Relatos Eróticos Fantasias
Esperando ansioso | Relatos Eróticos de Fantasias
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Corría el mes de septiembre, mi novia, Nuria, se había ido a Barcelona con sus padres para pasar el resto de sus vacaciones, y yo pasaba por una época muy cachonda, no dejaba de pensar en sexo, miraba paginas de Internet, leía relatos eróticos, y no paraba de pajearme.
Por fin regresaba, ella llegaría en el tren desde Barcelona vía Granada, a las 12:00 horas y yo la esperaría en la estación de Almería para recogerla. Durante aquellos días de excitación permanente, a mi se me habían ocurrido algunas fantasías que quería hacer con ella, no habíamos dejado de hablar de ellas por teléfono y el día había llegado; le dije que una de mis fantasías era la de afeitarle su coño y dejárselo como a una autentica actriz porno, a lo que ella no opuso resistencia, al contrario, le entusiasmaba la idea de verse espatarrada, con su coñito totalmente abierto, esperando a que yo se lo dejase bien rasurado, pues bien, fuimos a un centro comercial y allí compramos todo lo necesario para poder realizar aquella fantasía.
Tras llegar a su casa, nos preparamos para la sesión de peluquería sexual, no sin antes magrearnos el uno al otro, nada mas entrar por la puerta, metí mis manos en su escote, y saque de la prisión del sujetador sus dos magnificas tetas con sus duros pezones erectos, tienen el tamaño de un dedal y son oscuritos en relación con el color de sus tetas, que aquel año no había sacado a relucir en ninguna playa, por lo que se le notaba la marca del bikini; Ella por su parte había metido las manos en mi pantalón y empezaba a jugar con mi polla, que para entonces ya estaba completamente empalmada como a ella le gusta.
Yo mordía sus pezones y la besaba frenéticamente, mientras ella sacaba mi polla y la acariciaba como a un peluche a la vez que me tocaba los huevos llenos de la leche, que tanto le gusta a ella, comencé a soltar los botones de su pantalón y se lo baje de un tirón, entonces vi aquella tanga negra totalmente mojada por los jugos que escapaban de su coño, y como asomaban algunos de los pelillos del mismo, puesto que las tangas eran diminutas y no lograban tapar aquel coño húmedo. De repente ella soltó mi polla y me dijo:
- Si no paramos cariño, no vas a poder depilarme el coño ni nada, porque se me esta poniendo como una piscina.
He de reconocer que mi novia tiene un coño que es una maravilla, con tan solo unas pocas caricias se le moja enterito, de modo que así lo hicimos, y paramos de tocarnos.
Nos subimos a la parte de arriba de su casa, mientras subíamos las escaleras, ella movía su culito y cada dos o tres escalones se paraba, ponía su culo en pompa y apartaba su tanga para que yo pudiese ver aquel coño mojado que en unos instantes estaría a mi entera disposición, yo mientras tanto me iba bajando los pantalones y los slip para dejar a mi polla en libertad. A llegar arriba preparamos las cosas, apartamos todo lo que había en la mesa, extendimos una toalla sobre la misma y nos desnudamos completamente, entonces yo no pude reprimir mis ganas y le bese sus tetas a la vez que metía mis dedos entre los mojados labios de su coño, con lo que ella me volvió a recriminar que de esa forma no la podría depilar porque como siguiéramos así se iba a meter mi polla en su coño, y no iba a parar de follarme en toda la tarde, de forma que tuve nuevamente que parar mi desenfreno.
Le dije que se subiera en la mesa, que se tumbara y que abriera bien sus piernas para que yo pudiese ver bien su coñito, ella así lo hizo, se subió a la mesa, se dejo caer hacia atrás, abrió sus piernas, las flexionó un poco y me dejo ver aquel coño que tanto había echado de menos en sus días de ausencia, le abrí los labios con los dedos y le lamí su erecto clítoris, a lo que ella me volvió a regañar; en fin, tenia que hacer lo que tenia que hacer, empecé pasándole la maquinilla para dejar sus pelos bien cortos, a continuación, comencé por depilar sus ingles y luego pase definitivamente a los labios de su coño, aquello estaba quedando perfecto, tal y como lo había imaginado. Durante toda la operación ella no dejo de tocarse las tetas y de pellizcar sus pezones, y para que no se aburriese, yo de vez en cuando, acercaba mi polla a su boca para que me la comiese un poquito a la vez que yo le besaba y le manoseaba las tetas.
