Relatos Eróticos Lesbicos
Descubrí que era lesbiana | Relatos Eróticos de Lesbicos
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Hola, me llamo Alyssa, tengo 20 años y voy a contar la relación esporádica que tuve con una chica que no conocía de nada.
Un día del mes pasado (julio), estaba con unos amigos, en Benidorm, en una de las discotecas bailando y bebiendo.
Les dije que me esperaran que iba a ir al aseo un momento, que no se moviesen de allí.
Fui al aseo, para mi sorpresa estaba vacío (jamas lo había visto con menos de 3 o 4 metros de cola), y entré.
Me puse a mirar para ver cual estaba limpio para entrar, y al asomarme a uno, vi a una chica preciosa, morena de ojos claros, y morenita de piel, de unos 22 o 23 años haciéndose un dedo.
Me quede de piedra, y me subí con mis amigos otra vez a seguir bebiendo y bailando.
Pero pasada como media hora, decido bajar otra vez, no sabia muy bien por qué, porque hasta ese momento no creía ser lesbiana, pero el caso es que bajé al aseo y entré.
La chica estaba allí, y me dijo:
— Hola, te estaba esperando…
— ¿A mi? — Dije yo
— Si, sabia que volverías a bajar.
Le dije la verdad, que no sabia ni porque había bajado, que supongo que sería curiosidad.
Me dijo si la acompañaba un momento a su casa, que vivía cerca, en unos apartamentos a 5 minutos de allí, dije que si, y salimos hacia allá.
Por el camino no dijimos palabra.
Cuando llegamos a su casa, me dijo que si yo era lesbiana, le contesté que creía que no, pero que desde que la vi en el aseo, no estaba segura.
Nada mas decir esto, me besó, y fue un beso dulce y apasionado, el mas apasionado que jamas me habían dado.
Me besó el cuello, la cara, los labios, me quitó la camisa, y me besó los pechos, los chupó, los lamió, los rozó, los acarició, me dijo que eran los pechos mas bonitos que había visto nunca.Cuando termino con mi tetas, me tumbó en el sofá, me quito el pantalón, me bajó las braguitas y empezó a acariciarme el coño, tan suavemente q me estremecía aun mas.
Después empezó a lamérmelo, a chuparlo, yo estaba que me retorcía de gusto, me encantaba aquello, ningún chico me había comido tan bien como aquella chica preciosa.
Me siguió chupando el coño, y me dijo:
— Cuando te falte poquito para correrte me avisas.
— Vale
Cuando note q me llegaba el orgasmo, la avisé y ella paro en seco de chuparme.
Le dije: ¿que pasa?
Me contesto que no era nada, que me tumbase.
Cogió un consolador y empezó a pasarme la punta por mi coño, y a la vez volvió a lamerme las tetas, al final no puede mas, y le dije:
— Por favor cielo, no me hagas esperar mas, ¡métemelo yaaaaa!
No se hizo esperar mas, me besó en los labios, y me metió el consolador lentamente, muy, muy despacito, muy suave.
Poco a poco empezó a moverlo mas rápido, cada vez mas y mas rápido a la vez que besaba mis pezones de punta.
Al cabo de un ratito, le dije "que llega", y ella aparto el consolador y empezó a lamerme el coño, quería q me corriese en su boca y así paso, me corrí en su boca y eso me encantó.
Me quede alucinada, no sabía que hacer ni que decir, hasta hacia a penas una hora no tenia ni idea de que me atrayeran las mujeres, y ya acababa de tener un orgasmo maravilloso.
Cuando por fin pude reaccionar, me levanté y la besé, estuvimos besándonos mucho tiempo, jamas nadie me había besado así, tan dulcemente, estaba increíblemente enganchada por esa mujer... y ella de mi.
Me levanté cuando quede saciada de su boca y le acaricié el coño, estaba muy húmedo, estaba muy excitada, y por la curiosidad y porque me gustaba esa chica, empece a lamérselo, despacito, pues no lo había hecho nunca, era la 1? vez que lo hacia con una mujer.
Estuve largo rato así chupándole, metiéndole la lengua todo lo que podía.
Pare y le dije:
— Dame el consolador.
— No. Te voy a dar uno mejor que este.
Me dio un consolador que iba atado a la cintura, me até las correas, y muy despacito, empecé a metérselo, pero ella gritó:
— ¡¡¡Métemelo hasta el fondo!!!.
Y eso hice, empujé el consolador atado a mi cintura y se lo hinqué hasta el fondo, y empecé a moverme como una loca, metiéndoselo y sacándoselo, muy rápido, y cuando vi en su cara que iba a correrse hice lo mismo que ella hizo conmigo, puse la boca para que se corriese con mi legua, y así lo hizo.
Nos quedamos las 2 tumbadas en el sofá, llamé a mis amigos diciendo que estaba bien y que se fuesen sin mi, y nos quedamos toda la noche abrazadas y besándonos, acariciándonos el pelo, y le dije:
— Creo que me has aclarado que si soy lesbiana. Por cierto… ¿como te llamas?
— Olga ¿y tu?
— Alyssa.
— Que nombre tan bonito, me gusta igual que me gustas tu.
Al día siguiente me levanté, la besé, y me fui a mi casa.
Ella vive en Benidorm y de vez en cuando quedamos para vernos y disfrutar mas veces de la experiencia sexual mas maravillosa e inesperada de mi vida.