Relatos Eróticos Filial
Follando a mi hermana | Relatos Eróticos de Filial
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Una tarde fui a ver a mi hermana, que por entonces tenía 26 años y una cuerpazo para quitar el hipo. Yo tengo dos años menos. Mi hermana es una mujer alta, delgada, con unas tetas ni grandes ni pequeñas, con un culo que corta la respiración. Hasta ese día habían sido muchas las pajas que me había hecho pensando en ella y no veía la ocasión de poder follármela al fin.
Mi hermana me abrió la puerta. Como hacía calor vestía una camisetita larga que le llegaba hasta las rodillas. Debajo sólo llevaba un tanga y un mini sujetador. Cuando la vi así sentí que la polla se me salía de la bragueta. Vivía en un piso alquilado junto con un chaval. En ese momento no estaba más que ella. Me dijo que había estado trabajando hasta altas horas en el bar y que tenía mucho sueño. Yo le dije que también estaba algo cansado y que si no le importaba que me echara la siesta con ella. Dijo que sí, que para lo poco que me veía que me quería "aprovechar". Me dijo que antes de meterse iba a darse una ducha. Le contesté que bien, que le esperaría.
Para entonces ya estaba en la cama, sin las zapatillas y sin el pantalón. Mientras se estaba duchando pensaba en su cuerpazo bajo el agua y me masajeaba la polla que tenía dura como una piedra. Comencé a mirar los cajones de su mesilla y encontré en una pequeña cajita unos cuantos condones. Pensé en quién podía ser el afortunado que se la tirara.
Cuando salió de la ducha yo me hice el dormido. Ella, pensando que yo estaba dormido, se quitó la toalla y comenzó a secarse. Yo abrí los ojos y vi el espectáculo. No podía aguantarlo y la polla pegó un brinco. Esto lo vio mi hermanita y se sorprendió. Se acercó a mí y me la tocó por encima del calzoncillo. Yo comencé a gemir y ella me quitó el calzón. Yo hice como que me despertaba. Ella me preguntó:
- ¿Por qué tienes la polla tan dura?
Yo le contesté que porque me la ponía ella así. Sonriendo me dijo:
- ¿Quieres follarte a tu hermanita?
Yo le dije que sí, claro. Entonces me dijo...
- Prepárate porque estoy con unas ganas locas de disfrutar de tu polla.
Tengo que decir que me mide 20 cm y que la tengo muy gordita. Comenzó a pasarme la lengua por toda la polla y por los huevos. Yo aprovechaba para tocarle el chochito depilado que tenía. Le dije que se pusiera en posición, que quería chuparle el coñito. Ella se puso de manera que hicimos un 69. No podía creérmelo y al poco rato estallé en su boca. Le salía un chorrillo de lefa por los laterales de sus labios, pero poca porque se la tragó entera.
- Uummm, deliciosa - me dijo - Ahora veremos que tal me follas.
La tumbé y de un golpe le metí los 20 cm de polla. Fue el mejor polvo hasta el momento y yo creo que será el mejor de mi vida. La estuve follando de distintas posturas, y le chupé las tetas y los labios, pues no paramos de besarnos y de entrelazar nuestras lenguas. Para evitar dejar preñada a mi hermanita me puse un condón y después de alcanzar ella dos orgasmos y de correrme yo, me quitó el condón y se tragó toda la leche.
- Hermanito, ¿Te atreves a romperme el culo? Lo tengo aún virgen y lo quiero reservar a tu tremenda polla.
- Claro que sí, cariño. Soy un afortunado por dejarme ese culazo a mi disposición. Te lo voy a follar y vas a disfrutar como una guarra.
Le chupé el agujerito y pensé que me iba a correr antes de meterle mi polla. Le metí primero un dedo, luego dos y cuando ya estaba totalmente lubricada le metí por último mi polla. De un golpe entró toda.
- Sí, sí, hermanito, sigue, sigue... oooohhhh
Cabalgaba y cabalgaba hasta que noté cómo una riada de leche le caía dentro.
- Buah... eres un torito, cariño - me dijo la buena de mi hermana.
Tras esto le di un beso y nos quedamos dormidos.
Fue maravillosa la experiencia sexual con mi hermana. Desde aquel día, siempre que nos vemos y podemos hemos follado como locos. Otro día os contaré el trío que montamos el compañero de piso de mi hermana, mi hernana y yo, pero eso para otra ocasión.