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Me Follaron en los baños públicos 3 viejos y... | Relatos Eróticos de Gays

Publicado por Danisampedro91@gmail.com el 27/07/2018

Eh, dije al darme cuenta mientras giraba la cabeza para ver quien era. Calla, me dijo, mientras con una mano me tiraba de los pantalones y slip, hacia los tobillos.

Aquella tarde tenía ganas de follar, por lo que cuando salí de casa, iba recién duchado, con el culo bien limpio y preparado.

Eran las 4:30 de la tarde, sabía que era muy temprano para ir a las zonas de marcha, pero ese día estaba tan caliente y con ganas de ser follado, o al menos que me aliviaran mi calentura, que se me ocurrió ir a los baños públicos de la playa de Riazor.
Cuando entré, no tuve suerte, ya que no había nadie. Esperé un rato, pero por allí no aparecía nadie, así que decidí ir a los siguientes baños públicos más cercanos, que no eran otros que los de la Plaza de Pontevedra.
Enfrente de ellos estaba el instituto Eusebio da Guarda. Así que malo sería que no encontrara a nadie en ellos.

No solía ir a esas horas, ya que solía ir mucho más tarde. Cuando llegué a los aseos, bajé las escaleras, entrando en los baños de caballeros.
La sorpresa al entrar fue grande, ya que estaba muy concurrido, cosa que no me esperaba.
En los urinarios, había 2 viejos, y uno esperando, así que seguí el pasillo, para ir a los aseos. Había 3, y 2 de ellos estaban ocupados, y además ambos estaban con las puertas abiertas.
el que estaba libre, era el de en medio. al principio dudé si quedarme o marcharme, ya que había mucha gente, y todos viejos. Como tenía ganas de mear, ya que me estaba apretando un poco, Entré en ese aseo, y sin cerrar la puerta me dispuse a mear, luego ya vería si me iba, o esperaba un poco.

Para sacar la polla y poder mear, tenía que desabrocharme el cinturón, ya que llevaba unos tejanos Lewis, y en lugar de cremallera en la pitrina, llevan botones, y lo más sencillo, era desabrochar los botones desde arriba, bajar un poco el slip, y así sacar la polla para mear más a gusto.
No había hecho más que empezar a mear, cuando uno de los viejos que había, entrando en el aseo, me empezaba a bajar los pantalones y slip por el culo. El muy cabrón, me vio entrar, y antes de que se le adelantaran, no lo dudó.
Uuuuuffff, un rico jovencito. Así que se lanzó a por su presa.

Eh, dije al darme cuenta mientras giraba la cabeza para ver quien era. Calla, me dijo, mientras con una mano me tiraba de los pantalones y slip, hacia los tobillos.
Joder, si ni siquiera podía moverme ya que estaba empezando a mear. espera, le dije.
Pero aquel viejo, ya tenía la polla de fuera, y con una mano, me empezaba a sobar el culo, y la otra a subirme la camisa hasta los hombros.
Como vio que le dejaba hacer, empezó a buscar mi agujerito, e intentar meter un dedo en él. Cuando tocaba mi agujerito, notó que lo llevaba ya preparado, así que, empezando a meterme el dedo en el culo, me iba diciendo, mmmmm, ay mariconcito, si ya tienes el culito lubricado.
Mientras terminaba de mear, sin girarme eché una mano a su polla, ver como era, y de paso, sobársela un poco.

¡Dios! era una polla bien fea, y hasta mal hecha. era corta, pero tenía una cabeza muy grande; parecía un champiñón, pero en lugar de la cabeza redondeada, parecía un paraguas a medio abrir. Joder que era fea y mal hecha aquella polla.

Sin darme tregua, ya me clavó aquella cosa en mi culito.

Ah, solté cuando me metió aquella polla, espera, espera un momento, le dije.

Pero él volvió a decirme, cállate. Pon las manos en la pared, e inclínate un poco, para que te entre mejor.
No me quedó más remedio que obedecer, y puse las manos en el fondo de la pared, mientras mi culo salía para fuera, quedando a su entera disposición.

