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Fin de semana de camping con mi vecino en la playa 2. | Relatos Eróticos de Gays

Publicado por Danisampedro91 el 27/05/2021

Joder, y ahora que era lo que nos iban a hacer, pensábamos tanto el adolescente de mi vecino como yo.
Excitados y calientes como estábamos, obedecimos y nos quitamos la camiseta y bañador, quedando desnudos por completo. Todos podían ver el empalme que ambos teníamos y lo enrojecidos que estábamos. Nuestras pollas estaban duras e hinchadas, pudiendo verse asomar la punta del glande enrojecida y brillante.


Después de la follada que nos dieron tanto a mi jovencito vecino como a mí aquellos viejos depredadores, amigos de nuestro viejo y perverso vecino, Tino, fuimos a comer. Todos los amigos de nuestro viejo vecino, dijeron de comer en la finca, que hacía un día estupendo, que allí estaríamos mucho mejor.

La finca estaba totalmente cerrada, la rodeaba una muralla de piedra bastante alta, además de la muralla de piedra, la finca tenía muchos árboles, algunos de ellos frutales. También tenía varias mesas redondas de piedra, que era donde íbamos a comer en una de ellas.

Después de preparar la mesa y llevar todas las viandas, nos sentamos todos a comer. Todos estábamos desnudos por completo, excepto uno de ellos que se había puesto una camiseta solamente, y el viejo de nuestro vecino, que se había puesto el bañador tipo meyba. A ambos, mi jovencito vecino y yo, nos sentaron entre ellos, por lo que los 2, estábamos rodeados por aquellos viejos, a nuestra derecha teníamos a 2 de aquellos viejos, y otros 2 a nuestra izquierda. Era visto que ni comiendo nos iban a dejar en paz, y más o menos así fue, ya que no paraban de meternos mano.

Los muy cabrones en cuanto tenían ocasión, nos metían mano sin ningún pudor o recato. Cuando terminamos de comer después de haber pasado casi 2 horas allí sentados, al levantarnos para tumbarnos un poco sobre el césped a tomar el sol, pude observar que el adolescente de mi vecinito, ya volvía a tener una erección al igual que yo. Todo era a causa de que aquellos cabrones no dejaban de meternos mano, por lo que al levantarnos, pudieron todos observar al igual que lo había hecho yo, como estábamos ambos de empalmados.

Divina juventud, soltó uno de ellos, llevando la mano a la polla de mi vecinito. Los muy maricones tienen las hormonas revolucionadas, mira como están los muy cabrones, decía agarrándole la polla y genitales al adolescente de mi vecino.
Es que además de juventud, son bien calientes, tienen ganas de follar a todas horas.
Bueno yo diría más que de follar lo que tienen ganas es de que les follemos, decía el que estaba pegado a mi derecha, llevando su mano a mi culo.

¿Verdad putita? Decía acariciándome los cachetes del culo.

En ese momento me puse colorado como un tomate, los cabrones aquellos nos trataban como sus putitas, no nos tenían ningún respeto, solo éramos un cuerpo joven con el que divertirse y pasarlo bien, y eso era lo que estaban haciendo con ambos.


El cabrón aquel seguía manoseándome el culo, no me dejaba apenas mover. Yo trataba de tirar la toalla al suelo y poder tumbarme a tomar un poco el sol, pero el muy hijo de puta, venía pegado como una lapa a mí, metiéndome mano.

Tienes un culito que está pidiendo a gritos ser follado, me decía sin dejar de manosearlo, mientras yo trataba de colocar la toalla sobre el césped tumbándome un poco al sol.

Cuando por fin logré tumbarme sobre la toalla, el cabronazo del viejo aquel, hizo lo mismo que yo, colocó su toalla pegada a la mía, tumbándose al igual que lo había hecho yo.

Estaba claro que aquel cabronazo no iba a dejarme tomar el sol en paz, no iba a parar de meterme mano hasta tenerme bien excitado y caliente, haciendo que le entregase el culo.

Y así fue, mientras yo estaba tumbado boca abajo, no dejó de acariciarme los glúteos y piernas, hasta llegó a meterme un dedo en el culo.

Te gusta que te abran el culito, ¿eh maricón?
Mira como se abre y traga todo mi dedo, me decía mientras metía y sacaba el dedo de mi culo.

