Relatos Eróticos Infidelidad
Mi mujer me engaño a medias con mi primo | Relatos Eróticos de Infidelidad
Publicado por Anonimo el 05/05/2013
Hace un mes mi mujer me dijo tener algo importante que confesarme y podría cambiar nuestra relación, eso la tiene sumergida en pena y cargo de conciencia, en ese momento se detiene a ver mi reacción, el silencio se apodera de la habitación, nuestras miradas se encuentran frente a frente, le respondo que espero me cuente absolutamente todo por difícil que sea, sin guardarse nada.
Ella empieza relatando que desde mediados del 2011, durante año y medio varias veces ha salido con un familiar mío y producto de ello surgió algo entre los dos, al punto que él consiguió de ella cosas que solo me daba a mí,
En ese momento intuí de que familiar se trata y comienzo a pensar que mis observaciones no eran erradas, por lo que dije e insistí que no solamente no se guarde nada, sino que me detalle qué es lo él ha conseguido de ella, entonces me cuenta que sus salidas se han hecho en diferentes horas del día y varios días, al principio solamente era compañía para no salir sola, pero poco a poco se fue convirtiendo en confianza y luego él la invitaba a salir, comían juntos, hasta que una tarde al saludarse, un beso tocó la comisura de sus labios, sin emitir comentario, durante la tarde, su cabeza repetía la imagen del saludo.
En ese momento mi mujer pregunta si quiero que se detenga en su relato, a lo que le respondí que me interesaba conocer toda la verdad en detalle y que continuara.
Continúa diciendo que la siguiente vez que lo llamó para que la acompañe, la tarde era muy calurosa, me encontraba en la ducha cuando sonó el timbre, por lo que me coloqué un salto de baño para abrirle la puerta, el sol brillaba intensamente por lo que lo invité a entrar a la sala, ya adentro él me dio un fuerte abrazo y esta vez el beso tocó la mitad de mis labios, luego nos separamos y me observó recorriéndome completamente con la mirada, yo algo perturbada por el apretón, el beso y la mirada, le indiqué que espere sentado en el sillón, mientras iba al dormitorio a cambiarme para salir; al entrar en la habitación y llegar al espejo de cuerpo entero, me di cuenta que la bata mojada por mi cuerpo sumado al apretón, volvió transparente la bata, dejando a tu primo, ver claramente mis pezones y el triangulito de pelos de mi panocha. Mientras buscaba que ponerme, sentí un fuerte abrazo por la espalda y el miembro de tu primo completamente erecto en la mitad de mi nalga, me tomó del cabello, halando mi cabeza hacia atrás para buscar mi boca e introducirme su lengua, sobre la bata con sus manos agarró mis senos y como le correspondí el beso, su otra mano soltó mi cabello para acariciar mi panocha, convirtiendo la situación en extremadamente excitante.
Reaccioné a los pocos minutos, ante el temor que las cosas pasaran a mayores, pidiéndole que por favor me espere en la sala, quedé completamente impactada al comprobar primero que los dos besos anteriores no fueron casualidad, y que algo más que amistad estaba ocurriendo entre nosotros al haber correspondido su beso y producto de la excitación mi panocha se encontraba totalmente mojada al tiempo que mi mente alucinaba ante lo ocurrido.
En ese momento mi mujer vuelve a preguntar si quiero que se detenga en su relato, yo bastante emocionado y excitado por lo que me cuenta, rápidamente le respondí que continúe, me interesaba conocer qué ocurrió finalmente.
Ahora bien, eso dejó prendido en mí sensaciones que antes no había vivido, ya que nunca antes te he sido infiel.
