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En la calle me follaron, y lo que me llegó a gustar que fuera de esta manera | Relatos Eróticos de Gays

Publicado por M - 2000 el 11/11/2016

ME GUSTO
Pienso que nací hombre con ferormonas femeninas, a los 10 años inicié mamándosela a mi hermano, al año me culeó, luego siguió su amigo, lo mismo se la mamé incontables veces y mi culo recibió su verga cada vez que se le antojaba, creo que lo hablaron con todos los que nos conocían,, otros amigos recibieron mis favores, y a mí me encantaba hacerlo, a los 12 se dio con mi peluquero y luego con su amigo, los dos me dejaro mi anito bien abierto.
Esto hizo que deseara acción con todo aquel de mi sexo, lo tenía presente cada vez que salía, cada masculino que veía pasar junto de mí quería pedirle que me cogiera, así que como me gustaba ir la lucha libre, a ver doble espectáculo de hombres y acrobacia, iniciaba a las 4, Salí de casa cuando me aborda un hombre de unos 45 años haciéndome varias preguntas, abordamos el tema de las luchas y me dijo lo clásico , que en su casa tenía revistas, fotos y películas de luchadores, me invitó convenciéndome fácilmente, llegamos, me sirvió un refresco, admiré su colección muy completa, pasado un rato me dijo que estaba cansado y acostumbraba dormir una siesta por la tarde y que si me molestaba acompañarlo y platicar un poco más, no me negué.
Se desnudó en su recamara quedándose en calzoncillos, ponte cómodo para descansar, me quité la ropa sin pensarlo, la cama es amplia, platicamos unos minutos, de repente que se quita su última prenda argumentando que sentía calor.
Completamente desnudo, hice lo mismo mi calzoncito salió de mi cuerpo, el de él era muy velludo de todo a todo, se empezó a tocar su miembro reaccionó con una erección de 17 cm más o menos y le dio por sobárselo de arriba hacia abajo. Te gusta? Tócalo, con mi mano lo tomé, estaba muy duro mastúrbalo, humedécelo con la saliva de tu boquita está muy seco, chúpalo, su mano se apoderó de mi nuca moviendo mi cabeza hacia su verga, resistí un poco luego me la metí saliendo mi instinto de mamador, goloso, se la mamé supo que no era la primera vez, me posesioné de ese caramelo, pasando mi lengua por su pito sin dejar nada, luego lamí su cuerpo, desde su bulto hasta su pecho velludo.
Me puso boca arriba para mi turno de sentir su lengua que pasó por mi pecho con chupetones ene en cuello, mientras frotaba su palo cerca del mió y de mis nalguitas, bajo a mi sexo ocupándose de mis pompis, muslos, piernas, me probó todo, se dirigió a mi hoyito su lengua como víbora lo devoró, quería que fuera gruesa para sentir el placer de penetrarme volví a succionar su bastón, sus huevos los abarcaba lo más que podía mojándolos con abundante saliva, los apretaba con mi boca de su pene le abría el orificio por donde sacamos lechita.
El momento llegó, me acomodó de misionero con mis piernitas al hombro untó mucha crema en mi colita, metía su dedote moviéndolo de afuera hacia adentro me calentó tanto, me contaba que le gustaba abrir traseros de jovencitos como yo, ahora me mete dos dedos mi ano los acepta, coloca su vergota me la mete poco a poco con algo de dolor, mi culito había recibido dos vergas de ese tamaño, no le costó trabajo meterme la mitad, la cogida empezó afianzado a mi cadera, entraba su fierro, el disfrute era colosal, ya toda adentro se movía más rápido con penetraciones profundas me entraba toda, nada quedaba afuera, para ver me tomó de los tobillos observaba como me daba para adentro jaló a orilla de cama, puso otro tanto de crema que resbalara mejor, en lugar de debilitarse, su tranca se ponía sabrosa de dura, ya no pudo aguantar, se vació con abundante esperma, la saco bien parada, parecía que nunca se iba a doblar, al verla le di otra mamada, probando lo que le quedaba de su leche, me dejó con las piernas abiertas y se metió a bañar
Aproveché para descansar, cuando salió ,ordenó báñate, solo lave mis cositas, y dispuse a vestirme, cuando me despedía, no me lo esperaba, me dio la vuelta bajó mi pantalón y calzón empinándome apoye mis manos sobre la cama, abrió mis nalgas cogiéndome por segunda vez sin lubricarme, me dolió bastante, se vino, lo sentí caliente diciéndome ahora si te cogí como una putilla, me dio mi ropa me beso en el cuello, me sentí una niña sucia, usada pero excitada, terminándome de vestire me despedí de él, no lo volví a ver

 

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