Así me tuvo durante un buen rato, hasta que, cansado de meterme mano, se echó encima de mi espalda, empezando a morderme las orejas y nuca.

Eres una putita muy sexi, mmm, que rica estás, susurraba mordiéndome la nuca y oreja tumbado sobre mi espalda.

Quiero preñarte este culito tan sexi que tienes, maricón.
Voy a abrirte de piernas y hacerte mío para que goces con mi polla dentro tuya, ya verás cómo te voy a hacer gozar y gemir, susurraba sin dejar de morderme la nuca y oreja.

El muy cabrón ya me tenía bien excitado, me tenía caliente a tope, notaba sus genitales y verga pegados a mi culo, y aquellos mordiscos que me daba en la nuca y oreja, me estaban volviendo loco. Cada vez que mordía mi nuca, yo suspiraba de placer tratando de encogerme, pero lo que hacía era levantar mi culito al tratar de encogerme. Esto al cabrón le estaba gustando, ya que cada vez que levantaba el culo, este se restregaba contra sus genitales y polla.

Uy maricón, tienes ganas, ¿eh? Quieres entregarme tu culito, ¿verdad?

Yo no contestaba nada, pero no paraba de ronronear y restregar mi culito contra sus genitales y polla. El muy cabrón aquel me estaba poniendo caliente a tope con aquellos mordiscos que me daba en la nuca y oreja.

Teniéndome así tumbado boca abajo y él encima mía, mientras me mordía la nuca, fue abriéndome de piernas. Una vez consiguió tenerme bien abierto de piernas, ayudándose con su mano, colocó su polla en la entrada de mi ano, y mientras me ordenaba que levantara el culito, empezó a introducirme su verga en el culo.

Así putita así, dame tu culito y deja que te preñe. Anda levanta un poco el culito y déjame entrar en ti.

Haciendo lo que me pedía, levanté un poco el culo, notando como su verga iba entrando en mí.

¡Ohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemía notando como aquella larga verga del viejo se iba introduciendo en mí.

Así maricón así, dame tu culito que lo estás deseando, me decía introduciéndome su polla en el culo.

¡Ohhh maricón siiiii, así, así! Gritaba echado sobre mi espalda mientras me iba introduciendo su verga.

Asiií, asiií, ¡Ohhh que gusto, ohhh que gusto! Gritaba empezando a follarme.

Notaba como su polla entraba y salía una y otra vez de mi culo, golpeando mi culito con su pelvis cada vez que me insertaba la polla. Yo que tumbado como estaba, apenas podía moverme, levantaba el culito todo lo que podía, notando como aquella polla me taladraba el culo.
No podía dejar de soltar gemidos, sintiendo como el cabrón aquel me follaba haciéndome suyo, ¡ohhh! ¡ohhh! ¡ooohhh ohhh! Gimoteaba mientras estaba siendo follado por aquel macho.

¡Te gusta ehhh! Te gusta, ¿eh maricón?

Te gusta la pollita, ¿eh? Me decía clavándome una y otra vez su estaca en el culo.

Claro que me gustaba, y el muy cabrón bien lo sabía. Podía notar como yo levantaba el culito pegándolo todo lo que podía a su pelvis, facilitando de esa manera la penetración.

El cabrón tenía una polla larga, no tan gruesa como la de mi viejo y perverso vecino, pero me estaba haciendo gemir cada vez que me la enterraba hasta los huevos. Notaba como rozaba mi próstata, haciéndome estremecer de gusto cada vez que su polla rozaba aquel punto sensible de mi cuerpo. Esas rozadas de su polla junto a los mordiscos que me daba en la nuca y oreja, me estaban haciendo gimotear de tanto placer como me estaba dando el muy cabrón con aquella follada.

Después de cansarse de follarme teniéndome allí tumbado sobre la toalla, poniéndose de rodillas sobre la toalla sin siquiera haberme sacado la polla del culo, me hizo poner a 4 patas, y así como me tenía, con el pecho recostado sobre la toalla, siguió sodomizándome.

Así maricón así, vamos a llenarte bien el culo de leche. Voy a dejarte bien preñado y dejarte mi semen en lo más profundo de tus entrañas, me decía culeándome salvajemente.

Yo que apenas podía dejar de gimotear, veía como los otros nos estaban mirando, mientras el adolescente de mi vecinito, le chupaba la polla al que me había dado por el culo recostado sobre la mesa, nada más llegar a aquella casa.