Por fin su coño estaba depilado y tan solo lucia una franja de pelo, de un dedo de ancha, que salía desde la parte superior de su clítoris, aquella imagen me puso totalmente cachondo, mi polla palpitaba a cada latido de corazón y mis ganas de follarla se disparaban, pero entonces ella me dijo:
- Mi cielo, ahora me toca a mí depilarte los cojones y la polla. Tu también tienes que estar guapo para mí.
Aquello me sorprendió mucho, ya que sabia que ella también tenia unas ganas locas de follar, puesto que la delataban los hilitos de flujo que escapaban de su coño y que escurrían por sus muslos, de todas formas no me hice de rogar, me subí a la mesa y abrí las piernas para que ella tuviese un total acceso a mi polla y mis huevos y que nada le obstaculizara en su camino. Se acerco a mí y cogiéndome la polla con dos manos y me dijo:
- Guarrillo mío, como me gusta el pedazo de polla que tienes, me encanta metérmela en la boca y comértela hasta que te corres en ella, para luego sentarme encima de ti y meterla hasta el fondo de mi coño, hasta que tus cojones chocan contra mi culo, y no dejar de follarte, para luego sentir tu leche calentita dentro de mi coñito.
Aquello me ponía a cien, pero no podía hacer nada hasta que mi novia no terminase de raparme mis huevos y mi polla, al fin soltó mi tiesa polla, no sin antes darme unos lengüetazos en el capullo, y comenzó la operación de peluquería, igual que yo había hecho con anterioridad, ella paraba de tanto en tanto para acercar sus tetas a mi boca y que yo se las comiese un ratito a la vez que me decía:
- Cómemelas cabroncete mío, cómeme las tetas y los pezones, chúpamelos fuerte y tira de ellos hacia ti, ¿O es que acaso quieres comerme el coño?, pues no, no te dejare hasta que no termine, ...umhhhh! Para, para, que me estoy mojando y soy capaz de correrme solo de pensarlo.
Ya habíamos terminado, tanto su coño como mi polla se veían preciosos, de película porno, como yo había dicho, y ahora iba a empezar lo mejor. Nos bajamos abajo, al cuarto de baño, para limpiarnos los restos que habían quedado en nuestros cuerpos y nos metimos los dos en la bañera, y abrimos el grifo, el agua al principio estaba fría, al caer sobre las tetas de mi novia, sus pezones se estiraron al frente y se pusieron duros como pequeñas pollas, lo que hizo que mi polla a pesar de lo fría que estaba el agua se empalmase, llegando a rozar la punta de mi capullo contra su precioso ombligo, y entonces ella me dijo:
- ¿Es que me la quieres meter ya?.
A lo que yo respondí, mientras le estrujaba las tetas y metía mis dedos en su coño:
- Si cariño, tengo la polla que me va a estallar y necesito follarte como a una guarrilla.
Ella entonces aparto mis manos de su coño y cogiéndome la polla me dijo:
- Primero, me vas a comer enterito todo mi coño, hasta que me corra en tu boca y te llene la cara de mis flujos, como a mí me gusta, pero no puedes tocarme nada, solo lamerme el coño como tu sabes ¿Ok?.
No podía dejar de pensar en meterle la polla y follarla hasta que se corriera, pero ella tenia ganas de juego y yo no podía negarme a sus peticiones, era el día de nuestro reencuentro, así que hice lo que me pedía. Subió una de sus piernas hasta el borde de la bañera, dejando a la vista su húmedo coño, no solo por el agua que caía sobre su cuerpo, sino por sus jugos que salían a raudales entre la raja de su apetitoso coñito, yo no me detuve en contemplaciones y una vez que ella abrió sus labios con los dedos, empecé a comerle el coño y chupar su clítoris erecto y enrojecido por la excitación, ella manoseaba sus tetas y giraba sus pezones como si se tratase de los botones de una antigua radio a la vez que me decía con voz entrecortada:
- Mi amor... que bien me lo haces, ...aahh! solo tu sabes como comerme el coño, meterme tu lengua entre los labios y follarte mi coño con esa lengua tuya, más, más fuerte, me voy a... aahh! Correr, fóllame, fóllame así, si así, me corrooo, uhmmm uhmmm!.
Sus jugos entraban en mi boca a presión, salían de aquel coño abierto como si de una fuente se tratase, yo los saboreaba vorazmente como si fuesen un elixir de vida, y yo estuviese al borde de la muerte, mordía su clítoris, lamía sus labios vaginales y metía mi lengua hasta el fondo de su coño, mientras ella se retorcía de gusto, y su cuerpo se convulsionaba cada vez más, hasta que se derrumbo desfallecida por el gozo de su orgasmo. A todo esto mi polla dura desde el principio, no cabía dentro de sí misma y pedía a gritos que le prestasen atención, que no era una simple espectadora.