Aaaaaahhhhh, que culito más rico tienes mariconcito, decía mientras empezaba a mover sus caderas, y hacer que su polla se enterrara más en mi culo.

Aaaahhh, que bueno estás, aaaaaaahhhh, que calentito y estrechito estás, aaaahhhh.

La ostia, el cabrón del viejo aquel, no solo me estaba metiendo su polla en el culo, sino que además dejó la puerta abierta, y le importaba una mierda que los demás nos vieran. el solo quería meterme su polla en mi culito, y llenármelo con su semen.

Aaaaahhh, que bueno estás maricón, me iba diciendo, mientras me seguía dando por el culo, y ahora con su lengua me iba chupando la espalda.
Aaahhh, aaaaaahhh, ya te voy llenar el culo de leche, maricón, aaaaahhhh, y dejando su polla clavada a fondo, empezó a soltar su corrida dentro de mi culito.

Cuando me soltó, me agaché para coger un papel del bolsillo del pantalón, y limpiarme un poco el culo.

Estaba buscando el bolsillo, cuando entró otro viejo con la polla tiesa, y preparado para encularme él también.

Ooooooohhhh, solté al notar otra polla entrando en mi culo, echando una mano a la pared, para no caer de cabeza.

Quédate así, maricón, que este culo todavía necesita más tratamiento. soltó el viejo que ahora me follaba, mientras me agarraba las caderas, y me iba metiendo la polla por el culo.

Oooooohhh, que culo, maricón, oooooooh, que bien traga, mmmmmm, tienes un culito bien goloso, pero no te preocupes, que yo le voy dar el tratamiento que necesita, maricón.

Empezó a follarme mientras con una mano, me agarraba los huevos y polla. estás calentito eh, mira como tienes de dura la polla, te gusta mi tratamiento, eh, maricón.

Ooooohhhh, que cachondo me estaba poniendo, la verdad es que me estaba gustando, lo que aquellos viejos me estaban haciendo, y sin yo haberlo pensado.

Este me hizo colocar mejor y girando un poco, me hizo poner las manos en uno de los laterales del aseo, y no en el fondo del mismo.
Así maricón, así estamos mejor, anda echa un poquito el culito para fuera, para que te folle mejor. Así notarás mejor mi polla como te entra. Anda que mira como nos tienes, fíjate que hasta tienes espectadores, pedazo de maricón.

Mira como tiene mi amigo la polla, mira como lo pones de salido.

En frente nuestra, había otro viejo con la polla de fuera, mirando como me estaban dando por el culo, mientras con una mano, se meneaba la polla e iba bajando la piel del prepucio, enseñándome su cabeza toda colorada, y llena de precumen.

Se acercó un poco, diciéndome que agarrara su polla con una mano, Tócala, maricón, mira que rabo te vas tragar, mira como me lo tienes, pedazo de maricón.

Eché una mano, agarré la polla, empezando a darle un suave meneo, mientras el otro viejo, me iba metiendo la polla en el culo, con suma suavidad, y sin prisas.

Joder, aquello me estaba haciendo delirar, oooooohhhh, empezaba a sus pirar.

Cuando solté el suspiro, el viejo que me follaba el culito, dijo, mira como le gusta al maricón, mira como goza el muy hijo de puta. anda, métete la polla de mi amigo en la boca, y ve chupándosela, mientras yo te follo este culito, maricón, ya verás que rica sabe su polla.

Me volví a girar un poco, a la vez que me sujetaba al otro viejo, metía aquella polla en mi boca.

Oooooohhhhh, que gusto, oooooohhhhh, como me gusta, decía el viejo cuando le metía la polla en mi boca.

Ay que bien chupas maricón como me gusta, aaaaah, que boquita tienes.

