Relatos Eróticos Zoofilia

Mi perra, el perro y yo

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Era una tarde soleada, mi abuela había acordado con una vecina, para que mi perra y su perro, ambos Rottweiler, tuvieran sexo y la dejará preñada. Nunca me imaginé que ese día me aberraría de tal forma, pero como que de loco cogí y me guardé un condón en el bolsillo, por sí las moscas. Me fueran a dejar a "Bombón" (mi perra) y a mí en la camioneta a la casa de la vecina de mi abuela. Al llegar, me abrió una señora con cara muy tétrica, pero en fin, pasé me llevó al patio, y los animales se empezaron a oler, y como esta señora se tenía que ir de compras, me dejó sólo en el patio con los dos. Pero en fin, la señora muy cortés, puso un sofá y un televisor en el patio como para que no me aburriera del todo, ya que debía de estar ahí aproximadamente una hora, o más. Al salir ella por la puerta, los animales seguían viéndose, el perro aún no estaba excitado ya que Bombón era virgen y no se dejaba montar aún.

Yo era que veía tele, cuando de repente veo al perro cuyo pene parecía un cuerno de marfil, rojo cual sangre, largo cual muralla asiática, ancho como el fluido Amazonas, era algo impresionante, de aproximadamente unos 25 cm, en serio. De allí, la cogió a Bombón, y la empezó a montar y moverse con el tradicional mete y saca, pero como que no le atinaba a la vagina de Bombón, era que su pene rozaba la pierna de la hembra, aún no le entraba a la conchita. En este momento él, botaba un líquido transparente, es decir, ya estaba eyaculando casi inmediato, pero fuera de mi perra, lo cual no era el propósito de la visita. Pero algo me parecía llamativo, y pene se había erectado sus 20 cm, sólo con ver tal espectáculo, aberrante pero excitante.

A lo de 15 minutos, el perro le atinó a la vagina de Bombón, lo cual le produjo un gran dolor expresado en el gran chillido que dio, el perro jadeante en su mete y saca, y Bombón, que al cabo de un rato parece que también lo disfrutaba. Todo el miembro ingresaba y salía, pero al entrar la bola en la base del pene, se quedaron pegados un largo rato. En momentos la perra se escapaba, y el perro la volvía a montar. Me cogió locura, y me acerqué al acto de ellos, me bajé el pantalón, y expuse mi pene ante la cara de la perra de mi perra la cual era culeada simultáneamente por el perro. Ésta sacó su gran lengua y me la empezó a mamar tan bien, WOW, una delicia, me lamió los testículos, la cabeza del pene, y el sabor al parecer le gustaba. El perro la desmontó y me empezó a lamer la pija junto con Bombón, ambos lamían mi verga, y le gustaba, especialmente se concentraban en la cabeza de mi pene. En ese momento eyaculé chispeándoles con bastante semen. El coño de Bombón había quedado dilatado, y no sé me dio ganas de culearle, pero me daba un poquito de asco en serio, entonces me puse el condón que tenía en el bolsillo.

Me acerqué por detrás, y le empecé a sobar su lomo, puse el cabezón en la vulva, y le entré con precaución, una sensación un tanto extraña pero rica, la perra se movía un poco pero la sostenía, le hice el mete y saca, esto producía unos olores y los fluidos de la vagina de Bombón se quedaban en mis huevos, especialmente en los pelos. El perro vino y me empezó a lamerlos con tanta delicadeza, y a chupar pelito por pelito, sin arrancar. Yo le seguí dando por la vagina a Bombón, con un poco de rudeza, pero la perra jadeaba, como si le gustara. Me desprendí de ella, entré a la cocina y cogí un tarro de mantequilla, le puse en el ano de Bombón un poco, empecé a hurgarle con mi pene, y le entré, esto le hizo chillar, pero la agarré fuerte para que no se mueva. Le di un mete y saca súper rico para mí, por lo que terminé dentro de ella. Al sacar mi pene estaba lleno de mierda, pero el perro limpió el condón con la lengua. El perro volvió a montar a Bombón con rudeza y precisión, esta vez le atinó más rápido a la concha. Cogí un poco de mantequilla, y le puse al perro en el ano, al principio no le gustó mucho al perro, pero cogí mi polla y se la sobé un rato por su ano, hasta que lo penetré y empecé a sincronizar movimientos. Mientras él follaba a Bombón yo lo culeaba. Volví a terminar dentro del perro.

Al terminar el perro dentro de Bombón, todo había terminado, usé el baño del patio para ducharme, y los bañé a ambos, pero cuando bañaba al perro le toqué la polla la cual me sorprendía y me producía curiosidad. Luego al perro lo dejé en un lado del patio para que no intente montar y ensuciar nuevamente a la perra, y me quede esperando hasta que la dueña de casa llegue y me pudiera ir.