Relatos Eróticos Intercambios
Viaje entre amigos | Relatos Eróticos de Intercambios
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
El verano pasado decidimos hacer un viaje todo el grupo de amigos que salimos siempre juntos. Por unas razones u otras al final sólo quedamos dos parejas para ir (los cuatro que mejor nos llevábamos). Tras un mes preparando todo el viaje decidimos ir a Almería, ya que no va tanto turismo por allí y las playas son limpias. Una vez allí nos alojamos en un maravilloso hotel al lado de la playa, sólo teníamos que salir y ya estábamos en la playa. El Hotel era una maravilla con todo lujo de detalles tanto en las instalaciones como en las inmediaciones.
Llegamos por la tarde, el resto del día lo aprovechamos para conocer todo el hotel y sus inmediaciones. Viendo estas inmediaciones pudimos observar como justo al lado de la playa del hotel, había otra parte de playa que era para nudistas, los cuatro nos reímos de ellos. Tras este paseo nos fuimos a las habitaciones para cambiarnos para ir a cenar. Cenamos en una marisquería que había dentro del propio hotel y durante la cena comenzamos a hablar sobre el tema del nudismo. Nuestras mujeres decían que si llegan a venir solas no les hubiera importado hacer nudismo pero que despelotarse delante del marido de la otra les daba vergüenza. Estuvimos hablando casi toda la noche sobre ello, llegando a la conclusión de que cada hacía con su cuerpo lo que le daba la gana. Así y tras unas copas nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente y tras encontrarnos en el desayuno nos fuimos a la piscina del hotel. En la piscina había ya mucha gente y otra parte de la piscina estaba dedicada al nudismo. Nos colocamos justo enfrente de esa zona. Mi amigo y yo hablábamos del tema mientras que ellas estaban tomando el sol. Después de un tiempo ambas se introdujeron en la conversación y tras un buen rato de charla seguían estando reacias a ello. Nos levantamos mi amigo y yo para ir a por unos refrigerios, cuando volvimos nos encontramos a nuestras mujeres haciendo top-less. Los dos nos quedamos un poco cortados, ya que aunque llevamos más de 10 años de relación nunca o por lo menos yo, habíamos visto los pechos de la mujer del amigo. Decir que ambas mujeres tanto la mía como la de él son dos mujeres que están muy bien, puesto que somos matrimonios jóvenes y activos, que estamos a la última y nos cuidamos bien dentro de nuestras limitaciones.
Después de un rato nos acostumbramos a ver esa imagen de la mujer del amigo con las tetas al aire, decir de las dos que ambas tienen un buen par de tetas talla 100, puesto que mi mujer y ella se intercambiaban a menudo los sujetadores.
Tras toda esa mañana en la piscina, por la tarde fuimos a la playa, colocándose las dos ya directamente en top-less sin ningún pudor. Esa noche mientras cenábamos hablamos otra vez del mismo tema nudista y que ya que habían hecho top-less lo otro resultaría más fácil. Ellas lo aceptaron y dijeron que ahora si que podían hacerlo pero que los que no nos atreveríamos seríamos nosotros. Entre que si y que no pasamos toda la cena. De allí nos fuimos a la habitación del amigo y nos tomamos unos whiskys. La conversación estribo en todo momento de nudismo y más tarde comenzamos con la sexualidad. Como las chicas estaban un poco bebidas comenzaron a contarnos lo que más le gustaba de cada uno tanto físicamente como sexualmente. Nosotros nos reíamos cada vez que hacían un comentario picante sobre nosotros, ya que mi mujer desvelo muchos de nuestros secretos más íntimos como lo grande que la tenía, como me gustaban a mi cierto tipo de posturas, etc. La mujer de mi amigo comenzó también a hablar de lo mismo y nos dijo que su mayor sueño aún por conseguir es que se la follasen por detrás pero que le daba miedo y que por eso aún no lo habían intentado en serio y además a mi amigo no le gustaba ver a ella como le decía que no se la metiese que le hacía daño. Mi mujer se envalentonó y dijo que nosotros eramos unos expertos en eso y que a ella al principio también le daba miedo pero que poco a poco se fue convenciendo y que ahora disfruta un montón cuando yo la enculo. Mi amiga le dijo al marido entre risas que esa noche iba a ser la definitiva. Nos marchamos de allí a nuestra habitación y mi mujer y yo echamos un polvo fenomenal.
