Relatos Eróticos Hetero
Saliendo de la discoteca | Relatos Eróticos de Hetero
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Quiero contarles que mi esposa es algo bajita, 1.50, pelo rojizo, tez blanca, muy hermosa y extremadamente sensual cuando quiere, tiene una cola que me desconcentra mas de una vez, sobre todo cuando la veo boca abajo en la camita con esa tanga toda metida en esas profundidades, dejando verse un triangulito por encima de sus nalgas que despiertan mi morbo.
Quiero contarles lo que pasó una noche que fuimos a la disco, luego de haber ido a cenar. Ella había tomado un trago que le puso los ojos un poco brillosos, titilantes y con una mirada de gatita celosa, yo por otro lado había tomado un par de cervezas que ya me habían empezado a hacer efecto. Ya entrando en la disco, empezamos a caminar y después de bailar un rato, entre las luces y el humo de cigarrillo que se te va metiendo en a la cabeza de a poco, nos sentamos en la tarima descansar, mientras tanto fui hasta la barra, a buscar un par de tragos. El local estaba tan lleno de gente que llegar y salir de ese lugar es algo complicado, pero lindo, porque siempre hay mujeres al acecho en el paso y confieso que pasar apretados y sentir que mi bragueta roza un culo o que un par de tetas toca mi espalda, me caliente y bastante.
Venía con los tragos cuando logro divisar entre la espesura de la noche que alguien se había sentado al lado de mi mujer, era un tipo ya un poco grande, al cual conozco, y que al verla sola, atractiva, como es ella, se le tiró el lance, de manera que decidí quedarme un rato oculto y esperar a ver que pasaba!!!. Vi que charlaban y el como que, quería convencerla de algo, ella estaba un poco nerviosa, supongo que sería porque yo estaría volviendo enseguida. Pero como mi demora era notable, se levantaron y encararon para el lado de los reservados, que son tan oscuros que no se ve ni lo que se habla. Yo no podía entender como me podría estar haciendo algo así, pero a su vez, sentí curiosidad y excitación al saber que estaba observando en directo lo que podría pasar con mi mujer y que además ella sabía que yo la estaría por ahí mirándola desde algún lugar.
Decidí seguir el juego mientras observaba de lejos y me tomaba la jarra de fernet-cola a tragos agigantados, tenía una sed mezclada con ansiedad y calentura. Traté de acercarme lo mas que pude sin que se diera cuenta que la había estado siguiendo, estuvieron charlando y vi que ella se sentó sobre su falda mientras el recostado en ese sofá seguramente se calentaba viendo su figura bailando frente suyo, nunca la había visto hacer semejante cosa, me sorprendí al ver lo bien que se movía, sus caderas al ritmo de la música, con sus manos ella tomada las suyas y con las piernas abiertas como si estuviera montando a caballo y dándole la espalda, levantaba su piernas por encima de las suyas y el se quedaba inmóbil, sorprendido por semejante actuación. Se dio vuelta y mirando hacia el se le sentó encima y comenzó a hacerle movimientos pélvicos sobre su bragueta, siempre al compás de la música. Yo no perdía detalle ni cuando llevaba la jarra a la boca. No podía creer lo que estaba viendo.
En un momento volvió a la posición de antes y con sus piernas abiertas seguía su baile y vi como el tipo con un brazo la tenía de la cintura y con la otra mano se la metió entre las piernas y empezó a tocarle la vulva, se le pegó la mano, no se la sacaba y ella hacía gestos de placer, se mordía los labios y pasaba sus manos por su cuerpo al ritmo de la música, cerrando sus ojos sin percatarse de que alrededor había otras parejas, que claro, tampoco les importaba lo que pasaba a la redonda, ya que estaban en algo parecido. El tipo, con una mano le tocaba la concha y con la otra empezó sobarse el bulto, se ve que estaba envergado hasta el ombligo, y yo ni contarles, no solo eso, mi pulso estaba totalmente descontrolado, sentía un temblor en las piernas y un calor que corría por mi espalda.
De pronto abrió sus ojos y me vio... la muy zorra me hizo un gesto con la lengua pasándoselos por los labios como invitándome a la fiesta, y yo seguía entusiasmado con el espectáculo, ella pasó uno de sus dedos por su entre piernas y sacando un poco de caliente flujo de su vulva se lo pasó por la boca al candidato, se agachó hacia el y le dio un lengüetazo en la boca, le sonrió y lo dejó con el marlo calentito, se vino caminando hacia mi, me tomó de la mano y me llevó a la pista a seguir con el baile.
En ese momento estaban pasando una música que no podés hacer que tu cuerpo se controle y la guacha se movía como una víbora en celo, abría sus piernas y una de las mías entremedio sentía que su vagina esta completamente húmeda, su tanga desbordaba de flujo caliente, y yo anonadado, todavía no podía comprender lo que había visto y lo que estaba viviendo ahora. Tenía los dos tragos mis manos, ella tomó uno y empezó a beberlo como si tuviera una sed incontrolable, me agachó la cabeza y me dijo al oído:
- no sabes las ganas que tengo de que me cojas.
