Relatos Eróticos Primera Vez
Un regalo de juventud
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Hola, mi nombre es Jaime y les voy a contar la experiencia que tuve hace un año (noviembre del 2003). Tengo 24 y debo admitir que tengo un gusto muy especial por las chicas menores que yo, puesto que siempre las he considerado como algo muy tierno y excitante a la vez.
Bueno vayamos de una vez con la historia. Me encontraba yo en la universidad y por esas casualidades de la vida me regresé temprano a mi casa y me animé pues, a hacer una llamada a la radio en un programa en el cual se hacían amigos. Esa noche solo recibí una llamada, pero que llamada. La chica que me llamó se llamaba Luz y tenía pues 16 años y para conocerla solo esperé 3 días, ya que esperamos un día especial en el cual ella esté sola. Cuando llegué ese día estaba muy emocionado, más aún por la persona que iba a conocer, pero me excitaba de idea de que iba a conocer a una chica de 16 años. Cuando llegué a su casa ella me hizo entrar, pero no la vi hasta que me hizo entrar a la sala y por fin la miré.
No podía creer lo que estaban viendo mis ojos ya que me gustó mucho verla, una carita muy tierna y una sonrisa de bebé (parecía de menos edad). Ella estaba muy cansada puesto que había hecho las cosas de la casa y quería bañarse - “sabes, discúlpame que te atienda así, pero estuve limpiando”, me dijo.
- “no te preocupes, yo también estoy algo igual que tú”, le respondí.
- “por favor espérame que me voy a bañar si quieres ve televisión”, me dijo ella - “no, te acompaño mejor, no quiero estar aquí solo”, le respondí.
Me excitaba la idea de estar ahí, pero al comienzo no quiso que vaya aunque al final terminó por aceptar mi pedido.
Bueno la acompañé, pero sintió vergüenza de verla desvestirse, así que se metió a la ducha y ahí se desvistió. Mientras se bañaba nos poníamos a conversar muchas cosas pero no hablábamos del tema de sexo que un día tuvimos por teléfono. Por dentro me decía: “que tonto, ella ahí desnuda y yo aquí”. Así que luego le dije:. “Luz, yo también estoy algo sucio y con calor por el trajín que tuve y a mi me gustaría bañarme contigo” Ella abrió la puerta de la ducha y se me quedó mirando. Su miraba me provocaba de tal manera que me daban ganas de poseerla ya en esos momentos, pero sabía que tenía que aguantarme para de alguna manera mostrarle que era alguien bueno y confiable.
Bueno en ese momento no me dijo nada, pero yo le seguía diciendo que me gustaría acompañarla en la ducha y al final aceptó mi pedido -“ya entra”, me dijo mi nueva amiga. Entré y la verdad que no podía creer lo que estaba viendo. Aparte de una sonrisa de niña tenía un cuerpo bien delgado y lo digo sin exagerar su cintura era bien formaba, sus pechos bien formados, algo grandes, y su pompis pues de un tamaño muy delicioso.
En la ducha no pasó nada de sexo pero si pude tocar sus pompis y sus pechos, yo creo que estaba muy nerviosa, puesto que ella me conocía por primera vez. Bueno terminamos de bañarnos y nos fuimos a su cuarto, verla con toalla solamente y con el cabello mojado hacía que ya no aguante más y que quiera tenerla. Quizás hasta este momento la historia les parecerá aburrida, pero esos momentos previos a lo que vendría luego fueron muy excitantes para mi. Nos sentamos en la cama y a Luz la tenía con ropa interior y con sostén, yo si estaba vestido. Mientras se peinaba le decía que si podíamos hacerlo a lo cual ella me respondía que no, que por favor no le insista con eso y que además le dolía la cabeza, pero como yo no quería quedarme con las ganas le dije que se echara boca bajo que los masajes eran muy buenos para el dolor de cabeza. Tenía todo el panorama en mis ojos, su pelo largo mojado y a un lado de su hombro, su espalda libre y algo mojada también, su pompis cubierto solo de su ropa interior.
- “me siento muy cansada y con sueño” - “relájate que esto es bueno” le dije - “gracias” Y mientras más masajeaba más iba bajando las manos y mis ojos observaban aquel hermoso trasero de niña de 16 años lo cual fue motivo suficiente para que la voltee y la mire a los ojos y comencé a besar sus hombros y sus pechos - “ no Jaime, por favor no debemos hacer esto”, me decía Luz_ “quiero que disfrutes de esto y vas a ver que será maravillosos”, le contesté.
