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Calentura en el aula de clases | Relatos Eróticos de Gays
Publicado por DEGO el 26/07/2015
CALENTURA EN EL AULA DE CLASES
Saludos amigos que toman parte de su tiempo para leer estos excitantes relatos eróticos… comenzare por dar mi perfil, bueno mi nombre es David Guevara soy de Honduras y tengo 28 años, me desempeño actualmente como maestro de secundaria en el área de literatura. Soy un chavo gordito y buena onda, y soy algo alto, me considero atractivo por fuera y por dentro (ja ja ja ja) también me guasta hacer amigos.
Era una cálida mañana de lunes y estábamos por empezar la jornada de clases, debo admitir que estaba algo ansioso por conocer a mis nuevos alumnos je je je. Llegue a mi centro educativo faltando 10 minutos para las 7am, es tiempo perfecto para deleitarme la pupila y ver esos pubertos, 100% varoniles y con edades de 13 a 18 bien bañados, arreglados, perfumados con sus pantalones de tela ceñidos, dejando a la imaginación sus bultos grandes y gruesos.
La directora del centro dio las palabras de bienvenida al personal docente y a los alumnos, se toco el timbre para entrar a los salones a mi me toco estar con los alumnos de diversificado (16- años de edad) cuando ya habían pasado 20 minutos aproximadamente sonó el timbre del instituto y es que 4 jovencitos habían llegado tarde y para sorpresa mía eran de diversificado. Pidieron permiso para entrar tres de ellos eran muy atractivos, entonces lo vi…. El número cuatro, su nombre 17 años, alto, tes blanca, varonil, cuerpo atlético, y con un bulto pronunciado en su pantalón.
¿Cuál es nombre su nombre joven? Pregunte…. ¡Jonathan! me respondió con una voz firme y varonil que me hizo que se erizara todo mi cuerpo en cuestión de segundos. Ese mismo me di cuenta que Jonathan junto con los otros 3 jóvenes pertenecían al equipo de baloncesto del instituto y eso hizo que se despertara mas mi interés en el.
Pasaron aproximadamente 3 meses de clases para ir conociendo a mis alumnos, en la semana solo le daba clases a diversificado jueves y viernes a primeras horas, Jonathan era un muchacho muy callado y un poco desaplicado que se sentaba siempre en la parte de atrás del salón de clases.
Un viernes de abril antes de la semana santa llegue a mi centro educativo con muchas ganas de dar clases porque sabía que estaría dos horas viendo a mi Jonathan, la sorpresa fue que cuando llego al instituto él no había llegado todavía y eso me puso muy triste pero ya en la segunda se escucha el timbre del instituto y adivinen ¿Quien venía llegando? Correcto era el, ¡Jonathan! quien por cierto llego agitado y me pidió permiso para entrar a mi clase y lógicamente se lo concedí. A los 10 minutos de a ver empezado la clases note que Jonathan saco un celular y estaba con mochila en la piernas dicho sea de paso los celulares están prohibidos en el colegio pero por tratarse de un caso especial no lo reporte.
Termino mis clases clases con ellos pero note que Jonathan seguía pegado al celular, los cipotes salieron a recreo y solo se quedo Jonathan en el aula y yo por supuesto terminando de organizar mis cosas, fue en ese momento que con una voz tímida le dije a Jonathan: ¡salga a recreo! Pero el parecía poseído por su celular, pero a los 10 segundos respondió: Es que no puedo ahorita profe. Pero porque le pregunte yo, es que me da pena me contesto, que raro esta eso le replique, a saber que tanta mira en ese teléfono con tono picaresco. De verdad quiere saber me dijo. Si le conteste…
En eso se puso de pie y es que andaba una tremenda erección que parecía que tenía un plátano mala acomodado dentro de su pantalón. Mi corazón latió a mil por hora, me quede sin palabras totalmente ido en su gran bulto, luego me quede helado y sin aliento cuando vi a Jonathan acercarse a mi lentamente sin perder su erección y me dijo: Yo se que le gusta el trozo profe no se haga el nuevo y tomo mi mano y la froto en su gran bulto encima del pantalón yo estaba petrificado por fuera y con todas mis hormonas revueltas por dentro me sentía poseído por el y totalmente sumiso, permítame me dijo solo quiero ver que no haya ningún mirón afuera y acto seguido se le baje el zipper de su pantalón cuando introduje mi mano por su bragueta sentía que mi corazón iba salir de mi pecho, cuando logre sacar su gran polla vi que era tal y como yo me la imaginaba en las tantas veces que había masturbado en su nombre. Era una polla, blanca algo gruesa cabeza rosada, media unos 9 pulgadas y olía delicioso a puro jabón de baño. Lo masturbe un rato con mi mano derecha cuando entre dientes escuche las palabras que ratos estaba esperando, agáchese y chúpemela me dijo. Yo no hice otra más que obedecer sus órdenes, me recuerdo que le chupe esa polla como quien lame un helado en una temporada muy calurosa. Tuve esa deliciosa polla en mi boca como por 8 minutos la chupaba con locura; solo recuerdo los lamentos de Jonathan que decía ¡ya acabo! ¡Ya acabo! ¡Ya acabo! y de un solo tirón saco su polla de mi boca y me soltó toda su tibia leche en mi cara que por cierto era bastante, se metió su polla ya flácida en el pantalón se subió el zipper y se fue para el recreo y yo me quede limpiándome la cara de todo el semen de Jonathan con un pañuelo que andaba entre mis cosas.
Saludos esperando que les haya gustado mi relato... espero comentarios a mi correo personal o mi wattsapp:
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