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Ardiendo de excitación | Relatos Eróticos de Autosatisfaccion

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Era una tarde soleada, el aire de campo me hacia bien. Después de tomar un baño, decidí ir a dar un paseo solitario. Me vestí y salí caminando por un sendero lleno de árboles que despedían un aroma completamente relajante. Hacia calor, el sol estaba muy fuerte. Encontré un pequeño arroyo y, después de verificar que no había nadie en los alrededores, me desnude y me tendí al sol.
Comencé a sentir que la piel me ardía, y no solamente mi piel. Hacia mucho tiempo que no tenia sexo y mis ratones estaban corriendo carreras dentro de mi cabeza. Mis pensamientos me hicieron excitar mucho y mis manos empezaron a recorrer todo mi cuerpo caliente.
Mis jugos empezaron a brotar, se esparcían desde mi vagina hasta mi clítoris y caían humedeciendo mi ano. Estaba demasiado caliente y comencé a masturbarme.
Me penetraba con dos dedos de la mano izquierda, mientras con el dedo índice de la derecha, hacia movimientos circulares sobre mi clítoris totalmente hinchado, húmedo y caliente.
Mas me tocaba y más me mojaba, permanecía recostada a la orilla del arroyo, tocándome como poseída... Realmente estaba descontrolada, con los ojos cerrados, deseando desesperadamente que un hombre me penetrara. Gemía sin ser consciente de la intensidad de mis gemidos.
Mis dedos no eran suficiente, quería un miembro erecto, caliente y grueso en mi vagina, con urgencia!!! Tan concentrada en mi excitación estaba, que no percibí que había alguien observando como me masturbaba, recién me di cuenta cuando se acerco y me pregunto si necesitaba ayuda...
Me sobresalte y cuando abrí los ojos, vi al encargado del campo; un hombre joven, de entre 20 y 25 años, alto, morocho, cuerpo atlético, con músculos bien marcados; que tenia su miembro en la mano, tocándolo, su mano se veía húmeda, llena de un liquido transparente.
Sin emitir palabra, se arrodillo entre mis piernas y lamió toda la superficie bañada por mis jugos. Yo grite de placer, su lengua subía y bajaba desde el clítoris hasta el ano, en un ida y vuelta desesperante, no me penetraba, me hacia desear aun más!!! Completamente descontrolada, perdida en el mar de excitación donde me había sumergido, empecé a pedirle a gritos que me penetrara.
Parece que el encargado estaba tan caliente como yo, porque al oír mis ruegos, ubico su pene erecto en mi vagina y lo metió hasta el fondo...
Grite, gemí, me arquee al sentirlo dentro de mí, se movía rápido y muy fuerte, me decía que le encantaba mi manera de gozar, que le gustaba ver mi carita de placer... Yo me movía como loca... No aguante mas y explote con toda la fuerza del ardor guardado por meses...
Solo podía decir una palabra: DIOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS Al sentir mi orgasmo, el encargado se descontrolo también, me hizo poner en cuatro patitas y me volvió a penetrar, esta vez con mas fuerza, mientras me sujetaba de la cintura, haciéndome levantar bien la colita.
Estábamos a full, empecé a moverme para los costados, mientras él entraba y salía, por momentos me apretaba contra él para sentir su pija bien profundo...
Sus gemidos se hicieron más fuertes, sus movimientos más salvajes y sentir que su pija se hinchaba dentro de mí, me provoco otro orgasmo interminable, que combinado con las pulsaciones de su pija al expulsar dentro de mi vagina, toda su lechita, dieron el toque final a nuestro clímax.

Siento que el cuerpo me arde demasiado... Abro los ojos y me doy cuenta que me quede dormida al sol... Siento las secuelas del orgasmo en mis pezones endurecidos y mi sexo humedecido y palpitante... No hay nadie cerca, no hubo encargado... todo fue un sueño, pero... ¡Que sueño!

 

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