejar de tocarme las tetas, se fue a mi chocho de nuevo, y volvió a comérmelo, yo no podía dejar de gemir y moverme, estaba en el cielo entonces ella se puso de rodillas pego su chocho al mío y empezó a moverse mucho con mucha fuerza. Yo la seguía no quería que se despegase de mí sentí como nuestros líquidos se intercambiaban estaba apunto de tener un orgasmo, y ella lo sabía entonces paró volvió a chuparme mi chocho, y me empezó a meter un dedo que entro solo pues yo estaba muy mojada, enseguida me metió otro dedo yo no paraba de gritar y de moverme, y ella me metió otro más, cuando me di cuenta me había corrido entonces ella paro y me dijo:
- Mira tus piernas
Tenia mi rajita llena de sangre.
- Esto solo les pasa a las vírgenes
Cogió la sabana y me limpió después puso de nuevo su chocho encima del mío y volvió a moverse muy rápidamente con mucha fuerza, yo gritaba muy fuerte, no podía evitarlo, eso a ella le gustaba mucho, se movía cada vez más rápida mientras yo gritaba mucho, y me dijo:
- Eres preciosa y te prometo que seré tuya siempre y puedes pedirme lo que quieras.
Yo al oír eso me corrí de nuevo entonces ella pego su boca a mi chocho y me lo chupo entero mientras yo descansaba, me dejo descansar un ratito ella se distraía chupándome las tetas, a mi me gustaba mucho y mientras lo hacía pensaba que había encontrado a mi mejor amiga a mi amante y a mi esclava.