Relatos Eróticos Filial
Madre e hija compartiendo esposo | Relatos Eróticos de Filial
Publicado por Maythe garcia el 13/05/2013
hola amigos es un placer saludarles y compartir este relato espero que no nos juzguen y nos comprendan somos una madre y una hija compartiendo el mismo esposo las dos actualmente estamos embarazadas y el padre de nuestros hijos es el mismo todo empezó hace 6 meses éramos una familia normal yo viviendo con mi ex esposo el padre de mi hija con el cual compartí 20 años de mi vida el nunca me tomo importancia para el yo era como un mueble como un articulo decorativo ya que a los pocos años de casados el se enredo con una jovencita de 16 años muy rara vez teníamos relaciones sexuales y mi cuerpo siempre ardía de ganas pasaba noches de verdadero infierno deseando ser poseída penetrada mas sin embrago no me animaba Jesús un amigo de mi esposo me había insistido en muchas ocasiones que le diera la oportunidad de enamorarme durante mucho tiempo me insistió pero la diferencia de edades y otras cosas no me lo permitían pues el es 8 años mas joven que yo para acabarla de fregar mi hija recién casada había tenido un gran fracaso en su matrimonio quedando abandonada para que se distrajera un poco le hable a Jesús para que le diera trabajo en la pequeña empresa donde el es el dueño el la acepto de inmediato todos los días mi hija me decía que porque no le hacia caso a jesus que ella seria muy discreta y mi esposo nunca se enteraría a insistencia de ella acepte salir a cenar con jesus acompañada de mi hija la verdad nos trato como a unas reinas y poco a poco se fue ganando mi cariño aunado a la falta de un hombre en mi cama acepte a tener relaciones con jesus así que una noche que mi esposo no llego le llame y me fui a su departamento el ya me esperaba desde que entre me beso apasionadamente en la boca y en mi cuello yo sentí vibrar todo mi cuerpo lentamente me fue desnudado y acariciando mi cuerpo calentándome la sangre hasta dejármela hirviendo mi vagina completamente a empapada pedia a gritos ser penetrada el me acostó y me abrió las piernas bajando a chuparme el clítoris yo me venia abundantemente nunca había sentido una lengua en mi vagina me hacia retorcerme de pasión y de placer el me acomodo de manera que quedáramos haciendo el famoso 69 yo en muy pocas ocasiones había mamado pene pero no me dio pena estaba tan caliente que aquel hombre se lo merecía le di unos besitos primero en la cabecita del pene luego se lo empecé a lamer como si fuera un rico helado desde la punta hasta los testículos después golosamente lo meti en mi boca para mamarselo bien rico lo metia todo y lo sacaba lentamente el se estremecia de placer al igual que yo luego me pidió me montara sobre de el dándole la espalda pues el quería gozar viendo como mis nalgas subían y bajaban mientras devoraba su pene andas bien lechuda mi amor me dijo te ves bien ganosa aquellas palabras me excitaban mas y mas mientras movía mi culito en circulito a cada rato me cambiaba de posición haciéndome gozar al máximo me pregunto si nunca había hecho el sexo anal conteste moviendo la cabeza negativamente el me acomodo empinada con el culito levantado me puso saliva y empezó a tallar su pene por todo mi canalito haciéndome temblar de pasión al estar bien lubricada me lo empezó a meter por atrás despacito el dolor y el placer me llevaron a alcanzar un super orgasmo el se dio cuenta y me empezó a a penetrar mas profundo yo sentía que mi culito se partía en dos pero no quería que me lo sacara me lo estuvo mete y saca hasta que de pronto sentí como mi culito se llenaba de leche caliente a la vez que otra vez el orgasmo me alcanzaba a mi quedamos desmadejados en la cama abrazados esa noche la pase con el mi hija me hablo a mi celular y le dije que estaba con jesus desde ese dia salí con el y nos veíamos seguido al mismo tiempo el trato que le daba a mi hija hizo que mi hija también se enamorara de el y se le ofreció sin ninguna objeción a sabiendas que jesus era mi amante jesus empezó a tener relaciones sexuales con las dos por separado yo ya lo sabia pero me hacia tonta hasta que una noche jesus nos invito a salir a las dos después de la cena nos llevo a su departamento y nos hablo a las dos jesus nos dijo que ya no quería ocultar mas la relación que yo me tenia que enterar que sostenía relaciones con mi hija y que si las dos estábamos dispuestas a seguir así o terminábamos las dos aceptamos gustosas quedarnos con el hable con mi esposo sin decirle el motivo verdadero y nos separamos ahora vivimos en casa de jesus las dos compartiendo el mismo hombre somos felices nos juntamos las dos para complacerlo y la verdad es un honor compartir con mi hija al hombre que nos quiere que nos ama y nos trata como reinas