A la mañana siguiente, las chicas se fueron antes a la piscina. Nosotros tardamos más en levantarnos, cuando desayunamos nos fuimos a buscarlas al mismo sitio del día anterior no encontrándolas. Miramos por toda la piscina y no las vimos. Cuando estábamos ya cansados de buscar y apoyados sobre la barra de unos de los bares del hotel, vi a mi mujer como salía del agua y para mi sorpresa estaba completamente desnuda. Yo no le dije nada a mi amigo hasta que comprobé donde se colocaba mi mujer y vi a la suya como estaba también en la misma situación. Cuando se lo dije no se lo podía creer, nos dirigimos hacía ellas. Cuando nos vieron llegar se cortaron un poco y nos preguntaron que si nos molestaba, yo le conteste a la mía que no y mi amigo se quedo un poco callado pero tras un beso de la mujer le pareció bien la idea. Les dijimos que nos fuéramos de allí hacía la otra zona no nudista que nosotros estábamos vestidos y ellas sonriendo nos dijeron que ellas llevaban razón y que nosotros éramos los que teníamos vergüenza de aquello, tanto que habíamos hablado de ellas y éramos nosotros al final los que teníamos reparos. Yo en un acto de valentía opté por quitarme el bañador y tumbarme en la tumbona boca abajo, mi amigo siempre más pudoroso tardó unos minutos más en hacerlo. A la hora de estar boca abajo decidí que ya era el momento de pasar de todo y comportarme como si fuera vestido asi que me di la vuelta me coloque de pie con mi pene colgando y le dije a mi amigo que nos fuéramos al agua. Él se vino conmigo al agua y desde allí pude observar a las dos mujeres que estaban espléndidas y que hablaban tan normal. Mi amigo y yo hablamos un rato dentro del agua sobre el tema y que esto no teníamos que contárselo al resto de amigos y así se lo hicimos ver a las chicas que estaban de acuerdo con nosotros.
Tras pasar todo el día entre la piscina y la playa en las zonas nudistas, salimos a cenar y luego a mi habitación para tomarnos otros pelotazos. Ya en la habitación volvimos a hablar de ello y de lo fácil que había sido todo que al principio un poco de vergüenza pero después se fue pasando. La mujer de mi amigo dijo que le gustaba como tenía el coño preparado mi mujer, ya que lo tenía afeitadito sólo con un hilito de pelos, mi mujer le comentó que a mi eso me ponía cachondo. Mi amiga le preguntó a su marido si también le gustaba, él contestó que sí. Ella le dijo a mi mujer que como se lo hacía contestándole mi mujer que era yo el que se lo hacía, yo a modo de broma le dije que cuando ella quisiese se lo haría, todos comenzamos a reirnos y seguimos hablando de sexo. Mi amiga comentó que al principio no se había fijado en mi pene pero que luego con el transcurso del tiempo se fijó y dijo que lo tenía muy grande y que como no le dolía a mi mujer cuando se lo metía por el culo. Mi mujer le contestó que todo era por la delicadeza con que lo hacíamos y que el culo lo tragaba todo, igualmente mi mujer dijo del pene de mi amigo que tampoco se quedaba atrás que aunque más pequeño era un poquito más gordo y curvo.
Después de un buen rato salió de nuevo el tema de los pelos del coño y yo como ya vi que todos estábamos medio borrachines le dije a mi mujer que sacara los utensilios de afeitar y que iba a enseñar a mi amigo a hacérselo a su mujer. Ellos se me quedaron mirando y yo sin dudarlo le dije a mi amigo si quería a lo que sin dejarlo hablar contesto la mujer que si. Mi mujer sacó la maquina de pelar y las cuchillas de afeitar y se tumbaron las dos en la cama. Yo a mi mujer sólo tenía que repasárselo porque no hacía ni dos semanas que se lo había hecho, pero el coño de mi amiga era un bosque de pelos. Empecé yo con mi mujer y todo lo que yo iba haciendo mi amigo lo realizaba, él con la maquina eléctrica peló todo el pubis de su mujer y con las cuchillas comenzó a rasurar los pelos que tapaban la entrada del coño y el clítoris. Yo acabe pronto con mi mujer, pero a él todavía le quedaba bastante así que como lo vi tan metido en su papel comencé a estimular a mi mujer. Ella al principio me quitaba la mano por pudor pero conforme yo seguía ya ofrecía menor resistencia, la amiga se dio cuenta de la situación y la muy guarra me cortó el rollo porque dijo que estuviera atenta a lo que estaba haciendo su marido vaya que no se lo hiciera bien. Cuando llegó el momento de hacerle el hilito fino de pelos ella le pidió a él que se lo hiciera yo porque él no tenía pulso e iba salir una mierda. Yo mire a mi mujer y ella dijo que si, luego le pregunté a él si le importaba y dijo que no, así que me dispuse como si del coño de mi mujer se tratase pero era tanto lo que le había hecho de mal su marido que no había solución y después de hablar decidimos afeitárselo entero.
