Relatos Eróticos Lesbicos

La maestra de biologia

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Esto es algo que me sucedió hace unos meses, mi nombre es Astrid, tengo 18 años, estoy en el ultimo año de escuela, me considero una persona muy abierta en lo que a lo sexual se refiere, he tenido experiencias con chicos y chicas por igual, no me encasillo en heterosexual o lesbiana, me gusta disfrutar del sexo, para que se hagan una idea de mi me describiré, soy de piel morena-clara, mi pelo es negro, me gusta mucho hacer ejercicio, mi medidas son 91, 62, 92, no son las medidas perfectas, pero me considero bastante bien.

Estudio en un colegio privado, exclusivo para "señoritas", dirigido por religiosas, es bastante estricto, pero muy bueno, soy una estudiante de regular a buena, no me gusta estudiar en vacaciones, por eso siempre he tratado de ganar todos los cursos en el ciclo regular, pero el año pasado, tuve mucho problemas en el curso de biología, la verdad es que no me podía concentrar en clase, pues la maestra es una mujer de 28 años, un poquito mas alta que yo, mi estatura es de 1.68 m aproximadamente, su nombre es Elena, su cabello es castaño claro, largo, tiene un cuerpo hermoso, unos senos no muy grandes, pero si muy hermosos, redondos, con unos pezones rozados bastante grandes, unas piernas largas, muy bien torneadas, un abdomen espectacular, ojos color miel, una carita preciosa, pero lo mejor es su hermoso trasero, firme, redondo y paradito, a la clase siempre llegaba muy elegante, por lo general en falda, un poquito arriba de la rodilla, pero muy pegada, con lo que su hermoso trasero se resaltaba perfectamente, siempre en clase me quedaba viéndola sin prestar atención a lo que decía, y cuando estudiaba en casa, siempre me recordad de ella, y mi cabeza empezaba a divagar, a imaginarme a mi con mi maestra, en todas las cosas que le haría, y en lo rica que debería de ser en la cama, en fin perdí el curso, nos habíamos hecho buenas amigas, por lo que le preocupo en especial, el que yo hubiera perdido, mis padres esta divorciados, mi papa trabaja fuera de mi ciudad, y mi mama, también maestra, aprovecha el descanso de clases para irse con mis abuelos a su casa, cerca del mar, a donde yo también siempre voy.

Mi mama fue a platicar con mi maestra, porque debido a que perdí, yo me tenia que quedar, y como mi abuela estaba enferma, ella tenía que ir a cuidarla, Elena, a pesar de ser una mujer sumamente hermosa, aun estaba soltera, vive en un apartamento en una zona residencial, mi madre no me quería dejar sola, entre Elena y yo existía confianza y una amistad, siempre con la distancia alumna maestra, discutiendo al respecto, Elena le dijo mi mama que si yo quería, me podía quedar con ella, en su apartamento, y que ella se encargaría de mi, y de que estudiara, yo me emocione demasiado, no habían terminado de discutirlo cuando yo ya había aceptado.

Mi mama se tenía que ira a los pocos días, así que me mude a casa de Elena, su apartamento no era muy grande, dos habitaciones, cocina, sala, comedor, baño, pero si muy bonito y bien decorado.

Elena era muy amable, nos hicimos verdaderas amigas, por la noches hablamos de todo, pero nunca tocamos el tema del sexo, en fin, el curso duraba tres semanas, las cuales se pasaron volando, y con mi maestra particular, no tuve problemas en ganar, pero no tenia ganas de irme, mi madre me llamo para decirme que me esperaba, Elena tampoco tenía muchas ganas de que me fuera, pues la pasábamos bien juntas, y le pidió a mi madre que si me podía quedar con ella el resto de las vacaciones, a lo que mi mama accedió. Yo no sabia cuanto más iba a aguantar, me masturbaba casi todas las noches pensando en Elena, pero ella no daba pie a proponerle algo, yo me sentía muy frustrada.

Una noche de viernes, después de suplicarle salimos a bailar, ella no quería porque decía que yo era menor, que era su responsabilidad, pero al final accedió.

En el lugar, conocí a otra Elena, al llegar, todos la saludaban, era muy popular en aquel lugar, era muy amiga del dueño del lugar, nos sentamos en una mesa, y pedimos dos gaseosa, pero al llegar, le llevaban gratis una botella de ron, Elena pidió que la devolvieran inmediatamente, pero el mesero le dijo que era cortesía de la casa.

— No podemos beber, estas bajo mi responsabilidad— me dijo

— Por favor, por favor— le suplique,

— Claro que no, no y no, además eres menor de edad (en ese entonces tenía 17 años). Ya es ilegal que estés aquí

— Pero si quiero beber, lo voy a hacer, y es mejor que lo haga con alguien responsable como tu

— Bueno, pero solo uno

— Pero no quiero tomar sola, vamos, acompáñame— yo sabía que tal vez con licor podía seducirla

Seguimos bebiendo, platicando, bailando, hasta que se hizo tarde, llegamos a casa medio borrachas, riéndonos por todo, entramos a su cuarto y nos caímos a la cama, yo encima de ella, estuvimos así un instante, pero no se si por el alcohol, pero me decidí ha hacerlo, y la besé en la boca, ella se quedo quieta, luego me empujo hacia un lado.


— ¿Qué crees que haces? ¿por que clase de persona me tomas? — se paró y se puso viendo hacia fuera por la ventana de su habitación.

