Relatos Eróticos Hetero
Placer en el trabajo | Relatos Eróticos de Hetero
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Durante varios años me dediqué a hacer sistemas para computadoras. En el 2001 hice un viaje dentro del país a otra ciudad. Un supermercado me contrató para hacer el sistema de control de inventarios y facturación. Por lo general viajaba por la noche para estar temprano al otro día o a veces viajaba en avión, para no llegar tan cansado. Por lo general permanecía más de 1 semana en ese lugar. Por las noches después de trabajar, me dirijía al hotel donde me hospedaba.
En el supermercado habían como unas 10 chicas trabajando. Tenían diferentes características físicas, pero algo en común: Eran super molestonas y les gustaba decir cosas pícaras.
En el segundo piso del supermercado, se encontraba el departamento de ropa, y un día se me ocurrió hacer una pequeña travesura. Le dije a la encargada que me mostrara algunos trajes de baño, pues quería nadar el fin de semana en la piscina del hotel, a lo que ella me dijo: "Tengo varios que creo que le interesarán", y yo le pregunté: "Por qué"..... "Pues creo que con estos va a llamar la atención, se lo digo yo, que soy la encargada del departamento."
Después de esperar varios minutos aparece y me lleva 2 bañadores. Uno era bastante pequeño, y yo dije para mis adentros: "Con esto no voy a poder esconder mi trozo de carne", y el otro bañador era más discreto, pero creo que me consiguió uno muy ajustado.
Acto seguido entré al vestidor, pero hubo algo que me llamó mucho la antención, se escuchaban voces fuera del vestidor.
Pasados unos minutos escucho una voz que me dice: "Como le quedaron los trajes de baño?".... y por mi mente paso una idea... pues era claro, me dije a mi mismo que saldría a mostrarle como me había quedado .
Todo esto me exitaba y esperé a tener una erección, con el hecho pensado de que ella me viera el bulto marcado en el bañador.
Yo le respondí: "Me gustaría que me viera para que me dé su opinion.". Acto seguido, abro la puerta del vestidor y para mi sorpresa, estaban 3 chicas más, que eran dependientes de los otros departamentos de ese nivel. Y casi al mismo tiempo, todas bajan su mirada y se pudieron dar cuenta de lo que en ese momento me estaba sucediendo, ya que el bañador marcaba perfectamente mi miembro completamente estirado. Como la chica encargada del departamente me había escogido los trajes y las tallas, buscó algo pequeño, y por la parte de arriba de ese bañador, se lograba ver una pequeña parte de mi pene, cosa que las chicas trataron de disimular, pero no lo lograron... una de ellas me dijo: "Y por qué no se prueba el otro bañador? a lo mejor y se le ve tan bien como este".
"Esta bien" les dije, y cerré lentamente la puerta del vestidor. Para eso yo ya me encontraba bastante excitado, pues sin querer estaba dando un pequeño show. Me apresuré y me puse el otro bañador. Este tenía la característica de que, por su forma, se podía obserbar con más claridad a esa parte de mí que quería salir... que quería ser vista..
En cosa de un minuto, abri nuevamente la puerta y las 4 chicas esperaban nuevamente afuera, y se repitió la misma historia. Al mismo tiempo dirijieron la vista sobre mí y creanme, que eso me facinaba. Una de ellas llamada Deborah se atrevió a decirme: "Y por qué no sale desnudo?"... y yo le sonreí y le dije: "Por qué no?" Estaba a punto de hacerlo cuando escuché la voz de la dueña del supermercado preguntando por una de las chicas, lo que impidió que llevara a cabo mi plan.
Me vestí y salí prometiendo que regresaría después. Regresé al centro de cómputo y continué con el trabajo. Como una hora después necesitaba ir a mi hotel a traer unos CD's que contenían unos programas, así que pensé en regresar caminando, pero no fue necesario, ya que el dueño le ordenó a una de las chicas que me llevara en su motocicleta.
Ella es una chica bajita, piel bronceada, no tiene malas piernas y busto, pues es como un 34... nada fuera de lo comun... asi que ella fue quien me llevó a mi Hotel para recojer mis discos. Ella era una de las 4 chicas que estaba esperando fuera del vestidor cuando me probé los trajes de baño. Nos subimos a la motocicleta y nos dirijimos a mi hotel. Al llegar le dije, "Espereme aquí abajo, no tardo mucho". La verdad es que yo solo iba a buscar los discos, pero estando allá arriba se me ocurrió algo... ¿Adivinen que?
Pues me asomé desde el balcón y le digo, "Hey, suba un rato". A lo que ella, ni lenta ni perezoza reaccionó. Al minuto ella estaba en mi habitación. Por el clima del lugar visten muy comodo. Llevaba puesto un Short, una playera blanca y unos zapatos deportivos. Cuando entró en la habitación le digo:
"Ayudeme a buscar mis discos por favor"... y ella se ríe y me dice: "Usted que dijo, ya me la creí que solo a buscar discos subí" Yo la miré y empiezo a reir... y pude ver en su rostro un dejo de picardía y traté de imaginar lo que en su mente existía en ese momento..
"Bueno", me dijo "Me va a enseñar lo que no quiso mostrarnos en el vestior?". Yo me sorprendí un poco por la forma tan directa de decir las cosas.... pero me gustó. Y por supuesto, que creen que pasó? Le dije: "Pues si quiere ver, con gusto, pero haremos algo, por cada prenda que me quite yo, usted también se quitará una, le parece la idea?, Aunque recuerde que no tenemos mucho tiempo. Así que empezamos un juego "rapidito", y no por ser rapidito dejaba de ser emocionante. Ella quita sus zapatos de primero y yo igual, ya que ese era el trato. Retira su playera y yo retiro mi camisa.