Dios, tenía el culo dilatado y abierto a tope, siendo follado por un viejo depredador, que no paraba de ensartarme una y otra vez su polla en lo más profundo de mis entrañas, mientras los otros cabrones nos miraban.

Se escuchaba el plof, plof plof plof, plof, plof plof plof, de su pelvis golpeando mi culito, y los gimoteos que yo no paraba de soltar, y al cabronazo que me estaba follando, gritar:

¡toma, toma, toma polla maricón!
¡Te gusta ehhh, te gusta maricón! Me gritaba introduciéndome una y otra vez su verga por el culo.

Dios, no podía más, no dejaba de gimotear, notaba mi culo abierto y como mi pobre polla no dejaba de soltar gotas de líquido preseminal en un chorreo constante, y la pelvis y pelotas de aquel macho, golpeándome el culo con cada arremetida que me daba. Aquel cabrón me iba a reventar, menudo aguante tenía el cabronazo.

Después de llevar ya un buen rato siendo follado, por fin el cabronazo de aquel macho empezaba a gritar que se corría.

Ya, ya ya me corro, ya me corro maricón, ¡ooohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh ohhh que gusto! Gritaba soltando todo el semen dentro de mi culo.
Me había largado varios trallazos de leche, dejándolos en lo más profundo de mis entrañas.

Así maricón así, toma mi leche que te voy a dejar preñado con ella.

Una vez terminó de soltar todo el esperma que contenían sus huevos, mientras se recuperaba, me iba acariciando el culo con sus manos y diciendo lo bueno que estaba.

Ay maricón que bueno estás, menudo culo que tienes pedazo de puta. Que follada más rica cabrón, me dejaste los huevos secos.

Por fin el cabrón aquel había terminado de follarme, me había dejado para el arrastre. Ni siquiera tenía fuerzas para pajearme y terminar de correrme. Solo me quedé allí tumbado, deseando que no viniera otro de aquellos depredadores a volverme a follar, necesitaba descansar un poco.

Y así fue, tanto el que acababa de darme por el culo como yo, podimos quedar allí tumbados hasta que los otros 3 viejos después de que el adolescente de mi vecinito, le chupara la polla al que me había follado sobre la mesa del comedor, tragando toda la corrida que le había soltado en la cara y boca, dijeron de salir a dar una vuelta por la playa.

La verdad es que en aquellos momentos no me apetecía nada, prefería quedarme allí tumbado. Pero aquello podía resultar peligroso, mejor salir de aquella casa a dar una vuelta, que quedarse allí y exponerse a ser follado de nuevo por alguno de aquellos depredadores.


Y eso hicimos, después de recoger todo, cargando con las toallas, nos pusimos el bañador y camiseta, yendo para la playa, donde estuvimos hasta las 8 y 30 de la tarde.
De allí fuimos hasta el camping donde revisamos que estuviese todo en orden, yendo luego a beber algo al chiringuito que había en el camping.

Cuando salimos del chiringuito del camping, nos fuimos por los bares del pueblo donde seguimos bebiendo algo más, hasta que llegamos de nuevo a la casa del viejo. Ya iban a ser las 11 de la noche y todavía nos quedaba toda la noche para ser follados por aquellos depredadores.

Nos llevaron tanto a mi adolescente vecinito como a mí, hacia el sofá de aquel inmenso salón comedor, y después de encender la tv y habernos acomodado, dijeron de cenar algo mientras veíamos las grabaciones que tenía el viejo y perverso de nuestro vecino.

Acordaron de pedir unas pizas para cenar junto al resto que nos había sobrado de la comida, por lo que el viejo de nuestro vecino, mientras uno de ellos llamaba por teléfono encargando las pizas, preparó la mesa de aquel inmenso salón donde colocó todo ayudado por 2 de los otros viejos.

Mientras esperábamos que llegaran las pizas, íbamos comiendo, bueno más bien picando de lo que había sobrado de la comida, y el viejo de nuestro vecino, iba preparando las grabaciones que tenía, para ver luego en la tv. Bueno ya está todo listo y preparado, así que cuando queráis podemos empezar a visualizar las fotos y grabaciones.

