Relatos Eróticos Primera Vez
Muchacha desvirgada
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Este relato acaeció hace ya bastantes años, cuando estaba yo en el instituto. Estaba empezando a tontear con una chica de mi clase, se llamaba Nuria, morena, alta, delgada, con buenos pechos, y un excelente culo, guapa. Un día nos fuimos a su casa a ver una película, ella según decía solo había tenido dos novios, y solo se enrrolló con ellos. Estuvimos en el sofá mientras transcurría la película, la madre había salido pero estaba al llegar, al igual que en el cine, nos besamos a veces, tocando lo que se podía, los muslos, un poco las tetas, ella muy recatada no hacía mucho más que enrrollarse. Pasado un tiempo, me puse a pasar la mano más cerca de sus nalguitas, ella al igual que cuando le tocaba las tetas ponía cara de miedo, aunque no lo impedía, se notaba que quería pero que no se atrevía.
Cuando la película iba a terminar, entró la madre, estuvo un rato con nosotros, pero como iba a acabar se fue a acostar a su habitación, que estaba al lado del salón. Cuando la película acabó, le dije que me iba a ir ya, pero Nuria me dijo que me quedara un poco, que no tenía aún sueño, acepté y nos fuimos a su habitación al ordenador, allí estuvimos un tiempo con la puerta cerrada, este cuarto estaba en la otra punta del de la madre.
Llegado el momento, comenzamos a besarnos, a enrollarnos, nuestras lenguas se chocaban, se cruzaban, era delicioso. Estábamos de pie, deje mis manos correr por su cuerpo, le agarré sus nalgas, subí por su cintura las manos, llegando a sus pechos, le acariciaba los senos por encima de la camiseta, Nuria respiraba profundamente, gemía excitadamente. Nuria en un momento de arranque me agarró el culo con sus manos, y me apretó hacia ella, mi pene se estrujó contra ella.
Yo estaba sumamente excitado, le quité la camisa, Nuria llevaba un sujetador blanco, me deshice de él rápidamente, y comencé a lamer sus senos, sus pezones rositas muy duros, ella gemía dulcemente. La acosté en la cama y empecé a besarla en su boca, bajando a su cuello, a su pecho, lo besaba con pasión, le chupaba sus pezones, se los sobaba con delicadeza, Nuria me agarraba la cabeza, presionándola contra sus tetas. Posteriormente, continué bajando hasta su barriga, para después comenzar a bajar su pantalón, ella me agarró las manos y me detuvo, para preguntarme a continuación si sabía que ella era virgen, le dije que sí, entonces ella soltó mis manos, y le quité el pantalón, y después sus braguitas blancas.
Comencé a besarle su coñito, olía a inocencia, pasé mis dedos por su clítoris mojado, y Nuria gimió algo fuerte, le tapé la boca para que la madre no nos oyese y continué. Después me puse a lamerle sus labios exteriores, los engullía con mis labios, los mordía suavemente, para a continuación pasarle mi lengua a lo largo de su rajita, tras esto y sin más, se empezó a retorcer, hasta que se corrió, se podía ver salir por su vagina sus flujos, no había aguantado mucho en llegar al orgasmo.
Seguí acariciando con mi mano su coñito un rato más, hasta que ella me dijo casi sin aliento que la dejase ver mi pene, que nunca había visto ninguno. Me puse de pie, me quité la camisa, los pantalones y los slips, y mi polla quedó al aire erecta. Ella se incorporó y tocó mi verga tímidamente, yo le agarré la mano y se la puse encima de él, ella lo miraba a la vez que lo acariciaba, y en ese momento tuvo otro orgasmo que bañó la sábana. Tras esto, le dije que lo probase, ella se lo pensó pero al final cerró los ojos y se lo metió en la boca, lo cual me excitó aún más. La chupó torpemente, se la introdujo un poco y estuvo un rato entretenida, me gustaba verla mamarme la polla, hasta que al rato, me dijo que quería hacerlo, la acosté en la cama, cogí sus piernas y se las besé desde los dedos hasta sus muslos, volví a lamerle el coño, ella seguía soltando sus jugos, puse sus piernas abiertas, ella se retorcía y respiraba rápido, me tocaba temblando, le dije que se tranquilizara, que no le iba a hacer daño, que cuando ella quisiese nos parábamos, y ella me dijo que continuara.
Agarré mi pene, el cual ya estaba lubricado, por su saliva y por mi líquido preseminal, y comencé a pasarlo por toda su rajita, de arriba abajo, pasando por su clítoris y su agujerito, ella gemía, le tapé la boca, y cuando cesó sobé un rato sus pechos. Después, con una mano jugué con sus labios y con la otra acaricié su vagina, la cual estaba muy húmeda, Nuria estaba súper excitada, se retorcía. Tras esto, le dije que había llegado el momento, ella aceptó con la cabeza, y se la empecé a meter suavemente, mi polla metió la cabeza, sentí como se abría su vagina, como se resbalaba mi pene dentro de ella, momentos después metí media verga, su himen ya no oponía resistencia. A continuación le dije que como estaba, y Nuria me dijo que la metiera toda, eso hice, y poco a poco su coñito engullió mi verga, mientras ella soltaba leves quejidos, cuando entró entera, se empezó a retorcer, estaba teniendo otro orgasmo.
Transcurridos unos minutos, empecé a mover mi polla, fuera y dentro, muy despacio, ella seguía gimiendo, con sus manos agarraba fuertemente las sábanas, yo fui cogiendo ritmo, Nuria lo agradecía, de esta forma a velocidad lenta estuvimos un rato, era muy placentero sentir su cerrado coño frotar mi pene, me estaba encantando desvirgarla. A cabo del rato, aceleré el ritmo a una cosa media, así estuvimos un gran tiempo, hasta que ella nuevamente tuvo otro orgasmo, sus paredes palpitaban, su boca de la vagina apretaba mi polla, esto me puso aún más excitado, y noté que iba a estallar. Le dije jadeante que me corría y ella respondió que lo quería probar, saqué presto mi verga de su coñito, me senté, la giré, y tumbada boca abajo y con su boca alrededor de mi polla terminé masturbándome, ella se la introdujo en su boca, la apreté hacia mí y le solté varios chorros de semen, los cuales no pudo contener en la boca y algunos le chorrearon por la boca, Nuria, puso cara de no gustarle mucho, pero succionó hasta la última gota que mi polla soltaba, dejándola limpia, sin restos del semen.
Tras terminar, minutos después me vestí, Nuria quedó en la cama desnuda, era muy hermoso contemplarla, me despedí de ella porque era muy tarde, salí de su cuarto y de su casa sin que la madre se despertase aparentemente y me fui a mi hogar tras desvirgarla.