¡Dios! aquello me había puesto a mil, y ahora estaba caliente a más no poder. La polla ya me goteaba semen, y sentía un placer en el culo que me hacía delirar. el viejo aquel, sabía follar de maravilla, además no tenía prisa, y sus movimientos eran suaves


Así, maricón, mira que rico te estamos follando, me decía el que me la metía en el culo, mientras con una mano, me daba cachetes en el culo, y la otra acariciaba la espalda. Te vamos llenar el culito de leche, Ya verás que a gustito vas quedar maricón.
Mientras me seguían follando por mis 2 agujeritos, yo con una mano, iba acariciando los huevos del que me metía la polla en la boca, así sería más fácil hacerlo correrse. Cosa que enseguida conseguí, ya que el viejo al que le chupaba la polla empezaba a gemir, y meterme más rápido y a fondo la polla en la boca.

Oooooohh, ya me corro, ooooooohhhh, bébete mi lechita, oooooooohhh, toma, toma, toma, me decía, mientras me llenaba la boca de semen el viejo aquel.

tuve que tragar todo, ya que no me sacaba la polla de la boca, y me estaba atragantando.

Límpiala bien, no dejes restos de lechita, maricón. Ay que bien me la has chupado.

El otro no tardó en empezar a correrse en mi culo, ya que aquello todavía lo había excitado más.

Aaaaahhhhh, maricón, aaaaaahhhhh, me corro, aaaaahhhh, me corro maricón me corro.

Clavando sus dedos en mis caderas, me llenó el culo con su leche.


Los viejos se vistieron, y yo agarrando los pantalones los subí un poco, saliendo del aseo, para ir al lavabo, y limpiarme un poco.

Cuando salí del aseo, el cual había estado con la puerta abierta durante todo el tiempo que me estuvieron follando aquellos viejos, iba agarrando el pantalón, pero llevaba la polla de fuera, y parte del culo al aire.
Me dirigía hacia el lavabo, cuando miré para los urinarios, y allí vi a un jovencito con la polla de fuera, con una sonrisa y una cara de vicio, y lujuria, que me estaba mirando mientras se meneaba la polla con toda suavidad. Vamos que me estaba ofreciendo aquella polla.


Joder, quedé mirando para él, y solo pensaba que aquello era un adolescente. era demasiado jovencito. pero, joder, aquella polla no era de un adolescente, seguro que tenía que ser mayor de lo que yo pensaba.

Joder, aquello sí que era un adonis, era guapo, guapo, a más no poder. Y vaya polla que tenía el niño.

Retrocedí para el aseo, cuando el empezaba a venir hacia mí.
Me agarró la mano, haciendo que se me cayeran los pantalones al suelo, llevándola a su polla, mientras él me abrazaba, mordiendo mis labios.

Déjame follarte, quiero meterte la polla en el culo, por favor, me susurró al oído, mientras me mordía los labios, para seguir por el cuello.

No podía creerlo, estaba que babeaba, aquel ... aquel adonis, que tenía cara de adolescente, me estaba pidiendo permiso para darme por el culo.

Con una mano le agarré la polla, y mirándole a los ojos, acerqué mis labios a los suyos, pasándole la lengua por ellos, para empezar a darle pequeños mordiscos. Mientras con la mano que le agarraba la polla, se la iba meneando con suavidad, subiendo y bajando la piel de su prepucio, y con la otra mano, le acariciaba los huevos.

Se giró cogiendo la puerta, se dispuso a cerrarla, diciendo que así no nos molestaría nadie.

Llevo un rato en los baños, y he visto como te follaron los viejos, y mira como se me puso la polla. Tienes un culo bonito, por eso me gustaría meterte la polla en tu culito, me has puesto como un burro de salido, con el espectáculo que me habéis dado.
Yo volvía a agarrar aquella polla divina, mientras con la otra se la metía por dentro de la sudadera que llevaba, acariciando su pecho lampiño, y pellizcando sus pezones. Poco a poco, le fui subiendo la sudadera, empezando a mordisquear sus pezones, mientras con las manos, le iba bajando el pantalón que ya tenía desabrochado. Le cayó a los tobillos, y lo mismo hice con el slip que tenía.
Mientras él terminó de sacarse la sudadera, dejándola en el suelo, luego sacar mi camisa, y hacer lo mismo.
Empezó a abrazarme, con sus manos acariciaba mi culito, con su boca mordió mis pezones y cuello, haciéndome suspirar de placer, y así estuvimos cerca de unos 5 minutos, dándonos placer, magreándonos por todo el cuerpo.

