Relatos Eróticos Gays
Mi Sobrinastro | Relatos Eróticos de Gays
Publicado por Jeremy el 05/06/2014
Soy gay pero mi familia no sabe de esta inclinación mía, en la actualidad tengo 35 años y todavía estoy soltero, ellos piensan que todavía no encuentro la compañera
ideal.
Alfonsito es hijo adoptado de mi hermano mayor Sebastián. Su madre era una de sus empleadas y ella lo abandono. Mi hermano en un acto de humanidad lo adopto.
Con Sebastián nos hemos frecuentado esporádicamente, pero las pocas veces que visitaba su casa, siempre mostré inclinación hacia Alfonsito, a pesar de este tener más
sobrinos, mayores y menores. A él siempre lo vi con ternura, sentía mas
apego por él, cuando lo adoptaron tenía 1 año y yo 15. Cuando sus padres
querían salir, iban a mi casa y lo dejaban a mi cuidado (siempre he tenido
sangre dulce para los bebes, siempre se me han apegado).
Bueno esta historia comienza cierto día que fui a visitar a mi hermano
Sebastián, caí de manera oportuna, pues mi hermano y su esposa tenían una
fiesta de quince años y solo llevarían a sus hijas mayores, Eva (17) y María
(16), Alfonsito se quedaría con sus hermanitos menores. Me dijeron que por
favor me quede con ellos, que solo por seguridad, porque los niños ya se
iban a acostar, no tuve más remedio que aceptar, total es mi hermano y no
podía negarle ese favor. Después de darles su leche acosté uno a uno a mis
sobrinos en sus respectivas camas, me puse a ver TV en la sala, allí vi a Alfonsito sentado en un sillón, ya tenía 12 años y estaba alto, tomando cuerpo y poniéndose muy guapo, sentí deseos de apapacharlo como antes lo hacía (no había malicia en ello), y así lo hice, le agarre los cachetes y le dije como has crecido Alfonsito, ya estas casi un jovencito. Si Tío ya estoy casi de tu tamaño me dijo. Estábamos viendo la tele como dije y estaba yo recostado en el sillón de tres cuerpos con una pierna en el
suelo y la otra estirada a lo largo del sillón, Tío me puedo recostar
contigo me dijo Alfonsito, claro sobrino, ven para acá le dije, bajando la
pierna del sillón para que se siente.
No Tío quédate así nomas que yo me echo encima, me dijo ? se echó encima
mío de lo más normal entre mis piernas, pero apoyado en el sillón, en ese
momento no pensé nada pecaminoso en contra de mi sobrino, pero era
inevitable la fuerte erección que eso produjo, más aún cuando Alfonsito se
paraba a cada momento y se volvía a sentar, se notaba que estaba a gusto
sintiendo me miembro erecto rozándole la espalda, cuando de pronto una idea
descabellada paso por mi mente y me levante bruscamente y me fui al baño a
lavarme la cara y limpiar mi miembro que estaba lubricado, salí del baño y
me fui al cuarto a descansar, quédate acá nomas sobrino, que yo voy a
descansar un rato hasta que vengan tus papas. Estando en el cuarto
recostado, pensando en lo que había pasado, cuando entra Alfonsito y me
dice, ya me canse de ver tele tío, mejor me recuesto contigo hasta que
vengan mis papas, mejor anda a tu cama Alfonsito, después para llevarte va a
ser difícil, le dije, tratando de que salga del cuarto, pero no hizo caso,
sin pensarlo dos veces se recostó en la cama donde yo estaba y se echó
posando su cabecita en mi muslo muy cerca de mis genitales, mientras me
conversaba me daba cuenta que miraba con mucha atención el bulto que se
había formado debajo de mi cremallera, el solo roce de su cuerpo al mío hizo
que me erectara brutalmente, el miraba y miraba el bulto, hasta pensé que me
lo iba a tocar, mi mente y mi cuerpo estaban a mil por hora, nunca había
estado con un niño ni mucho menos con un pariente directo mío, esa loca idea
en mi cabeza daban y daban vuelta, y ya no me sentía tan culpable, pues este
chiquillo sin dudas, sabía lo que quería y me lo estaba demostrando muy
bien, ya estaba al máximo de mi arrechura y estaba dispuesto a cometer una
locura, cuando uno de los niños lloro y fui a su cuarto para hacerlo dormir
nuevamente, me aferre a aquel bebe que me quede dormido con él, hasta que mi
hermano llego. Después de esa fecha no volví a visitar a mi hermano para
admiración de ellos.
