Relatos Eróticos Zoofilia
Mi pasión
Publicado por Fran el 27/02/2022
Me perdí entre el amor y el sexo con otra especie.
Mi historia de un amante a la vista de una sociedad ciega que juzga un acto y no el sentimiento que lo impulsa, un instinto de mi pasión prohibida.
Mi pareja y amante es un perro con el que compartimos tiempo, momentos, salidas y el sexo como cualquier pareja.
Empezó a los 18 años de edad al descubrirlo por casualidad en un sitio porno y a partir de ese día no deje de cosumir todo tipo de material y de interiorizarse en el tema, con el paso del tiempo a medida que el sentimiento fue madurando me permití vivirlo con mi propia mascota.
Cuando un roce injenuo fue el desencadenante de un sentimiento tan profundo que me despertó de tal manera que me convertí en su amante lo que en un principio era una practica esporádica ya que convivía con mi familia y solo podía hacerlo en momentos en los que quedaba solo el irnos a vivir juntos fue algo que cambió nuestra relación y la práctica se convirtió en cotidiana, el despertar por la noche, durante el transcurso del día expresabamos nuestro deseo sin límite de tiempo o el ocultarnos, pasaban horas entre juegos ( la famosa previa), o el postre de la tarta consumar el acto. Aprendí a gemir en silencio en nuestro departamento como gritar el placer a lo alto de un cerro.
Su lengua áspera acaricia mi piel haciéndola estremecer poniendola como piel de gallina, ahi es cuando ambos nos propiciamos sexo oral buscando sentir los Jugos del otro.
Hacerle sexo oral a su pija perfecta me lleva a un estado frenético y como sus chorros de leche salpican mi rostro, mi boca y escurren por mi garganta haciendome estremecer, sus lamidas frenéticas de agradecimiento reclaman mi orificio para ser rellenado. Amo la sensación de sumisión al ponerme en cuatro sentir su dominio sobre mi cadera que con ambas patas tomando con firmeza como a su perrita en para abrir paso sobre mi interior de forma apasionada y efusiva montandome y jadeando sobre mi oído.
Cuando me la mete se nubla mi mirada mis jugos escurren de tremenda cogida que me propicia, ni hablar cuando nos quedamos pegados por largo rato sintiendo sus espasmos acompañados con sus chorros de leche.
Amo hablarle sucio solo para que sepa lo mucho que me gusta
. llename de leche papito.
. Dame duro, rompeme la colita.
. Cogeme todo.
. Dame lechita
. Abotoname
También nos gusta exibirnos de vez en cuando solemos frecuentar el parque en busca de alguien que también comparta nuestra práctica pero hasta la fecha no a pasado tampoco se si nos han visto entre los arbustos pero el morbo y adrenalina que genera es algo indescriptible.
Mi deseo fue conocer otras personas que compartieran este amor, experiencia en fin él ya no está conmigo y siempre lo recuerdo de muchas formas y el deseo latente de volver a sentir esa pasión.
No siempre cogiamos pero cuando no, dusfrutaba del sexo oral, masturbarlo y sentir su húmeda y dura pija, verla crecer en tamaño poniéndose más ancha, venosa y roja fuego largando violentos chorros de leche es algo que se me hace agua la boca con solo recordar.
Estoy lleno de fantasías que suelo plasmar en relatos ficticios ya que después de su partida no me anime a estar con otro amante y el tiempo pasa mis ganas de encontrar ese amor prohibido lleno de libido apasionado no cesan.