Me agaché, llevando la mano a su rica polla, la metí a mi boca, se la lamí, chupé, y no se la comí, porque quería que me diera por el culo aquella jovencita polla.

Oooooohhhh, suspiraba el niño, agarrando mi cabeza, a la vez que iba dando meneos a su pelvis, para clavarme más adentro su polla.
Mientras yo le chupaba la polla, con las manos le acariciaba los huevos, y con un dedo, jugaba en el agujerito de su culito. Lo tenía cerradito, y bien apretadito.
Para, para, que sino me voy correr, y quisiera meterla en tu culito, me dijo.

Me levanté, mientras él me acariciaba con sus manos, empezando a agacharse, y meterse mi pollita en su boca.
Oooooohhhh, aquello era demasiado, el niño aquel, me estaba haciendo derretir. chupaba mi pollita, mientras con las manos acariciaba mis huevos, e iba buscando mi agujerito con su dedo. Cuando lo encontró, lo fue metiendo poco a poco, y un rico suave sube y baja.




Oooooohhhhhh, que gustito, ooooohhhhhh, métemela ya, sino me voy correr en tu boca.

Se levantó, y cogiéndome por los hombros, me hizo girar, quedando ahora mi cara a la pared, donde coloqué mis manos, sacando el culito para que lo tuviera a su entera disposición.

Agarró la polla con una mano, acercó su polla al agujero de mi culo, para ir introduciendo poco a poco su polla en mi culito.


Aaaaaaaah, sigue, aaaaahhh, métela toda por favor, aaaaahhhh, fóllame fuerte, le pedí.
Ya me la había metido toda, cuando se agarró a mis caderas, empujó con su pelvis un poco más su polla, para que llegara más a fondo, y se colocó mejor sus pies, para empezar a culearme.
Oooooohhhh, fóllame, le pedía, ooooohhhh, dale fuerte.

el empezó a mover sus caderas, cogiendo cada vez más velocidad, mientras gritaba, aaaaaaahhhh, que gusto, aaaaaaahhhh, que gusto me das, mmmmmm, que rico se siente.

estuvo buen rato cabalgando mi culo, cuando me dijo, ya me voy correr, oooooh, que gustazo, ya me viene, me dijo.

Y dándome unas fuertísimas enculadas, me clavó la polla en lo más hondo de mi culo, dejando que saliera toda su leche.

Ooooohhhh, que gustazo me ha dado, ooooohhhh, que rico se siente, me dijo terminando de correrse.

suspirando le pedí que no la sacara, que me quería terminar de correr yo también.

Echó la mano a mi polla, que estaba que no paraba de babear semen, empezando a meneármela.

No tardé ni 10 segundos, cuando empecé a derramar toda la leche en la pared; oooooohhhhhhhh, y dando gritos de placer, terminé de correrme.

Me sacó la polla del culo, cuando yo me giré, y agarrando la polla que terminaba de follarme, le besé en la boca, para bajar y chuparle la polla, y dejársela bien limpia, mmmmm, que placer me había dado aquella polla tan rica.

Nos vestimos y salimos los 2 juntos de allí. Mientras caminábamos juntos, me contó que no era de la ciudad, que estaba de vacaciones, ya que él vivía con sus padres en Londres, pero que allí iba de vacaciones a casa de su abuela.
Me contó que era mayor de edad, que fue cuando le dije que al principio creí, que era menor, pero que era tan guapo, que en ese momento me derretí de placer. Sí dijo él, sobre todo después de la follada que te dieron los viejos aquellos. y otro que fue el primero, le contesté.

La ostia pues sí que tienes aguante, me dijo.
La verdad es que iba mirar que había, y al llegar, con aquel espectáculo, me pusiste como un burro de empalmado.
Se disculpó, ya que se tenía que marchar, que lo estaban esperando.

De esa manera, seguí mi camino, con la calentura de mi culito calmada, y bien folladito. nunca había sospechado, que aquella tarde iba gozar como nunca, y quedar tan pero que tan feliz.

Podéis escribirme a:
danisampedro91@gmail.com

 

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