Nuria empezaba a recuperarse y yo ya me había sentado frente a ella dentro de la bañera, le tocaba sus hermosas tetas y pasaba mis dedos entre sus ingles para recoger los restos de flujo que aun salían de su coño, para luego llevarlos a su boca y que saboreara sus propias mieles. Por fin cogió mi polla y acercándose a mí, con la otra mano corto el grifo de la bañera, me besaba en la boca, chupaba mi lengua y me decía:
- ¿Quieres que te la coma?, ¿Quieres que me meta tu polla en la boca y que empiece a lamértela hasta que te corras de gusto?, o ¿Prefieres follarme el coño?.
Y yo, a la vez que tocaba sus pezones y su culo, ya que ella estaba a cuatro patas y tenia el culo en pompa, le conteste:
- Te vas a meter mi polla en tu boca, como has dicho, y me la vas a chupar como si del último caramelo del mundo se tratase, luego la vas a meter entre tus preciosas tetas y me harás una pequeña paja con ellas, yo mientras tanto, te iré tocando el culo y el coño para que se te vaya poniendo a tono, y cuando yo note que te vas a correr, te sentare sobre mi y te meteré la polla entera en tu coño húmedo.
Ella asintió con la cabeza, ya que no podía hablar, puesto que mientras yo hablaba, ya se había metido mi polla en la boca y la lamía lascivamente a la vez que con una mano hacia movimientos arriba y abajo y con la otra tocaba mis huevos cargados de leche; pase mis manos alrededor de su culo, no sin antes pasar por sus tetas, sobaba su culo mojado y suave, pasaba el dedo por su hoyito y finalmente me centre en su coño, al rato ella acercó sus tetas a mi polla y como le había dicho la metió entre ellas y me la meneaba lentamente mientras me decía:
- Cariño me estas poniendo otra vez muy cachonda, aahh... y creo que si no paras me voy a correr muy prontito, uhmmm!.
Tire de ella hacia mí, y le dije que se pusiese de pie un momento, que quería lamerle el coño y comprobar que realmente estaba tan cachonda, así lo hizo, y efectivamente lo estaba, de su coño salía un jugoso y calentito liquido que saciaba mi sed de sexo; cogí mi polla con una mano y con la otra tire de ella hacia abajo, ella se abrió los labios del coño con los dedos y con su otra mano colocó la punta de mi polla en la entrada de su coño, para acto seguido dejarse caer y meterse la polla, casi sin esfuerzo, a través de los abiertos labios de su coño y empezó a follarme lentamente mientras me decía:
- Cariño, como me gusta sentir tu polla dentro de mí, sentir como me llenas toda, notar tu polla dura en cada uno de los poros de mi coño... uhmmmm que gusto, quiero más, quiero más... ah, ahhhh, ¿Te gusta como te follo, mi amor?, no aguanto más, me voy aaahhh correr, uhmmm me corroooo... oh, oohhh!.
Note como su coño se cerraba y aprisionaba mi polla dentro de sí, ella aflojó un poco el ritmo para coger aliento, y yo manoseaba su culo a la vez que lamía sus tetas, sus pezones tiesos y duros, besaba su cuello, mordía sus orejas, lamía sus labios y su lengua, notaba como mi polla se ponía aún más dura si cabe y eso era señal de que la corrida estaba cerca. Mi novia, aceleró el ritmo nuevamente, subía y bajaba sobre mi polla dejándola asomar entre los labios de su coño, mientras se tocaba el clítoris, ella también notaba como mi orgasmo se acercaba y me dijo:
- Quiero que te corras dentro de mí, quiero sentir tu leche en mi coño, hazlo rápido mi cabroncete, lléname el coño de tu miel... quiero sentir como me llenas toda de leche y como luego sale desparramada entre los labios de mi coñito.
No la hice esperar, solté toda mi leche dentro de su coño como ella me había dicho, mientras de mi polla salía la lechada, ella se corrió nuevamente cerrando aun más su coño sobre mi dura polla para exprimirla del todo. Cuando termino su orgasmo, me dijo que me pusiese de pie, que quería limpiarme la polla con su boca y lamer mi leche mezclada con los jugos de su coño, me puse en pie, ella cogió la polla y se la llevo rápidamente a su boca y comenzó a chuparla con frenesí, yo acariciaba sus tetas y pellizcaba sus pezones, finalmente tiro de mi y comenzó a besarme en la boca para que yo también bebiera la mezcla de mi polla y su coño.
Nos quedamos en la bañera un largo rato besándonos y acariciando nuestros cuerpos desnudos, hasta que nos volvimos a poner cachondos y con ganas de follar, pero lo que vino después, lo contare en otro relato.