Relatos Eróticos Infidelidad
Mi mujer y mi primo | Relatos Eróticos de Infidelidad
Publicado por Anonimo el 12/07/2013
Me casé en el 2007 con Giannina, una mujer guapa, de bunas piernas, buen tamaño de pecho, jovial, viste bien, normalmente sale con unas amigas buena onda que la acompañan a todos lados ya que no le gusta andar sola por la calle.
Para evitar rumores, Giannina me ha comentado que desde inicios del 2012 en sus salidas las acompaña un primo mío a todas partes, de manera que andan los cuatro juntos o solo mi mujer y Alfonso, a partir de fines de abril del 2012 las salidas las realizan hasta entrada la noche, de antemano los mi mujer y mi primo quedan en salir solos o terminan los dos solos, porque sus amigas deciden que temprano las pasen dejando en sus respectivas casas, le digo a mi mujer que me comente más y si existe algo entre Alfonso y alguna de las amigas o es con ella el asunto ya que si sus amigas piden que las dejen temprano es para no interrumpir el romance que puede estar surgiendo, a lo que mi mujer responde que solo salen como amigos, yo le respondí que eso en cualquier momento puede convertirse en algo más, porque mi primo no tiene tantas atenciones con nadie como las tiene con ella, lo que claramente demuestra que el siente algo por Giannina.
Una noche en la cama luego de aproximadamente tres meses de su comentario, mi mujer me dice que yo tenía razón, a lo que le respondo que a qué se refiere, ella me dice que no me vaya a molestar pero ocurre que varias veces ha salido al cine con mi primo, las primeras veces se cogieron de la mano, entrelazando los dedos, Alfonso la abrazaba y se dieron un par de besos en la boca, una de las siguientes salidas en el cine mi primo le comento que parecía de no llevaba brasier, ella guardó silencio unos segundos y le dijo si quería salir de la duda debía cerciorarse por el mismo, por lo que acarició directamente la piel de los senos a mi mujer, le comenté a mi mujer que era evidente que algo así ocurriría, cuestionándole acerca de que iba a hacer ahora, ella respondió que si yo quería que no volviera a salir con Alfonso, lo comprendería, respondí que continuar con Alfonso o no lo decide ella, creo que al igual que el hombre, las mujeres cuando quieren pueden ser totalmente infieles y tener a sus maridos crédulos de su fidelidad que no es tal, por lo que prefiero saber que Giannnina sale y hace el amor con mi primo antes que sea un completo desconocido, pero que me mantenga al tanto de todo.
No volví a hablar del tema hasta que una noche luego de mes y medio de la última conversación, cargado de algo de excitación y con la esperanza que así sea, pregunte a Giannina si ya había hecho el amor con Alfonso, me respondió que han pasado dos cosillas, una mañana en que mi primo la visitaba en casa, mientras ella estaba arrinconada contra la pared, abrazada y departiendo un apasionado beso acompañado de las manos de Alfonso por todos su cuerpo, la señora que hace la limpieza llegó antes de la hora, por lo que rápidamente tuvieron que disimular que no ocurría nada, pero tienen la duda que ella se diera cuenta que algo pasaba, le respondí que de eso no debe preocuparse que si recibo algún comentario, simplemente le restaré importancia, indicándole que lo que haga o deje de hacer mi mujer no es asunto que le incumba a la señora. Lo otro es que como han salido tantas veces en las que han compartido caricias por casi todo el cuerpo, que la última vez que salieron, Alfonso la llevó a un lugar apartado con la finalidad de no ser interrumpidos, ocurrió algo que se veía venir en cualquier momento, allí dejándose llevar por la excitación, Giannina dejó a mi primo le quitase la blusa, el jean y el brasier hasta dejarla con los pechos al aire y en braga, según comenta mi mujer, Alfonso quedó en bóxer y mientras ambos permanecían de pie, mi primo mamó con intensidad sus pechos, su estomago, para terminar sacando completamente la braga, ya con sus senos y su concha expuestos y a disposición de mi primo, Alfonso la acostó suavemente en el piso, se montó sobre ella, tocándose piel contra piel sus pechos desnudos y lubricados por el sudor que mi primo derramaba en mi mujer, al tiempo que el miembro erecto de mi primo, cubierto por el bóxer, rozaba y pudo ser claramente sentido por la concha desnuda de mi mujer, poco después, mi primo descendió con su boca por los senos de mi mujer, hasta llegar a la concha para arrancarle con boca y lengua, más de un orgasmo, al incorporarse Alfonso, lo que hasta minutos antes Giannina había sentido en su concha, pudo observar como el bóxer de mi primo se levantaba como carpa en lluvia, ya que guardaba su muy erecto y chorreante miembro, mi mujer le pidió aprobación para acariciarle el miembro, una vez consentido su deseo, mi mujercita metió su manita en el bóxer, sintiendo por vez primera en sus manos otro miembro y fluido que no eran míos, fluido que le permitían recorrer fácilmente la extensión de ese trozo de carne, pregunté entonces qué sintió cuando mi primo la penetró, respondiendo mi mujer que aún no me ha sido infiel por dos razones, una es que me ama mucho y otra porque durante tanto tiempo Alfonso nunca le ha dicho qué siente él por ella, que si él la conociera bien, sabría que ella necesita no solo la demostración del cariño, sino que necesita escucharlo, por lo que cuando mi primo le preguntó si podía introducirle su pedazo de carne en la conchita, ella le respondió que no, dejándolo con el miembro completamente erguido y con todas las ganas contenidas por más de seis meses de caricias y demostraciones de correspondencia que se vieron frustradas en momento de mayor excitación, por lo que no sabe si la volverá a buscar.
Le dije que no se preocupara, es muy probable que la vuelva a buscar, tal vez no inmediatamente, pero que si lo hará ya que él siente algo más que cariño de prima por ella, que si le mamo la concha, también bebió del néctar de los jugos de tu conchita y debió quedar impresionado ante lo jugosa y deliciosa que la tiene, las ganas por ella no se le pasarán tan fácil, por lo que la próxima vez que vuelvan a salir, debes aprovechar la oportunidad para que ambos se entreguen y descarguen con pasión todas las ganas reprimidas que tienen el uno por el otro, indicándole a Gianaina que sería mejor que lo hicieran en nuestra alcoba, advirtiéndole que en su entrega de pasión no se preocupe por evitar rastros, en su lugar me gustaría que dejara a mi primo llenarle abundantemente el interior de su concha, con todo el semen acumulado por tanto tiempo, así encontrarla con sus piernas chorreantes de semen proveniente de su inundada conchita , o con claras huellas que muestren que ha disfrutado del cuerpo y el miembro de mi primo. Me excitaría muchísimo, llegar a casa y contemplarlos en pleno acto de entrega de amor en cualquier posición, observar como el miembro de Alfonso poco a poco se va perdiendo en el ojete del culito virgen de mi mujer, mientras ella va transformado sus gritos de dolor en placer, así mi primo y yo habríamos compartido no solo el amor por la misma mujer, ambos habríamos estrenado algo de mi mujer, en ese momento mi primo el culito mi mujer y yo hace seis años la conchita de ella.
Ella puede hacer el amor con él, las veces y el tiempo que quiera, invitarlo a pasar en casa un día, una noche o los días y noches que quiera, amanecerse haciendo el amor, estando yo presente o no, la verdad es que amo a mi mujer y quiero verla feliz constantemente, compartiendo su amor, sus caricia, su tiempo, sus labios, su lengua, su cuerpo únicamente con mi primo y conmigo.