Mejor esperar a que vengan las pizas, dijo uno de los viejos.
No creo que tarde mucho, ya van a dar las 12, y a esa hora quedó en venir Javi con ellas, dijo el que había llamado por teléfono haciendo el encargo.
¿Qué va a venir, Javi? Sí, respondió Tino, nuestro viejo vecino, ya lo había invitado hace unos días. Quedó en venir tan pronto saliera del trabajo.
Justo en esos momentos sonaba el timbre de la casa, apareciendo un chaval cargado con 3 enormes pizas. Cuando le abrieron la puerta, este entró como perico por su casa, al parecer este era el tal Javi, del que estaban hablando. Se trataba de un chaval joven, más o menos de la edad de, Luis, el adolescente de mi vecino. Después de dejar las pizas sobre la mesa, saludó a todos, dejándose manosear por Tino, nuestro viejo vecino, el cual, agarrándole el paquete, le preguntaba que tal estaba. En plena forma, le contestó dejando que lo manoseara.

Tanto mi adolescente vecino, Luis, como yo, mirábamos aquella escena sin entender nada. La verdad es que era fácil de entender, aquel chaval no era más que otro mariconcito al que el viejo de nuestro vecino había captado, del que se aprovechaba al igual que estaba haciendo con nosotros. Y por lo que parecía, ya hacía tiempo de eso.

Después de dar buena cuenta de aquellas pizas, empezamos a ver las fotos que el viejo de nuestro vecino iba pasando. Allí estábamos tanto, Luis el adolescente de mi vecino como yo. Todas las fotos que nos había sacado en su piso manteniendo relaciones sexuales entre ambos, además de las que le había sacado a, Luis, con aquel enorme consolador introducido en el culo, al igual que me lo había hecho a mí. Por supuesto que también salieron las fotos que me había sacado a mí, el día que me diera por el culo en el trastero de nuestro edificio. Allí estaba aquella foto en la que me tenía tumbado y amarrado, totalmente abierto de piernas, con aquel monstruoso consolador insertado en mi culo.

Dios, que vergüenza me estaba dando ver como todos los que allí estábamos, podían verme en aquellas fotos totalmente expuesto, siendo sodomizado y ultrajado.
Pero si aquello me había hecho enrojecer, cuando empezaron a pasar las grabaciones, el enrojecimiento y vergüenza que recorría mi cuerpo, fue aun mayor. En varias ocasiones pararon la grabación, recreándose en las imágenes que se mostraban, y sobre todo me avergonzaba los gemidos que se podían escuchar.

No sabía donde meterme, miraba para todas partes, viendo como de vez en cuando alguno de ellos me echaba miradas furtivas, al igual que lo hacía yo. Podía ver el empalme de campeonato que mi adolescente vecino, Luis, tenía y como se sobaba de vez en cuando. Lo mismo que estábamos haciendo todos los demás. Javi, el chaval que había traído las pizas, se le podía ver un enorme abultamiento entre las piernas, joder, el chaval aquel parecía tener una buena herramienta por el abultamiento que se le podía ver.

No tardamos nada en poder ver que efectivamente, Javi, el otro adolescente de aquella improvisada orgía, tenía una buena herramienta. Junto a la de Tino, nuestro viejo y perverso vecino, que era el que tenía la polla más grande y gorda, la del chaval era la siguiente en tamaño y grosor.

Una vez acabó de reproducirse la grabación, Tino nuestro viejo vecino, rebobinó la misma, volviendo a empezar a reproducirla, pero esta vez ordenándonos a Luis, mi joven vecino y a mí, desnudarnos y tumbarnos boca arriba sobre el suelo de aquella sala.

Joder, y ahora que era lo que nos iban a hacer, pensábamos tanto el adolescente de mi vecino como yo.
Excitados y calientes como estábamos, obedecimos y nos quitamos la camiseta y bañador, quedando desnudos por completo. Todos podían ver el empalme que ambos teníamos y lo enrojecidos que estábamos. Nuestras pollas estaban duras e hinchadas, pudiendo verse asomar la punta del glande enrojecida y brillante.

Veíamos aquellas caras de lujuria como nos miraban relamiéndose los labios. Se podía palpar la lascivia que emanaban de aquellos rostros, nos estaban devorando a ambos con la sola mirada.

Quitaros las sandalias, nos dijo nuestro viejo vecino, Tino. Os quiero totalmente desnudos y tumbados boca arriba sobre el suelo.