A pesar que veníamos saliendo casi un año, tenía miedo de lo que ocurriera la próxima salida y que él me viera como una mujer fácil, siempre que salíamos gustábamos pasar por algún restaurante y probar diferentes platos, a los pocos días, me llamó y me invitó a un picnic y como que se encontraba a pocas cuadras, me recogería en un par de minutos, ese momento yo vestía una minifalda con tanga, una blusa de tiras sin sujetador, tal como te gusta que yo vista y en menos de los dos minutos señalados, sonó el timbre, abrí la puerta nos saludamos normalmente, agarre las laves me embarqué en su auto, durante el camino no tocamos el tema de lo ocurrido la última vez, al llegar al sitio nos sentamos sobre una manta, como siempre conversamos de varias cosas, comimos lo que él llevó, al terminar el postre, él me indicó que tenía algo alrededor de la boca y como no podía atinar a retirarlo, me dijo si podía acercarse para limpiarme, yo con cierto temor que algo ocurra, pero algo excitada, accedí, me mostró que se trataba de algo de dulce, reímos y en un momento nos besamos apasionadamente, bailamos un rato tiempo que aprovecho en acariciar mi espalda y yo recostar mi cabeza en su hombro, no sabía porque, pero el cortó el baile, me ayudó a sentarme en el piso sobre la manta, mientras descendía pude ver su pantalón hinchado y mojado, era obvio que tenía una seria erección, nos tumbamos sobre la manta, acarició mi pecho sobre la blusa y recorrió todo mi cuerpo con sus manos, metió su mano entre mis piernas, tocando mi panocha sobre la tanga, retiró ligeramente la tanga acariciando mi húmeda panocha, subió encima mío y pude verificar que su miembro realmente se encontraba erecto.
Era tanta la excitación que en un segundo, me desnudó completamente, convirtiéndome en su postre, disfruté de una deliciosa mamada que dio a mis pechos, lamió e introdujo profundamente la lengua en la panocha, degustando así los jugos que le entregaba y que hasta ese momento solo tú habías saboreado, recorrió mis labios vaginales con suaves mordiscos mientras sin parar, me arrancó más un orgasmo; le pedí me dejara tocar su miembro erecto, así mientras le bajaba el bóxer, pude ver como chorreaba y lo dura que la tenía, mis dedos sintieron la viscosidad del líquido previo al acto, lo que permitió que mi mano fácilmente se deslice a lo largo de esa polla que no era tuya, la suavidad de su glande, pero cuando me preguntó si podía penetrarme le respondí con un no.
Otras oportunidades más mientras tu primo permanecía en bóxer y yo desnuda, ambos acostados, el se montaba sobre mi y yo cruzaba mis piernas sobre la espalda de él, al tiempo que mi panochita desnuda era rozada por ese miembro completamente erecto, separados por la delgada tela del bóxer que mantenía encerrada su polla, friccionando y deslizado el pecho de tu primo sobre mis senos, haciéndolos subir y bajar, lubricados por el baño de sudor que él derramaba sobre mi cuerpo, pero a pesar que pasábamos momentos agradables, cada vez que él volvía a preguntarme si podía penetrarme, siempre le respondí que no.
En ese momento la interrumpí para cuestionarle que me parece mentira que llegando a tanto, no haya pasado más, a lo que mi mujer me dijo, sentí tentación de probar en mi boca y vagina ese miembro, pero es fácil de comprender el porqué no lo hice, no quería ser una mujer en su lista y como nunca expresó que su interés por mí, se trataban de algo más, que tan solo un revolcón de un día y si me hubiera convencido que lo haríamos porque el también me quería como yo a él, con toda seguridad que mi panocha, también hubiera estado a disposición de él las veces que quisiera, así como lo está para ti. Volví a interrumpir para decirle, eso quiere decir que fue cosa de tiempo y algo más de confesión de sus sentimientos hacia tí.
Mi mujer preguntó mi opinión de lo que ha hecho, respondiéndole, que en esa relación solamente hizo falta que su panocha engullera la polla de mi primo y esa inundara con todo semen que las ansias por ella le derramaran en su interior, mas me complace que aunque sea a medias, ella haya disfrutado y vivido esa experiencia con él.
Le comento a ella que además de los lazos de sangre, mi primo y yo compartimos el habernos regocijado de los besos, el sabor, el aliento, las caricias, la ternura, el corazón, el cariño, el amor, el cuerpo de mi especial mujercita, por la que ambos sentimos algo muy especial.
Indicándole que entre nosotros dos no pasa nada malo y continúo enamorado de ella como al principio, le pegunté entonces, qué va a hacer ahora que conoce mi posición y que puede hacer el amor con él. A lo que respondió, tener serias dudas que eso pueda suceder, está intrigada si él se alejó por no causarle problemas conmigo o porque no aceptó hacer el amor cuando preguntaba si podía penetrarla, pero está segura que le dio muestras suficientes para darse cuenta que estaba dispuesta, pero si no pasó más, fue por mantener oculto sus sentimientos hacia ella, desde entonces no la llama ni le ha dicho nada, ahora él tiene pareja y mi mujercita no quiere ser la causa de sus problemas ni separación, que me ama mucho a mí, pero siente algo muy especial por él.