Relatos Eróticos Autosatisfaccion

Culeado | Relatos Eróticos de Autosatisfaccion

Publicado por Jalarika el 11/01/2023

Culeado
Anónimo
Versión de Jalarika
¡¡Y todo esto en el salón de casa!!. Eso sí, sin hacer ruido y con mucho cuidado de si oíamos algo sospechoso, apagarlo todo y salir escopetado hacia otro lado de la casa.
No me dolió estar ensartado… pero, al día siguiente, me dolió ir a cagar. Tenía algunas fisurillas en el ano que el día anterior ni me había enterado, pero que me escocían. Varios días después, esas escoceduras remitirían.
Coincidiendo con otro fin de semana con pelís eróticas de madrugada, mi hermano me propuso lo mismo: ver la peli y si nos calentaba, pues metérmela por el culo otra vez. Yo pensaba (y él también) que esas relaciones eran como las que hacíamos 5 años antes: experimentos sexuales entre hermanos, o sea, nada… sin consecuencias. Lo llevaríamos en secreto mientras lo hiciésemos. El caso es que no lo hicimos en ningún otro lugar.
Una vez que mi hermano se empalmaba, me empalaba, ya no tenía que pajearme. Solo esperar a que la polla de mi hermano se pusiese como un hierro duro… y alguna vez que venía con la polla tiesa antes de que hubiese alguna escena sexual en la televisión.
Pues eso: fuera pijama por parte de mi hermano, y yo me bajaba el pantalón enseñando mi culo (por supuesto que fuimos perfeccionando la escena: ya nada de utilizar la saliva como lubricante, sino la vaselina, que es otro recurso para el sexo anal). Pero, como me iba a dar por culo, tampoco yo me privaba en chuparle el palo antes de que me lo metiera. En fin, que una vez lubricado su pene, y dilatado un poco mi ano, con sus embestidas, me terminaban dilatando el ano del todo.
Y vuelta a empujar, como un émbolo, con sus movimientos de vaivén. Termina eyaculando en mi interior y acabamos en el lavabo. Así fue durante varios meses. Según se espaciaban las experiencias anales, al final acabaron y no hubo más.
Ahora no tendría experiencias anales, porque será por alguna almorrana o qué (jajaja), pero me dolería muchísimo meterme algo tan grande como un pene humano en erección. Y, además, a mi hermano lo dejé hacerlo porque eran épocas de descubrimientos en relación al sexo, que eran divertidos y daban morbo. Pero esa época de adolescencia acabó, y los contactos con mi mismo sexo también.
En cuestión de fotos y vídeos, me gusta ver ambos sexos. En ese sentido soy muy clásico.