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Con la hija y la madre | Relatos Eróticos de Filial

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Un día en el pueblo de Gregorio Aznares me encontraba yo en una casa de una mujer de unos 30 35 años de edad viuda y con una hija llamada Virginia de 17 años.

Yo soy plomero y me encontraba ese día arreglando las tuberías del baño; eso de las 3 de la tarde Virginia sale a la playa por una hora. Asta ahí todo bien, la cosa se empezó a complicar cuando la madre de una forma amable me invito a comer ya que yo estaba sin almorzar aun. Acepto con emoción debido al hambre que tenia. En eso va a su cuarto y se demora un rato al volver dice sentirse molesta por una picazón cual no podía rascar ya que no llegaba y me pide a mí si no le podía rascar la espalda.

Fui me puse detrás de ella y le empiezo a rascar la espalda; luego va al cuarto de ella y pega un grito de dolor diciendo que le había vuelto la picazón pero más fuerte. Ella desesperada me pide que baya a rascarle la espalda. Haya iba yo a rascarle la espalda; cuando le empiezo a rascar la espalda ella da vuelta el brazo y me indica donde es que le picaba y en eso ella se desabrocha un botón de su vestido. Ella de forma picara me dice me sigue rascando yo entendiendo su juego le desabrocho 3 o 4 botones cayendo así su vestido a suelo quedando completamente desnuda.

A todo esto yo empiezo a cojerla por un largo rato. A la media hora no me había dado cuenta de la hora que era y yo seguía cojiendola con todo el placer del mundo. A los momentos la suelto un poco y ella se pone en cuatro cosa de que yo le empiece a meter mi pija por el culo.

No nos dimos cuenta y mientras yo la cojia, entro Virginia sin hacer ruido y ve lo que le estoy haciendo por la puerta la cual habíamos dejado abierta. Ella tontamente en un momento mueve una mesa lo que nos alerta de su presencia.

- Oh hija - le dice la madre

La madre le decía que ya era hora de que dejaran el pasado y empezaran a vivir otra vida y además que ella había cosas que aun no sabia de la vida.

Ella le pregunta que cosas era la que no sabia. En ese momento me levanto y mientras iba yendo hacia el baño miro hacia atrás y veo las nalgas de ella. Voy hacia ella sin que se diera cuenta y por detrás le cincho el short. Ella rápidamente se da vuelta y yo le meto mi mano por dentro de su bombacha y la corro su bombacha para tocarla con mi pija. La miro y le digo que tengo ganas de cojerla; la madre mirándome me dijo que le enseñara todo.

La agarro de la cintura y la llevo hacia una punta de la cama la cama era de patas cilíndricas y con un tapón encima con la cabeza de forma a una media esfera. Le rompo la bombacha y le meto mi pija con toda mi fuerza, ella desesperada grita del dolor y del placer. Después agarre de sus nalgas y se las separe un poco luego la levante y la senté en la pata de la cama.

Estaba loca, poco a poco sus pezones empezaron a quedar duros y se le notaban bien en esa maya mojada, estaba totalmente fuera de control le gustaba empila sentir mi pija por su concha y la pata de la cama entre medio de sus nalgas. Eso de las 5 de la tarde llegaron mis ayudantes Nicolás Hernandez y William Rijo quienes estaban trabajando en otro lugar y nos encontraron a los tres desnudos. Yo les digo que vengan, William va y sigue cojiendose a la madre de Virginia y Nicolás y yo le seguíamos enseñando a Virginia la acostamos en la cama y Nicolás le metía y le sacaba la pija de la concha; yo mientras puse mis nalgas sobre sus tetas y hice que Virginia me fuera chupando la pija, aquello era hermoso los dos cojiendonos a Virginia haciéndola gritar del placer.

 

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