Obedeciéndole, hicimos lo que nos había dicho, quedándonos totalmente desnudos, allí tumbados delante de todos.
Si nosotros estábamos desnudos, todos ellos habían empezado hacer lo mismo, quedando todos desnudos por completo.

Luego se puso a reproducir de nuevo la grabación, y según se veía lo que iba pasando, pausaban la imagen, y Tino ayudado por Javi, el chaval que había traído las pizas, al que se le podía ver una enorme verga al igual que la de nuestro viejo vecino, Tino, se colocaba uno a nuestros pies y el otro a nuestra cabeza.

En la imagen se podía ver cómo Tino, introducía aquel enorme consolador por el culo del adolescente de nuestro vecinito.
Pues eso era lo que iban a hacer, pero ahora en directo para aquellos perversos espectadores que no dejaban de mirarnos con una lascivia cada vez mayor.

Tino, nuestro viejo y perverso vecino, fue a por la bolsa que contenía aquellos juguetitos como el les llamaba, y ordenándole a Luis, mi adolescente vecino, que encogiera las piernas. Piernas que fueron levantadas por Javi, dejaron totalmente el culito de mi adolescente vecino expuesto para ser penetrado.

Y así como lo mantenía, Javi, con las piernas levantadas al igual que si fuera un pollo asado, y el agujero del culo totalmente expuesto, nuestro viejo vecino, Tino, empezó a lubricarle el ojete.
Nada más empezar a pasar sus dedos con aquel gel lubricante por el agujero de aquel adolescente culito, esté se abrió como si fuese el capullo de una rosa. Al momento se tragó los 2 dedos con los que el viejo de nuestro vecino, Tino, lubricaba el agujero de aquel adolescente culito.

¡Ohhh! Gritó este al notar como aquellos dedos se introducían en su culo, lubricando el mismo.

Tranquilo maricón, tranquilo, que de momento solo son mis dedos, decía metiendo y sacando los dedos de aquel adolescente culito.

Una vez lo tuvo bien lubricado y suficientemente dilatado, fue a por aquel enorme consolador, empezando a introducírselo por el culo.

¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gritaba nuestro adolescente vecino, mientras le iba introduciendo aquel monstruo de consolador por el culo.

Cuando consiguió metérselo por completo, apenas quedaban unos centímetros por introducirse en aquel adolescente culito, aquello ya había llegado al tope del culo, ya no cabía más.
Ahí empezó a meterlo y sacarlo, haciendo que el adolescente de nuestro vecinito gimiera sin parar.

Luego de un buen rato donde lo estuvo sodomizando con aquel enorme consolador, dejándoselo introducido en el adolescente culito, le bajaron las piernas, quedando así tumbado con el culo abierto y el enorme consolador introducido, mientras volvieron a poner en marcha la reproducción.

Lo siguiente que se vio, fue la grabación que me había hecho a mí, siendo sodomizado por aquel monstruoso consolador, estando amarrado en el trastero del viejo y perverso de nuestro vecino, Tino.
Ahí volvieron a parar la reproducción, dejándola en pausa, y ahora reproducir en vivo y directo, lo que se estaba visualizando en la tv.

Lo mismo que habían hecho con mi adolescente vecino, ahora me iban hacer a mí. Todavía podía recordar lo que había sentido el día que me lo había introducido, por lo que mi cuerpo al recordarlo, empezó a estremecerse, notando como una corriente eléctrica recorría todo mi cuerpo, haciéndome temblar.

Venga maricón, no tengas miedo, ya verás como al final vas a gozar. Anda encoje las piernas ya verás como disfrutas igual que Luis.

Con miedo en el cuerpo y medio tembloroso, encogí las piernas, dejando que aquel chaval, Javi, las fuese levantando al igual que le había hecho a mi adolescente vecino, Luis. Según me iba levantando las piernas, veía la enorme polla que le colgaba junto a unas bonitas y excitantes pelotas. Dios el muy cabrón estaba bueno de verdad, y aquella polla tiesa e hinchada que se le veía, era toda una provocación. Daba ganas de abrir la boca y empezar a comérsela.