— Perdona, pero es que no podía aguantar mas, desde que te vi en clase me gustas demasiado,

— Estás loca

— Si estoy loca por ti— me paré, me acerqué a ella, y la abracé por la cintura

— Estás borracha,

— No es el alcohol, eres tu— y le metí las manos por debajo de la blusa

— Suéltame, es una locura— me quitó las manos y se sentó en la cama, viendo para otro lado

— ¿Qué? ¿acaso no te gusto? ¿acaso soy fea? — dije mientras ponía una cara de niña triste

— No eres parada nada fea, pero eres solo una niña, y además mi alumna

— Pero soy una niña que te gusta, si me dejas te puedo demostrar que no soy tan niña, que me puedo comportar como una verdadera mujer— le dije esto mientras me quitaba la blusa

— ¿Qué haces? vístete y vete a dormir— se paro de nuevo y volvió a irse junto a la ventana, pude notar que estaba bastante nerviosa, y que si realmente hubiera querido que me fuera, ella misma me tomaría del brazo y me sacaría

Me quité el pantalón, y el brassiere, quedando únicamente con una pequeña tanguita, me acerqué a ella, le desabotoné la falda, y esta callo al suelo, me agache y empecé a besarle los pies, las piernas, hasta llegar su trasero, donde me detuve, ella llevaba un calzoncito rozado muy lindo, se lo corrí un poquito a lado, y le besaba las nalgas, con una mano me tocaba mi chochita, y con la otra trataba de llegar a la de Elena, al ver para arriba, vi como ella se apoyaba en el balcón.

Se volteo, yo me quite la tanga, luego hice lo mismo con su calzoncito, puede ver esa hermosa chochita que por tanto tiempo solo pude imaginar, estaba perfectamente depiladita, con solo una línea de bello sobre ella, empecé a lamerla, comerla besarla, jugueteaba su clítoris con mi lengua, y le daba leves mordisco a sus labios, ella se quito la blusa y el brassiere, y empezó a juguetear con su senos, emitía pequeños gemidos que a mi me ponían a mil, con mi otra mano me masturba, estaba por correrme, ella me paró, quedamos frente a frente.

— Estas loca mi niña— me dijo, luego de esto nos dimos un largo y apasionado beso, su lengua recorría toda mi boca, yo trataba de hacer lo mismo, luego me tomo de la mano y me llevo a la cama, me empujo, yo abrí las piernas, ella se hincó en el suelo y comenzó a hacerme uno de las mejores chupadas de mi vida, en verdad sabia como hacerlo, no pude resistir mas y exploté en un orgasmo, ella trato de no desperdiciar nada, se acercó a mi y me dió a beber de mis propios jugos.


— Compórtate como mujer, como lo prometiste y hazme acabar

Estaba totalmente sorprendida, esta era otra Elena, era una verdadera leona en la cama, ni en mis fantasías era tan delicioso, puse mi cabeza entre sus muslos, y empecé mi trabajo, ella tampoco tardó mucho en acabar, sus fluidos salían a montones, empapando toda mi cara, luego ella lamió toda mi cara, nos besamos y nos quedamos dormidas.

Al siguiente día, me desperté antes que Elena, y me fui a duchar, tenia poco tiempo en la ducha, cuando sentí entrar a Elena, se metió ala ducha, y me abrazo por la espalda, no cruzamos palabra, me beso el cuello, la espalda, hasta llegar a mi trasero, separo mis nalgas y empezó a lamerme el ano, su lengua recorría todo mi orificio trasero, se paró y se alejó.

Yo voltee y vi como se metía dos dedos en su vagina, luego se me pegó, me volvió a separar las nalgas, y comenzó a meterme primero un dedo, luego dos entre el ano, esto realmente me gustaba mucho, yo no era virgen del ano, pero al ver a Elena cogerme por detrás, realmente me excitaba. Pasamos así un ratito, luego saco los dedos y los lamió, me los dio a lamer a mí.

Salimos de la ducha, fuimos al cuarto, ella saco un par de consoladores, yo me acosté boca arriba y ella encima de mi, en posición de 69, ella me comenzó a lamer, y luego me metió el consolador en mi chochita, era riquísimo, mientras me cogía me lamía, yo por mi parte hacía lo mismo, le empecé a hacer sexo oral, y a meterle el consolador, pero mi excitación era mucha y terminé mucho mas rápido que ella.

Ella se levantó, yo me paré, se puso en cuatro, me puse detrás de ella, le comencé a lamer la vagina, llegando hasta el ano, y le metí el consolador en la vagina, Elena gemía y se retorcía de placer, luego lo saque y lo puse en la entrada de su culo, me pidió que le pusiera un poco de crema, porque no era tan experimentada en el sexo anal, le puse un poco de crema en el ano, y al consolador, luego lo introduje, ella grito, lo saque despacio, y lo volví a meter, cada vez aumentando un poco la velocidad, hasta que la estaba penetrando con todo, ella apretaba y mordía las sabana, emitía gemidos súper excitantes, yo estaba mil, al ver ese hermosos trasero, siendo penetrado, y totalmente a mi disposición, Elena callo en la cama, aún gimiendo, estaba teniendo un gran orgasmo.

Se dio vuelta, me acosté sobre ella. Y nos besamos por un largo rato

Aun nos quedaban un par de semanas, las cuales aprovechamos al máximo, teníamos sexo día y noche, fueron de los mejores días de mi vida, los que compartí con mi maestra de biología.