- Y yo no sabes lo caliente que quedé después de lo que vi, le dije
- Te gustó, papito, te calentaste... no era eso lo que siempre quisiste?, ver como tu mujer es capaz de hacer calentar a un macho?
Lentamente nos fuimos hacia la puerta, yo la llevaba delante mio entre la gente apretujados, tenía mi pene totalmente duro y ella lo sentía en su cola, llegamos al auto y emprendimos marcha hacia un lugar mas tranquilo. Puse música, y no pasaron ni 50 metros y se me tiró de cabeza entre mis piernas, me desprendió el cierre del pantalón y mi verga exclamó presencia al toque.
Bueno...no puedo explicar de que manera la muy calentona, me pasaba la lengua, me lo chupaba con ardiente frenesí, me hizo sentir las cosa mas hermosas que nunca había sentido, ir manejando en la noche, en medio de la ciudad tratando de disimular el placer que me daba sentir una boca deborándome la pija.
- no puedo creer como chupas verga, le dije jadenate....aaaahhh
- te gusta no?, y que me lo trague todos asiiiiiii, mmmmm shhchp chp cluppp
- ay mi amor, que bien que se siente. Seguí así, despacito que yo me estoy imaginando como se lo hubieras chupado al tipo ese.
- Mmmmm, te gustaría verme?
- Claro, sabés que es mi fantasía!! Le dije.
Mientras buscaba un lugar tranquilo en la noche, ella seguía muy entusiasmada con su chupada, y me dice.
- acabame, papito, quiero tu leche en mi boca, me la quiero comer toda, porque después quiero que me cojas y me comas la cola sin descanso hasta que me arda.
No tardé mucho y en una descarga sin descanso le deje mi fluido bien en la garganta, se tomó toda mi leche. Y me siguió chupando la verga hasta que me la limpió. Yo no sabía si parar o seguir, porque no hay placer mas lindo que ir manejado y sentir que estas acabando.
Estacioné el auto a un costado del camino, acomodamos los asientos y lentamente fui sacándole la ropa, cuando saqué su tanga, su concha correaba un fluido que no había visto nunca en tanta cantidad, estaba re caliente, eran varias cosas a la vez que habían pasado. Me inundé la boca con su fluido que tenía un olorcito a calentura que me empezaba a excitar de nuevo. No tardó mucho en acabar y apretándome la cabeza y entre contorneos de pelvis tuvo su primer orgasmo entre gemidos y jadeos que podía oírse desde afuera:
- aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiiii, mi amor, papito, chupame todaaaa asiiiii, comeme la cola ya que no aguanto mas, quiero una pija adentro, que dilate.
La puse en cuatro patitas en el asiento trasero y con el mismo flujo de mi chupada y el de su vagina le lubriqué el huequito punzante. Le apoyé mi verga ya dura nuevamente y se la enterré despacito pero sin descanso, hasta el fondo:
- así te gusta?
- Siiiiiiiiiiiiii, ahhhhhhhhhhhhhhh,... mmmmmmmmmmmmm si mi vida...
- Te gusta sentirla?
- Me gusta como me abre el culo, tu pija duraaaaaaa, siiiiiii, seguí sin descanso, cogeme, fuerte...
Comencé a hacer embestidas cada vez mas fuertes hasta que me dice:
- enterrame esa poronga en la concha...
me senté y se me subió encima, y quejándose: -aaaaaaaaayyyyyy papito, se la comió hasta los huevos, y empezó a cabalgar sin descanso, hacía círculos en mi verga y yo sentía que me estaba muriendo del placer, no podía comprender lo puta que podía ser mi mujer y con vos agitada le dije:
- que putita te estas portando eh?
- Y a vos te gusta no?, guacho calentón!!!, te gustó como lo calenté al tipo en la disco?, la verdad que tenía ganas de cogérmelo ahí mismo, pero no voy a perderme la oportunidad, no lo dudes.
- En serio?
- Por supuesto, y cuando lo agarre le voy a hacer esto... te gusta?
- Aaaaaahhhh por favor, que tenés adentro de esa conchita, una exprimidora?
- Si algo que te va a dejar sin una gota, sin aliento, te voy a coger hasta que me digas basta.
Siguió su cabalgata hasta que empecé a sentir que mi reserva se venía cada vez mas cerca y llegamos juntos en un dúo de quejas y gemidos interminables que no se pueden escribir, ni describir, era puro placer, un ardor que recorría el cuerpo y una mezcla de dolor con desesperación en la cabeza, algo extremadamente sensacional.
Luego del cansancio y el éxtasis nos quedamos tendidos un rato y marchamos muy lentamente a casa. Fue una noche maravillosa, una noche de lujuria y placer que quisiera volver a repetir.
Después de ese día empecé a sentir un poquito de miedo a saber que cuando sale sola con sus amigas no puedo conciliar el sueño porque el tormento que se produce en mi cabeza pensando lo que puede estar haciendo no me deja pegar un ojo. Desde esa noche me di cuenta, que mi mujer, es mi amante y la mas puta cuando quiere...y eso, me gusta.