Cuando ya me tuvo con las piernas totalmente levantadas y abiertas, dejando totalmente expuesto la entrada a mi culo, listo para ser sodomizado por aquel enorme consolador, las piernas me empezaron a temblar de tal manera, que el pobre de aquel chaval, Javi, apenas podía aguantarlas. Tuvo que ponerse de rodillas abriéndose de piernas para colocarse a horcajadas sobre mi cabeza, y apoyando mis piernas sobre sus hombros. Me tenía prácticamente abrazado por las piernas a él, teniendo yo delante de mi cara sus pelotas y polla. No tenía más que levantar un poco la cabeza, y tendría mis labios pegados a sus genitales.

No hacía mas que mirar aquellas hermosas pelotas e hinchada y enrojecida verga que tenía delante de mi cara, cuando empecé a notar como los dedos del viejo de mi vecino, Tino, empezaban a pasar por la entrada de mi ano.

Así maricón así, relájate y estate tranquilo que ya verás cómo vas a gozar. No quiero que este culito tan sexi que tienes sufra, solo quiero hacerte disfrutar y que goces, decía empezando a pasarme su lengua por el agujero de mi ano.

¡Ohhh! ¡ooohhh ohhh! ¡ooohhh ohhh! ¡ooohhh ohhh! Gritaba y me retorcía de placer, notando como aquella larga lengua lamía y hurgaba mi agujerito.

Te gusta, ¿eh?
¡Te gusta maricón! Mira cómo te retuerces y disfrutas.
Estás disfrutando, ¿eh? Me decía introduciendo su lengua y dedos en mi culito, haciendo que este se fuese abriendo y dilatando.

Después de cansarse de lamerme e introducirme su larga lengua y dedos en mi ojete, empezó a lubricarme con aquel gel que tenía, dejando el agujero de mi culo bien abierto y dilatado.

Ahora sabía que iba a venir lo peor, ahora me iba a introducir aquel enorme y monstruoso consolador por el culo. Me iba a sodomizar con aquella bestia monstruosa de consolador.

Empecé a notar como la punta de aquel consolador trataba de introducirse por mi culo, pero este no daba entrado. Relaja el culito, me decía dándome palmadas en él, a la vez que presionaba intentando que mi esfínter cediese y dejase que fuese entrando.

Noté como aquel chaval, Javi, tiraba más de mis piernas hacia él, haciendo que mi culo se abriera más, cuando de repente noté como aquel enorme consolador, vencía la resistencia de mi esfínter, y este se empezaba a colar en mi interior.

¡Ohhh! ¡ooohhh ohhh! ¡ooohhh ohhh! ¡ooohhh ohhh! Gritaba notando como aquel monstruoso consolador se introducía en mí, sodomizándome.

Así maricón, así, ya lo tienes dentro, me decía el cabrón del viejo de mi vecino, empezando a sacarlo y meterlo por mi culo, haciéndome gritar de placer y dolor.
Mientras el cabronazo me sodomizaba con aquel enorme consolador, haciendo que no dejara de gritar y gemir, llevé mis manos a aquella apetitosa polla y genitales que le colgaban al chaval que me abrazaba las piernas, empezando a lamerle la punta del glande a la vez que le manoseaba los genitales.
Aquel chaval, Javi, al ver como me había aferrado a sus genitales, y como me metía su verga en la boca, empezando a chuparle la punta del glande, dio un respingo asustándose, hasta que comprendió mi reacción, colocándose mejor para que yo pudiera chuparle mejor la polla.

Todos pudieron ver aquella escena imprevista, soltando 2 de los viejos una exclamación.
¡Dios! Añadiendo luego uno de ellos:
Que hijo de puta, mira el maricón como se ha enganchado al cipote de Javi, joder que pedazo de puta que es, este es insaciable, decía viendo como me había enganchado a la verga y empezaba a chuparla con unas ansias y desesperación que hacían estremecer.

Pues dejemos que disfrute, decía el cabronazo de mi viejo vecino, viendo lo excitados que estaban todos viendo aquella escena.

El cabrón del chaval, mientras a mi me sodomizaba el cabronazo de Tino, y yo me enganchaba a su polla, chupándola, movía su pelvis tratando de que se introdujera más en mi boca su polla. Al cabrón le estaba gustando aquello.

Después de un buen rato donde se recrearon viendo aquella escena, el viejo de mi vecino Tino, le dijo a uno de ellos que pusiera en marcha la reproducción, mientras él seguía sodomizándome con el consolador.

