Relatos Eróticos Autosatisfaccion
Mi espia | Relatos Eróticos de Autosatisfaccion
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Hola a todos, quisiera contarles una historia 100% real que me pasó y me sigue pasando y que por fin me he animado a escribir, ya que es una experiencia que me excita de sobremanera...
Empezaré por contarles que soy de la capital mexicana, tengo 29 años, soy morena clara, mido 1.64, cabello castaño claro, de complexión mediana, y uno de mis mayores atributos son mis caderas ya que gracias al destino y un poco al ejercicio que hice de mas joven son mi mayor orgullo.
Tengo 2 años de casada felizmente con un hombre grandioso, y digo esto porque la vida no pudo darme uno mejor que él.
Entraré de lleno en el asunto por lo cual estoy escribiendo en este lugar. Resulta que dada la edad que tengo y el atributo que les mencione anteriormente de mi cuerpo, soy el centro de atención de las miradas de los hombres, esto siempre ha sido incluso desde antes de casarme.
A toda mujer nos encanta el que los hombres nos volteen a ver, ya que nos hacen sentir deseadas y bellas.
Como les comenté soy casada vivimos en la ciudad en una casa pequeña, vivimos al lado de unos familiares de mi esposo un tío del él. Compartimos el mismo terreno, pero lo dividimos por medio de una pequeña herrería.
Hace como dos meses el tío de mi esposo que es nuestro vecino vino a hacer unas reparaciones en nuestro baño, cambiando la tarja por una nueva. El baño que tenemos es pequeño y este da hacia la parte de su terreno. Cierto día que me iba a meter a bañar descubrí un pequeño orificio que esta situado de bajo del lavabo que el cambio, y lo pude percibir ya que antes de prender la luz note que del otro lado (la casa del tío de mi esposo) salía una luz, no le di mucha importancia así que me dediqué a tomar una relajante ducha.
Estaba yo empezándome a desvestir y escuché unos pequeños ruidos del otro lado, no le di mucha importancia y seguí con lo mío, estaba yo en la ducha y no se como de repente vi que alguien se asomaba por ese agujero, en un principio sentí algo de temor, me hice a un lado para no ser vista, me llené de indignación y decidí salirme. Por un momento me bloqueé ya que de antemano sé que la única persona que me pudiera estar observando seria el tío de mi esposo, ya que es el único hombre que vive de ese lado.
Me quedé pensando, así pasaron unos días en los que yo estaba muy indignada por ese suceso.
No dejaba de pensar en aquella experiencia mis sentimientos eran encontrados en un principio sentía mucha furia y por otro lado empezaba a sentir una extraña sensación de nerviosismo y curiosidad.
Aunque el tío de mi esposo es un hombre de aproximadamente unos 54 años de edad que vive solo con su esposa porque su hija ya se casó, me empezaba excitar la idea de que él me viera.
Un día que estaba barriendo el patio salió este tipo y me saludó pero se me quedó viendo de una forma muy extraña con una mirada muy lasciva; la cual me dejó pensando en el suceso pasado.
Mi cabeza daba muchas vueltas, sentía mucho nerviosismo y mucha excitación al mismo tiempo, me estaba dejando llevar por la curiosidad y por la sensación de excitación de aquel momento.
Entré a mi recamara y empecé a cambiarme, me deje en ropa interior y me puse mi bata de baño. Sin pensarlo mas tome la decisión. Salí de nuevo al patio para abrir la bomba de paso del agua, cuando de repente salió este hombre con la misma mirada de hacia un rato, mi tensión aumentaba pero logré controlarla: Me preguntó "¿te vas a bañar?"- con una voz entre cortada le conteste que si. El me miró de nuevo y abrió la llave de paso, y me dijo que tenia que enviarle unas cosas a su hija y se metió.
Mi excitación y mis pensamientos estaban al borde del descontrol, sentía eterna la llegada al baño, una parte de mi quería que ese agujero no estuviera ocupado por alguien del otro lado, pero otra parte de mi si lo deseaba.
Cuando entré al baño, abrí la regadera, deje caer un poco de agua, al voltearme vi que ese lugar de espía ya estaba ocupado, me quedé un momento inmóvil, tome un peine y me cepille el cabello, mi excitación estaba al borde de la explosión.
Me daba un poco de miedo tomar la iniciativa pero al fin me decidí y me quite la bata de baño, el vapor del agua tocaba mi cuerpo, sabia que era observada por un hombre diferente a mi marido, una sensación extraña recorría mi cuerpo, me sentía excitada, mi boca se secaba a cada instante.
Entré a la ducha, sentía como el agua recorría mi cuerpo y lo empezaba a humedecer una nueva sensación estaba yo experimentando similar a la primera vez que me entregue a un hombre. Volteé rápidamente al orificio de la pared y observe como era espiada y como era el deseo de ese hombre en aquel momento. Empecé a enjuagar mi cabello, sin pensar me voltie le di la espalda a mi espía, sabia que el quería verme toda y que mejor que regalarle una vista de mi mayor atribuido y que en varias ocasiones lo había sorprendido viéndome con su mirada lasciva.
Pronto empecé a por tomar una esponja y lavar mi cuerpo, cuando sin querer mis manos pasaron por mi entre pierna una sensación de escalofríos y de gusto recorrió todo mi ser.
Esto dio pie para empezar a idear otra cosa en ese momento para regalarle a mi espía un espectáculo único y que tanto él como yo disfrutáramos.
Empecé por recorrer con el jabón todo mi cuerpo, de una forma muy sensual (según yo), cuando llegué a mi trasero me masajie un buen rato con el jabón poco a poco iba abriendo mis nalgas para que él pudiera verme, después de eso me volteé de nuevo y empecé a hacer lo mismo con mi entre pierna.
Aunque sabia que dada la cantidad de bello pubico que tengo no podría ver igual. Pero creo que eso a el no le importo. Abrí de nuevo la regadera para que el agua enjuagase mi cuerpo de todo el jabón que tenia, cuando me tocaba mi entre pierna sentía lo caliente y lubricada que estaba, lista para recibir lo que fuera. Me entro la idea de masturbarme ahí mismo, pero no me animé, me dió pena hacerlo.
Salí de la ducha y me puse la bata, me acerqué al espejo que esta justamente arriba del lavabo, y el agujero por donde me espiaba este tipo, esta justamente de bajo del lavabo. Me cepille el cabello por un rato, abrí de nuevo la bata para dejar ver la parte de enfrente de mi cuerpo, y procedí a vestirme de manera sensual, no sin antes untarme crema en mi cuerpo de una manera sensual, y a ponerme mi ropa interior que consistía en un sostén de encaje blanco y una tanga del mismo color.
Al salir fui de inmediato a mi recamara, donde pude por fin tocarme hasta explotar de esa experiencia única.
Los días siguen pasando y no hay día que falte mi espía para verme bañar, he decido depilarme mi entrepierna justo antes de bañarme para que el pueda tener una mejor visión de mi cuerpo.
Ahora es algo que disfruto y es mi mayor secreto, desde ese tiempo me he vuelto mas exhibicionista sin llegar a la vulgaridad. Cuando voy de compras, trato de buscar lugares donde haya hombres para dejar un poco entre abierto los probadores y puedan observarme.