Habrían pasado casi dos años después de este incidente cuando fue el
cumpleaños de mi Papá, el cual vive en las afueras de Lima, exactamente en
Huaral, allí fuimos casi todos mis hermanos con su familia, mis tíos y
algunos amigos de mi padre, tanto de la zona como de Lima, entre esos
familiares fueron Sebastián y Alfonsito. Al llegar la madrugada y cuando había
que acomodar a todos los que se quedarían en casa, en mi cuarto que todavía
conservo allá, acomodaron a Sebastián, Alfonsito y un niñito más. En mi cama
que es de una plaza y media solo cupo mi hermano Sebastián por ser el muy
gordo, no me quedo más remedio que acostarme en un colchón que se improvisó
bajo el piso con esteras y frazadas, allí también se acostó Alfonsito y el
otro niñito. Sebastián estaba bien borracho, yo estaba también ebrio pero
consciente de lo que hacía, ya llevaba como una hora de estar echado pero no
podía dormir, cuando un deseo irrumpió en mi cuerpo, mi mente recordó a
aquel niño de años atrás recostado encima de mi verga, no me resistí mas y
con miedo empecé a acariciar el cuerpo de mi sobrino que ya estaba más
grande y apetecible que la vez anterior, pose mis manos sobre sus
calzoncillo para sentir sus genitales, y grande fue mi sorpresa al
encontrarme con una enorme verga totalmente erecta que escasamente lograban
cubrir mis dos manos, era impresionante el tamaño de falo que tenía
Alfonsito, lo empecé a acariciar, todavía tenía escasos vellos púbicos, me
sentía raro hacer lo que estaba haciendo pero era excitante.
Sin pensarlo dos veces y en plena oscuridad, empecé a mamarle la pinga a mi
sobrino, el sin hablar, solo me agarraba la cabeza para empujarlo hacia su
falo, haciendo llegar la cabeza de su sexo hasta lo más profundo de mi
garganta, mientras se lo mamaba le iba acariciando todo el cuerpo, aquel
cuerpo aun adolecente pero ya casi con todo en su sitio, le agarraba las
tetillas, este se estremecía, el también empezó a agarrarme la verga y a
hacerme la paja, sus mano recorrían mi cuerpo, me estremecía, me agarraba el
culo, metía sus dedos a mi raja, los dos estábamos excitadísimos, mientras
me acariciaba yo estaba de costado dándole la espalda, sintiendo sus
caricias, cuando de pronto sentí una enorme presión en mi culo, mi sobrinito
me había roto el ano, ni la cabeza logro entrar a pesar de estar recontra
lubricado, lo único que hice fue apartarlo y a seguir chupándoselo porque
quería sentir su leche caliente en mi boca, él no hablaba solo se dejaba
llevar, mientras se lo chupaba el me pajeaba y que paja que me hacía, de
pronto sentí que se retuerce, ya había llegado el momento, sentí su néctar
chisquetear en mi boca, era delicioso ese manjar joven y primerizo.
Luego que me tome toda esa leche caliente, sus manos empezaron a hacerme la
paja con más fuerza, hasta que eyacule fuertemente que me salpico en la
cara, me levante me limpie con el polo que llevaba puesto y después me eche
exhausto, nos quedamos dormidos sin decir palabra alguna. Cuando al siguiente
día desperté, Sebastián y Alfonsito ya se habían ido, Sebastián tenía que
trabajar y por eso se fueron rápido. Todavía pensaba que era un sueño lo que
había pasado, pero no, un dolor agudo en el culo me dijo que no que todo fue
cierto, más aun cuando vi rasgos de sangre en mi ropa interior. Si solo con
la cabeza me hizo eso, entonces que me causaría si me lo metía todo. Me
obsesione.
Tuvieron que pasar dos años más para tener la oportunidad de estar juntos.
Esto paso un día que fui a visitarlos por el cumpleaños de mi cuñada, al
igual todos nos emborrachamos y acabe durmiendo con él, allí él fue quien
tomo la iniciativa y empezó a tocarme, yo tenía miedo que mi hermano pueda
despertar o alguien de la casa escuche ruidos extraños, así que le dije que
mejor otro día.