Lo siguiente que al parecer se estaba viendo, era la follada que me diera después de haberme introducido aquel consolador por el culo, teniéndome amarrado sobre el suelo de aquel trastero de nuestro edificio.


Y eso era al parecer lo que ahora me iba a tocar. Ahora iban a ver en directo la follada que me daba el cabronazo de mi viejo vecino.

Sacó el consolador de mi culo, sintiendo yo un gran alivio cuando este salió de mis entrañas, dejando una enorme abertura, así como una gran dilatación de mi esfínter.

Sin perder tiempo en florituras, el cabronazo de Tino, así como me tenía sujetado el chaval, Javi, llevó su estaca a la entrada de mi ano, y sin ninguna contemplación, me enterró toda su virilidad de una sola vez.

Yo que todavía tenía la polla del chaval en la boca, solo pude dar un largo y profundo suspiro al notar como me entraba la polla de mi viejo vecino.

Te gusta maricón, te gusta que te follen, ¿eh? Decía ensartándome una y otra vez la polla en mi culo. Te voy a preñar pedazo de puta, te voy a dejar bien preñado, gritaba una y otra vez ensartándome la polla hasta los mismísimos cojones.
Se escuchaba sus gritos y jadeos, y el chof, chof chof chof, de su polla entrando por mi culo y el golpeteo que daban sus pelotas y pelvis cada vez que estas chocaban con mi culo.

Yo estaba que deliraba de gusto, estaba siendo abrazado por las piernas mientras me las mantenían levantadas, por un joven y adolescente chaval, al que le estaba chupando una sabrosa y gran polla, mientras el viejo de mi vecino, me estaba sodomizando con aquella enorme verga que se gastaba.

Después de estar dándome una espectacular follada, el cabrón de mi viejo vecino, empezó a gritar que se corría.

Ya maricón, ya me corro, ya me corro, gritaba sin parar de culearme.
¡Ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba llenándome el culo de leche y dejándome bien preñado el culo con su esperma.

Cuando por fin sacó su polla de mi caliente y dolorido culito, dejando Javi, que apoyara las piernas en el suelo, dejé de chuparle aquella rica verga, sin dejar de acariciar sus genitales, hasta que este se levantó, dejándome allí tumbado terminando de recuperarme.
Sabía que ahora a quien se iban a follar era al adolescente de mi vecino, Luis. No sabía quien lo iba a sodomizar, pero sí sabía que aquello todavía no había terminado, sabía que aún volvería a ser follado aquella noche.

Y no tardé mucho en ser follado de nuevo, apenas me había recuperado, cuando volvieron a darme por el culo allí tumbado.

Mientras 2 de los viejos se follaban al adolescente de mi vecino, Luis, igual que terminaba de ser follado yo. Estando allí tumbado viendo cómo se lo follaban mientras me recuperaba, vi como el viejo y perverso de nuestro vecino, Tino, mientras miraban como le daban por el culo al adolescente de mi vecino, hablaba con el otro viejo y el chaval que había traído las pizas, Javi.

Todos mirábamos como le metían la verga por el culo a la vez que le chupaba la polla al otro, cuando me fijé como Javi, el adolescente que había traído las pizas se giraba mirando para donde yo estaba, y el viejo de Tino, asentía con la cabeza. No pude oír lo que hablaban ya que los jadeos y gemidos de la follada que le estaban dando al adolescente de mi vecino, Luis, no me dejaron escuchar.

Vi cómo ambos, después de que el viejo de mi vecino, Tino, asintiera con la cabeza, se acercaban a mí, quedando el otro viejo allí sentado disfrutando del espectáculo que estaba viendo.

Bueno maricón, quiero que te dejes preñar por Javi, me decía el viejo de mi vecino. Ya le chupaste la polla, ahora quiero que le des ese culito tan sexi que tienes y te dejes preñar por él.
Tiene ganas de follar tu culito, quiere montarte a 4 patas y acoplarse a ti preñándote con su semen.

Mientras miraba como el viejo de Tino me hablaba, giré la cara hacia el chaval, viendo la cara de lascivia con la que me miraba. Dios, tenía la polla que le iba a reventar. Se le veía la polla hinchada y tiesa como el mástil de un velero, al cabrón le llegaba hasta el ombligo de lo dura que la tenía.
Mirando para aquella polla, pasé la lengua por los labios pensando en cómo iba a darme por el culo aquella verga que hace unos momentos había estado chupando.