Tengo que decir que hasta ese momento a mi no se me había pasado, ni a ninguno de los allí presentes, nada por la cabeza de aprovecharnos unos de otros, sino que era como un juego desenfrenado. Cuando terminamos de afeitárselo y mientras ella se limpiaba, mi mujer aún estaba tumbada en la cama con el coño al aire ya limpito. Yo estaba en el cuarto de baño con mi amigo guardando los utensilios cuando le dije que me iba a tirar a mi mujer que estaba muy cachonda y que la suya también estaba así que si quería se la podía tirar allí mismo. Su mujer escucho toda la conversación puesto que estaba también en el cuarto de baño, yo la miré y le dije que si quería que adelante. Yo me salí del cuarto de baño y empecé a calentar a mi mujer que ya sin ningún pudor me cogió la cabeza y se la metió entre sus piernas para que le comiera el coño, cuando salieron nuestros amigos del baño nos encontraron en esa situación y ni cortos ni perezosos ella comenzó a comerle la polla, estuvimos allí comiéndonos y follándonos cada uno con la suya durante un buen tiempo, sólo de vez en cuando, yo hacía por tocarle a mi amiga sus tetas para calentarla pero cuando mi amigo miraba yo retiraba la mano despacio.
Cuando ya estábamos a punto y ellas se habían corrido tres o cuatro veces cada una, mi mujer me pidió lo de siempre y era que la enculara, yo la coloqué a cuatro patas. En ese momento las dos empezaron a hablar y escuche como mi mujer le decía tú te lo pierdes, estaba mi mujer gozando de lo lindo cuando mi amiga decidió pedirme que los ayudara a ellos, yo estaba tan calenton que no podía parar de follar a mi mujer, así que no se ni como la levanté de la cama y le dije, enséñale tú a él que yo voy a poner bien a esta. Todos nos quedamos mirándonos y tras un breve espacio de tiempo dije que así, así que cogí a mi amiga la coloque a cuatro patas aparte al marido y le dije hay tienes a mi mujer que sabe lo que se hace. Sin mediar palabra el se quito y se fue hacia mi mujer que ni corta ni perezosa empezó a explicarle como tenía que colocarse y que es lo que tenía que hacer para darle placer. Yo comencé con su mujer echándole un poco de aceite en su agujero mientras me la follaba por el coño a la vez que le metía dos o tres dedos en su culo. Después cuando ya se lo vi bien fui penetrándola poco a poco para que se fuese acostumbrando a mi polla, ella me iba marcando los pasos con la mano, mientras tanto mi mujer y mi amigo seguían allí, él ya dentro suya por que el culito de mi mujer ya estaba bien preparado. Yo le decía a su mujer que lo mirara para que se pusiera cachonda y perdiera el miedo, cuando vi que aquello ya había dilatado lo suficiente para tragarse toda mi polla apreté pausadamente hasta clavársela hasta los huevos, ella emitió un suspiro como el que dio mi mujer la primera vez y luego comencé a follármela sin darle descanso al principio note como se resistía a las embestidas pero luego se fue calmando y empezó a disfrutar. Estábamos en ello cuando mi amigo empezó a decir que se corría y sin esperar contestación de mi mujer se sacó la polla y se corrió en su espalda, ella le dijo que así no que tenía que correrse dentro del culo que a ella le gustaba notar lo calentito del semen. Escuchando esas explicaciones de mi mujer yo ya no podía aguantar más y en ese mismo momento mi amiga comenzó a correrse de tal manera que ambos se callaron y yo comencé a descargar toda mi leche en su culo, ella al notarlo se puso todavía más cachonda volviéndose a correr.
Después de un rato de relax y tras varios minutos mis amigos se fueron a su habitación, mi mujer y yo estuvimos un rato hablando y preguntándole por la experiencia que para ella había sido muy buena al igual que para mi porque muchas veces habíamos fantaseado sobre ese tema de que la follara otro hombre mientras yo me follaba a otra mujer, asi que sin decirlo habíamos realizado nuestra fantasía y además con unos buenos amigos. A continuación me la coloque a cuatro patas y me la encule.
A la mañana siguiente cuando nos levantamos fuimos a por nuestros amigos, aunque un poco cortados; y ellos no estaban en la habitación nos habían dejado una nota que estaban en la piscina. Fuimos para allá y allí estaban ellos de nuevo completamente desnudos nos sentamos al lado y nos bañamos jugando unos con otros como sino hubiera pasado nada. Tras un rato mi amigo me comentó que a su mujer le había gustado mucho y que eso no debería de salir de allí. Yo le comente que lo mismo que era un secreto a guardar entre nosotros dándomelas gracias porque después el por primera vez había logrado encular a su mujer. Los seis dias restantes los pasamos muy bien, por el día como unas buenas parejas de amigos y por la noche nos juntábamos en alguna de las dos habitaciones y compartimos a nuestras mujeres.
Una vez de vuelta en nuestra ciudad también, sobre todo los fines de semana, nos solemos juntar y pasárnoslos igual de bien que en ese viaje de Almería.