Ya Alfonsito era todo un Alfonso, era muy agraciado y alto y con un cuerpo
formado a base de ejercicios y con una verga mucho más grande que la
anterior vez, bueno solo lo sé por tacto pero nunca se la había visto
todavía. Así que le dije iba a planear algo para estar juntos nuevamente y
hacerlo nuevamente pero de modo completo. A la siguiente semana salía de
vacaciones en mi trabajo y fue la excusa perfecta. Fui donde mi hermano y le
dije que como salía de vacaciones me iba a ir un par de días afuera de Lima
y quería que Alfonsito se quede en mi casa por eso dos días, que no se
preocupara que solo para que vean gente, para despistar a los rateros,
además que allí quedaba comida en la refri y todo lo necesario para que la
pase bien mi sobrino, mi hermano acepto y me lo lleve a mi departamento. Ese
fue el comienzo de tres días fenomenales con Alfonso. Cuando llegamos al
depa, tanto Alfonso como yo estábamos nerviosos, pues nunca habíamos estado
tan íntimamente solos, además las veces anteriores de juegos sexuales,
fueron en oscuras.
Rompí el hielo diciéndole a Alfonso que si gusta que se bañara mientras iba
a alquilar un video para ver, obviamente el video era de porno, cuando llego
ya estaba fresco y limpio acostado en la cama con un short y polo, ponte el
video mientras yo me baño le dije. Al salir del baño ya fresco también yo,
vi a mi sobrino viendo la porno y pajeandose, la verdad su miembro era un
monstruo apetecible, no les miento que con sus casi 16 años mi sobrino tenía
una hermosa verga de casi 22 cm y más gruesa que un palo de policía, sentí
miedo y deseos, me abalance sobre esa hermosísima verga y la empecé a mamar
desesperadamente, se lo estuve mamando como 20 minutos, después agarro y me
empezó a meter dedos al culo, el cual poco a poco iban dando paso a otro
dedo más, estaban tan ansioso de sentir ese pedazo de carne dentro de mí que
le pedí que me la metiera, ya Tío (bien respetuoso siempre) me dijo pero
ponme un condón, el primer condón que le puse se rompió, el segundo también,
yo estaba tan caliente y arrecho que le dije al diablo con el condón, tu
estas sano y yo también, y era verdad yo hacía casi un año que no tenía sexo
con nadie y él era virgen.
Me abrí de piernas echado en la cama, me puse una almohada para levantar mis
nalgas y ayudar a la penetración, le unte eso si de un lubricante (LOVELUB),
todo el miembro y también la entrada de mi ano, ya papito estoy preparado
métemela todito, le dije, sentí la cabezota de su sexo haciendo fricción en
mi ano, cerré los ojos y le dije mete despacio y poco a poco, el obedeció y
primero dio un empujoncito para que entre la cabeza, cerré mis ojos mordí la
almohada, salían lágrimas de mis ojos, Dios mío que tal verga, si quieres te
la saco me dijo al verme sollozar, no te preocupes sigue, sigue le dije,
entonces el empujo nuevamente y sentí que me partía el culo en dos, pero yo
allí aguantando, era lo máximo y excitante sentir a mi sobrino rompiéndome
en dos, cuando de pronto me lo empujo todo, allí si me derrumbe hacia
adelante y le dije que despacio, que se quedara quieto un rato. Cuando ya mi
culo se adaptó al tremendo miembro le dije que se moviera y el empezó a
bombear y bombear, así estuvimos como 5 minutos, hasta que sentí que se
estremecía todo él y una presión más fuerte en mi interior, empezó a
derramarse dentro de mí, sentí su leche calientita dentro de mis entrañas.
Lo saco todavía casi erecto y se lo empecé a chupar hasta dejarlo limpio sin
rasgos de leche. A su tío que rico fue esto, no sabía que era tan rico
cachar por el culo, si sobrino es rico y tú eres lo máximo no sabes cuánto
me has hecho gozar, está bien tío cuando quieras, solo que solo esto queda
entre los dos le dije, después agarro y me empezó a chupar mi verga hasta
que me vine en mi pecho.
Fueron los tres días más calientes, excitantes y maravillosos que pase, no
tengo que decir que esto se repetía a cada rato, ya sea de día o de noche,
porque tener un cuerpo así y una verga así en casa, uno quiere estar todo el
día atravesado como perra en celo.
Ese secreto quedo entre los dos, ahora prácticamente he adoptado a
Alfonsito, pues le estoy pagando sus estudios y vive conmigo, supuestamente
para ayudarme a mantener la casa en orden y retribuir con su ayuda lo que le
estoy dando, estudios, vestido y alimentos. No saben que en lo que realmente
me ayuda es a mantenerme al día sexualmente. Somos amantes impetuosos, él ha
aprendido mucho de mí y yo mucho de él.
No creo que sea esto pecaminoso pues yo no forcé nada, más bien yo fui el
seducido
Ojala que les haya gustado