Relatos Eróticos Lesbicos
Mi compañera del curro
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Ana es mi compañera de trabajo, desde hace solo un mes. Ella es rubia, ojos verdes y físicamente muy atractiva, desde el primer día que la vi entrar por aquella puerta, vestida con un traje de chaqueta super ceñido me gusto.
Os tengo que decir que yo no soy lesbiana, o por lo menos eso pensaba hasta que conocí a Ana, antes me atraían mucho los chicos, y nunca antes me había gustado ninguna chica. Pero no sé, Ana era especial.
Una noche, cuando todos se habían ido mi jefa llamo a Ana y le comento que se tenia que quedar mas tarde porque le urgía unas facturas, y yo para que Ana no se quedara sola le comente a mi jefa que tenia que hacer unos cuantos presupuestos que sino le importaba que me quedara un par de horas y mi jefa ascedió.
Pues mi jefa se despido de nosotras y le dio las llaves a Ana para que cerrara la oficina.
Ana se sentó justo al lado de mi mesa y me comento que estaba un poco agobiada porque era su primera semana y ya le estaban obligando a hacer horas extras, y yo para consolarla le dije que era normal que de vez en cuando alguien se quedara a terminar cosas pendientes. Y le comenté que a mi también me había dicho la jefa que me tenía que quedar a terminar los presupuestos. Ella me sonrió y me dijo que se sentía aliviada, porque pensaba que por ser su primera semana la jefa la estaba poniendo a prueba.
Ana se sentó en su mesa y empezó a terminar sus facturas pendientes, yo desde la mía solo podía mirar esas largas piernas que se veían debajo de su falda. La verdad es que me estaba sorprendiendo a mi misma, ya que pensaba como seria Ana sin toda aquella ropa, Ana acalorada se quito la chaqueta y se le vio un busto precioso por el escote tan pronunciado que llevaba, cada vez me notaba mas excitada, pero intentaba disimular lo que estaba sintiendo, Ana se quito los zapatos y dejo al desnudo sus preciosos pies.
Entonces me acerque y le pregunte que si tenia calor, ella me contesto que si y yo le dije que iría a poner el aire acondicionado y ya me contesto que no, que estaba acalorada por otro motivo.
En ese momento un pellizco recorrió mi estomago, parecía que Ana se estaba insinuando. Pues yo no aguantaba mas y me acerqué a ella, y la besé, Ana me respondió metiéndome hasta el fondo su jugosa lengua muy juguetona. Le fui quitando uno a uno los botones de su blusa, y para mi sorpresa Ana no llevaba sujetador, la blusa cayo al suelo y quedaron totalmente al descubierto sus pechos enormes, le toqué suavemente los pezones y Ana gremio, estaba mas excitada de lo que yo pensaba, lentamente le fui lamiendo su dulce cuello y bajando hasta llegar a esas montañas tan lindas que ansiaban ser lamidas.
Le chupé todo su pecho y fui bajando lentamente hacia el volcán caliente , a punto de entrar en erupción, le baje la falda, lentamente le quité sus medias, y que rico que lo tenia, bien depilado, y que jugoso que estaba… Le lamí todo su coño y Ana me decía loca mas, mas, chúpamelo mas, que rico, como me gusta tu lengua, Ana se corrió varias veces y empezó a besarme ansiosamente, me besó, me acarició y succionó todos mis jugos y me metió la lengua hasta llegar a hacerme correr varias veces, me metió un dedo, luego dos, y a continuación me volvió a meter la lengua en el coño, haciéndome correr otra vez.
Escuchamos un ruido nos vestimos rápidamente y cada una volvió a su mesa, para nuestra sorpresa era la jefa, que se le habían olvidado unos papeles para una reunión que tenía, nos comento que se había tenido que volver justo antes de entrar en la reunión y nosotras con risa picarona nos miramos y pensamos que hubiera pasado si hubiera entrado antes.
Actualmente Ana y yo hacemos el amor, casi cada día.