Haciendo lo que me pedía, me puse a 4 patas sobre el suelo donde estaba tumbado, dejando que aquel chaval me montase y me hiciese suyo.

Javi sin perder tiempo, se colocó de rodillas detrás mía, y mientras me empezaba a acariciar con sus manos, yo apoyando el pecho sobre el suelo, le dejaba totalmente expuesto mi culito, listo para ser montado por él.

Noté como colocaba la punta de su verga sobre la entrada de mi agujerito, y mientras me sujetaba por las caderas, empezaba a meterme aquella tranca por el culo, ¡ooohhh! ¡ooohhh Dios! Gemía notando como me iba enterrando su virilidad, ensartándomela hasta los huevos.

Cuando me tuvo totalmente empalado en su verga, empezó a sacarla lentamente, volviendo a meterla de nuevo. Esto lo repitió varias veces, sacaba la polla por completo, volviendo a meterla lentamente. Al cabrón le gustaba ver como mi esfínter se abría y dejaba pasar su verga siendo esta succionada por mi culo. Le gustaba el roce de mi esfínter con su glande, y repetía una y otra vez, haciendo que yo gritara y gimiera cada vez más.
Métela, métela, le pedía yo pegando mi culo todo lo que podía a su pelvis, deseando que la metiese por completo y me empezase a follar. Aquel suplicio de estar sintiendo como su polla abría una y otra vez mi esfínter, me estaba matando, quería sentir su polla dentro, notando como su pelvis y huevos golpeaban mi culo. Deseaba que me culeara y me hiciese suyo de una puñetera vez.

Dios, por fin el muy cabrón empezó a embestirme. Me daba embestidas rápidas y profundas, haciendo que gimiera y gritara como un poseso. Me gustaba sentir como sus huevos y pelvis chocaban con mi culo una y otra vez, escuchando el sonido que producía al golpear contra mi culo, plof plof plof, plof plof plof, mientras me estaba follando.

Mi polla que estaba toda pringosa, no dejaba de gotear líquido preseminal. El culo lo sentía totalmente abierto y caliente, siendo sodomizado por aquella joven y potente verga.

Por fin parecía que aquello llegaba al final, empecé a notar como las embestidas que me daba eran mucho más rápidas y profundas, empezando el adolescente que me estaba follando, a gemir mientras se empezaba a correr.
¡Ohhh! ¡ohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemía clavándome los dedos en las caderas, mientras soltaba varios trallazos de leche dentro de mi culo.

Cuando terminó de eyacular dentro mía, quedándose acoplado a mí, llevó su mano a mi polla empezando a meneármela, haciendo que yo me corriera, ¡ohhh! Me corro, me corro, ¡ooohhh ohhh! Gritaba yo soltando toda la corrida sobre el suelo y mano del adolescente.

Sudando como estábamos, quedamos así acoplados recuperando la respiración, hasta que fue saliendo su polla de mi culo.
Una vez recuperados, nos levantamos y viendo como todos estaban viendo como me había follado, el viejo y perverso de mi viejo vecino tino, le pasó una toalla al adolescente para que se limpiara, una vez se hubo limpiado, me pasó la toalla a mí, haciendo lo mismo y limpiando el esperma que había regado por el suelo.

Después de limpiarnos y recoger todo, bebimos unas cervezas, ya eran las 4 de la madrugada, por lo que agotados como estábamos, unos se marcharon de la casa, y los 4 que nos quedamos, El viejo de mi vecino, el adolescente de Javi, mi vecino, Luis y yo, fuimos a dormir, lo hicimos en 2 camas, yo con mi vecino Luis, y el viejo de Tino, con Javi.
Dormimos hasta las 10 de la mañana que fue cuando el viejo de Tino, nos despertó. Nos duchamos y fuimos a desayunar, marchando luego todos en el vehículo del viejo Tino. Nos llevó hasta el camping, donde nos quedamos mi adolescente vecino, Luis y yo, donde estuvimos descansando hasta que vino el padre de Luis a buscarnos, para ir a comer con ellos a la playa donde estaban, viniéndonos luego con ellos para casa.

Los 2 estábamos agotados, habíamos sido follados hasta la extenuación, aquellos depredadores nos dieron por el culo todo y cuanto se les antojó, nos habían dejado bien pero que bien abiertos y preñados.

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