En un primer momento pensé que no iba a pasar nada ya que ella todavía estaba con ropa interior, pero no era obstáculo ya que con mi mano pude sacar mi pene y mover a la vez su ropa interior a un lado, me movía buscando su vagina, hasta que por fin pude poner la cabeza de mi órgano en su dulce vaginita. Bastó un gemido suyo para darme cuenta que su vagina estaba algo cerrada y que esperaba por eso ya buen tiempo. Una vez ya metido todo empecé con el clásico mete y saca. Les juro que a mis 24 años siempre tuve el deseo de acostarme con una chica así, puesto que no había tenido una experiencia así y siempre me preguntaba con sería, pero como no podía solo me consolaba con una masturbación y vivir esa escena pues para mi era algo muy excitante.
Ese día creo yo no olvidaré, puesto que mientras lo hacíamos ella recibía llamabas y mientras ella hablaba yo le metía mi pene y ella gemía por el teléfono y la verdad dudo que habrá pensado la otra persona que estaba en el fono. Yo había llegado a su casa a las 7pm y me fui de ahí a las 10y30 pm. Yo ya quería irme a mi casa pues se me hacía tarde, pero ella me pedía que me quede y la forma como me miraba y me hablaba terminaba por convencerme. A Luz la eché boca abajo y le besaba la espalda y de verdad verla con la ropa interior excitaba mucho ya que este era chiquito y le formaba su pompis y como eso me excitaba no le quité su calzoncito y lo único que hice fue moverlo a un lado y puse mi pene en su vagina. Ella echada boca abajo y yo arriba casi sentado agarrando de su cintura y moviéndome a un ritmo que deseaba nunca termine, la forma como Luz respiraba hacía que me mueva más rápido y varias veces sentía la ganas de venirme dentro de ella, pero sabía que no podía, pero ganas no me faltaban y cada vez que sentía eso paraba y seguía . En esa posición estuve como 15 minutos ya que si no era con su calzoncito a un lado lo único que hacía era regresarlo a su sitio y bajárselo a media y ya con su pompis algo libre le metía de nuevo mi pene.
Mientras escribo estas líneas me digo que las palabras aquí son pocas a comparación de lo que viví, más aún de tenerla así a mi bebita. Luego de esa posición me eché e hice que ella se ponga de costado y por querer ponerme nuevamente en su vagina la terminé poniendo en su dulce traserito … Ese momento no duró mucho pues cuando le puse todo, Luz se quejaba y pedía que lo saque, así que lo puse en su vagina y seguí con la rutina. Tuve la oportunidad de ir a su casa como 6 veces más y siempre esperando que se quede sola para que podamos dar rienda suelta a nuestras pasiones pero no quiero dividir esta historia en partes como suelen otros hacer y les puedo decir que de las 6 veces que fui y lo hicimos, me gustó más el echo de cuando le besaba los pechos ya que eso le excitaba también a ella, también cuando le pedía que se echara boca abajo y yo arriba metiendo mi pene en su vagina, de esa manera podía ver como mi pene entraba y salía de su vaginita varias veces.
Durante todo ese tiempo le enseñe varias cosas las cuales aprendió bien rápido, tanto así que siempre le gustaba que la posea ella arriba y yo abajo y ya luego ella lo hacía solita.
Me confesó que su primera vez con un chico, fue un año antes, pero hacerlo con un chico mayor fue una experiencia muy linda para ella también. Realmente aquellos que han vivido una experiencia como la mía entenderán lo que les he contado en este relato.
Lo mío con Luz solo duró 1 mes y medio y aunque ya no la volví a ver me llevé muy bonitos recuerdos de ella como el peluche que me regaló y el echo de ser una de esas personas privilegiadas y envidiadas a la vez ya que hombres mayores como yo siempre van a querer estar en el lugar que yo disfruté. Fue la única vez que tuve la oportunidad de hacerlo con una chica menor y por eso fue algo muy especial para mi.
Bueno espero que les haya gustado el relato. Cualquier comentario si desean me escriben (más aún si tienen historias con una chica menor que ustedes) En una próxima oportunidad les contaré mi experiencia con la profesora y con la secretaria del instituto donde trabajo y si me llega a pasar otra historia parecida, con gusto les narraré.