Parecía una pelea de desesperados, ya que no le pusimos mucho énfasis en hacer un streap tease, nos dejamos llevar por la premura del tiempo y por la calentura que nos tenía presos
Ella quedo con su sostén y acto seguido suelta el boton de su short y baja el cierre del mismo, y con gran habilidad se desprende de él. Yo por mi parte me quite el jeans que tenía puesto y quedé unicamente con un boxer de algodón. Ya para entonces se notaba que yo estaba hormonalmente alterado.
Mientras que a ella sus pezones la delataban también. "Y ahora qué?" me dijo... "Pues si quiere seguimos perdiendo el tiempo, o empezamos con esto de una buena vez?" le contesté.... y acto seguido, se quitó el sostén y la tanga que traía puesta. Ya no había nada más que hacer sino, darle rienda suelta al deseo. A mi no me faltaba sino mi boxer, el cual como por arte de magia lo hice desaparecer... mientras sacaba de mi maleta un condón de sabor a banano. (Estos condones fueron proporcionados por mi amigo Oscar, que tiene aficion a la coleccion de condones y que días antes de mi viaje me había obsequiado) "A que huele?" pregunto ella... "Pues creo que a caramelo de Banano", le contesté. "Yo no voy a quitarle el sabor a ese pedazo de latex, quiero probar su sabor al natural", Wow, dije en mis adentros... eso significa que "Mmmm" ya no me dió tiempo a pensar más, ella se lanzó a mí y empezó a comer mi miembre, pedacito a pedacito, centímetro a centímetro. Yo solo me dedicaba a acariciarla y a disfrutar de la tibieza de su boca, que realmente me estaba llevando al punto máximo del placer.... era exitante ver como su boca se lo comía entero y luego lo volvía a dejar libre... y creo que fué una de las veces que más disfruté del sexo oral, ya que la premura del tiempo le ponía un tinte bien exitante a la situaciónElla se separó un momento de mí y me dijo: "Ya no aguanto más, esto se acabó"... "No es posible", pensé... Por un momento imaginé que ya no habría más, y lo más lógico era que yo respetara su desición. Pero continuo diciendo : "Esto demasiado exitada, quiero que me penetre ya".... y esas palabras fueron como música para mis oídos, pues era todo lo contrario a lo que me estaba imaginando... y respondiendo a sus deseos hice lo que me correspondía: Complacerla
Creo que la ansiedad la estaba matando más a ella que a mí, pues al sentirme encima de ella con su mano agarró mi miembre y lo introdujo ella sola, solamente dejando escapar algunos gemidos que se confundían con dolor y placer... y solo alcancé a entender que dijo : "Me aprieta y me duela", "dale, no te detengas, dale como tu queres"..
Yo siempre he dicho que el arte de hacer el amor es como la espontaneidad de la naturaleza. Primero empeze a moverme como lo hace una leve llovizna en una tarde de invierno. Lento, pero con mucho ritmo. Ritmo que va creciendo mientras pasan los minutos. Yo solo procuraba tocar sus paredes internas con mi miembro para poder encontrar todos eso puntos sensibles y creo que lo estaba logrando, pues ella empezó a agitarse demasiado, y se movía cada vez más rápido mientras apretaba sus senos y pellizcaba sus pezones, que ya habían crecido por la reacción de la electicidad hormonal fluyendo en el cuerpo
No pretendo inventar ni mucho menos mentirles, asi que les diré que talvés estuvimos en 2 diferentes posiciones pero fueron suficientes para que los movimientos pasaran de una simple llovizna a un buen aguacero y luego una tormenta... Yo cada vez más exitado me deleitaba viendo su rostro, como arrugaba los ojos y apretaba sus labios, a veces los mordía y a veces aflojaba sus músculos..
Cada vez más aceleraba yo mis movimientos y la penetraba con más intensidad... y solo lograba escuchar gemidos de placer mezclados con un poco de dolor acompañados con palabras como : "Cojame, sigame cojiendo, hagame suya... hagame acabar... metamela toda, metamela toda, me gustan gruezas, ay, me duele, ay, siga, siga..." y pude ver como una pequeña lágrima se le escapaba a su ojo derecho.... y yo... yo ya no aguantaba más, quería explotar, pero sabía que ella estaba apunto de venirse cuando... Ayy, uuuummm, me vengo, uuumm... aaahhggg... me vengo..
Sus mános apretaban mi espalda y se pegaba tanto a mí como un tatuaje al cuerpo y por un momento sentí que ella quería fundirse conmigo, ya que no me soltaba... y no pasó mucho tiempo después de que ella lograra tocar el cielo con las manos... cuando sentí esa descarga tan inigualable recorriendo todos mis nervios, mis músculos... y pude sentir como ese chorro de leche espesa escapaba de mí... segidamente sentí un escalofrío terrible y al fín mis músculos encontraron paz y fueron relajandose poco a poco y mi corazón empezó a desacelerarse
Tuvimos un par de minutos para descanzar, aunque me hubiera gustado que fuera más tiempo. De pronto volteo a ver el reloj que se encontraba en la mesa de noche y... ya había pasado más de 22 minutos desde que salimos del supermercado. Esa fué la vez en que más rápido me vestí en toda mi vida y creo que ella también.
Al llegar al supermercado, las miradas nos perseguían, ya que ellos imaginaban lo que había pasado. No se si fue mi cara de niño bueno o de cinico la que hizo que nadie me preguntara nada.
Esto me sucedió ese día después de la hora del almuerzo. Luego les cuento lo que pasó ese mismo día como a las 5 de la tarde y luego... el gran final... lo que me sucedió a la hora de ir a dormir..