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Fantasia Cumplida, Fantasía gay hecha realidad | Relatos Eróticos de Gays

Publicado por Osvaldo el 05/08/2020

Siempre fui algo curioso y tenía la necesidad de saber cómo sería que un hombre me hiciera sexo oral y un poco de miedo de saber que pasaría y si me animaría a algo más, si bien tenía mucho sexo con mujeres, la curiosidad me atormentaba y me carcomía.
Ensimismado con mis pensamientos comencé a ver de dónde y cómo podría ser e imaginaba esa persona, para que no me diera rechazo, quería a alguien delicado pero no afeminado y no muy masculino tampoco.
A veces el destino parece complotarse y ayudado por mi curiosidad y contracturas me llevaron a conocer a un joven que se dedicaba a realizar masajes, lo contacte y me dijo que fuera a su casa, pactamos fecha y horario. La ansiedad me mataba y no hallaba la hora de tan ansiado encuentro.
Llegue a su casa y me conto que vivía con sus padres , era alto rubio y delicado tal como lo imaginaba, me pidió unos datos llene una planilla y me saque la ropa, que coloque sobre un sillón, me volqué en la camilla boca abajo solo con mis bóxer, el comenzó a realizar su trabajo y yo me concentre en relajarme, todo iba bien la verdad que los masajes eran increíbles y se me borro mi ideas de sexo oral u otra cosa que tanto me imaginaba, luego me dijo que me diera vuelta cosa que hice y cerre mis ojos entregado al masaje profundo que estaba recibiendo, se dedicó a mis piernas primero la izquierda y luego la derecha, cuando llego a abdomen cerca del ombligo sentía una sensación única y rara, tuve casi una erección y trataba de que no se me parara ya que nunca hablamos de sexo y no quería quedar mal o desubicado, a la vez sentía que jugaba en la zona como si supiera la lucha que tenía en mi cuerpo, me preguntaba como lo sentía y si estaba cómodo, le dije que sí y que siguiera yo creo que él estaba esperando que le dijera que me sacara todo y cumpliera mi sueño tan deseado que solo yo sabía, como sentía los ruidos de su familia no me anime y me dio vergüenza avanzar más allá y lo que mi pene lo pedía a gritos, el termino su masaje me vestí y me fui a casa, con todas las dudas y con las mismas ganas de siempre, todo termino allí en ese simple masaje, aunque mi curiosidad se hizo más grande.
Mi vida siguió su curso y había dejado en el pasado mi curiosidad y ganas de que un hombre me chupara mi pija, hasta que un día me llega un video de dos hombres teniendo sexo y mi morbo se despertó de nuevo, comencé a ver cada vez más videos de hombres gay y sentía un éxtasis grande de ver como se masturbaban mutuamente y como se chupaban con placer, eso hizo que mi ganas crecieran con más fuerzas y me preguntaba si me animaría a chupar una buena pija. Me encontraba sumidos en mis pensamiento prohibidos por la sociedad y como por arte de magia nos volvimos a contactar, él se ofreció a realizar nuevamente sus masajes, pero me dijo que si yo me animaba podía hacer una masaje especial, le dije que en que consitia dicho masaje que me dijo que yo podía estar completamente desnudo cosa que hizo explotar mi cabeza, comenzamos a charlar por face y el comenzamos a ser mas abiertos en varios temas, hasta que llego lo sexual.
La charla nos fue llevando a lo que me gustaría y que era lo que yo quería, le conto lo que me atormentaba y él se mostró dispuesto a realizarlo, la condición era ira a un hotel ya que él no tenía un lugar donde hacerlo, quedamos en juntarnos en un sitio para marchar al hotel, la primera cita fallo hasta que un martes pudimos reunirnos, fuimos charlando muy tranquilos ya que prácticamente sabíamos a lo que íbamos y lo que iba a pasar, llegamos al lugar y ya adentro nos quitamos la ropa yo me desnude por completo y me tire sobre la cama boca abajo, él se quedó con los bóxer puestos, comenzó a darme masajes en la espalda y cuello con una crema especial durante al menos diez minutos, todo como lo pactado, la verdad yo deseaba locamente que empezara a chuparme la pija, como en mis sueños, me di vuelta y le dije que me la chupara, sin medir palabras abrió mis piernas y se dedicó a su faena, yo veía como su boca subía y bajaba por mi pija con gran frenesí sus barba rozaba mis testículos y producían una rara sensación y sin usar sus manos se la tragaba toda, el placer era grande y no quería acabar quería disfrutar al máximo esa boca, sin mediar palabras me levanto las piernas y comenzó a lamer mi cola, cosa que hizo que me diera ganas de tener una pija dentro mío, le dije que parara y se dedicara a chuparla ya que tenía miedo de decirle que me penetrara, el obedeció mi orden y comenzó su tarea nuevamente hasta hacerme acabar, verle la boca llena de semen caliente me encanto más que el acto en sí mismo, durante los diez o quince minutos que duro le note una erección importante y la verdad no me anime a tocarla o darle placer, quien sabe tal vez algún día logre hacer lo que él hizo por mí.

 

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