Relatos Eróticos Lesbicos

La aventura comenzó muy temprano para ella

Publicado por Isabela el 28/07/2015

La aventura comenzó para ella muy temprano en la mañana. Salto de la cama porque ya se le hacía hora de ir a tomar el bus que la conduciría directo al instituto, una vez de pie, estiró los brazos hacia arriba y así terminó de desperezarse. Lo primero que agarro de la ropa que había preparado noche antes y que se iba a poner hoy era su tanga rosa, la acaricio del centro dando vuelta la prenda, las yemas de sus dedos pasaban suaves por donde estaba escrito aquel nombre en la tela, sus caricias eran muy afectuosas, al instante acercando la prenda a su rostro la acaricio con su mejilla.

Se sentía muy reconfortada pasando el interior de su tanga por una de sus mejillas, podía sentir la suavidad de la tela; se acariciaba con aquella parte que tenía inscrito aquel nombre, y tras haberse mimado las mejillas con aquella parte de la prenda íntima, sintió la intensidad que ese nombre le producía. De pronto sintió una avalancha de excitación que la dejó quieta, todo su cuerpo era invadido por un exquisito placer, sentía un hormigueo en su vagina que hacía que su clítoris tomara cuerpo entre sus pieles vaginales, y sus pezones se ajustaran contra su pijama dejando sus senos muy abultados.

De inmediato se fue a la ducha, no se aguantó y mientras se duchada se hizo la primera masturbación, su clítoris era el centro de atención de sus manos que pasaban enjabonando su vagina y que junto al jabón y el agua tibia le proporcionaban una masturbación muy satisfactoria.

Salió de la ducha, seco su cuerpo, se miró desnuda como siempre le gustaba mirarse, se tomó unas fotos de cuerpo entero frente al espejo, volteo a ver sus nalgas, las veía en el espejo, sabía que esa zona de su cuerpo le gustaba a aquella que tenía su nombre escrito en su tanga rosa, entonces se tomó unas fotos más de sus nalgas, luego las envió todas por correo a la que tanta excitación le causaba y así comenzó otro martes excitante.

Termino de vestirse apresurada, desayuno una rosquilla con jugo de naranja mientras se peinaba y salió a toda prisa de casa, no sin antes tomar su bolso y su teléfono móvil. En el bus recordó la actividad que tenía planificada para hoy en su club y se sintió muy excitada, repaso mentalmente como iba a realizar dicha actividad y ya sentía el centro de su tanga muy húmeda, dentro de sí misma se preguntaba cómo estaba quedando ahí al centro el nombre que tenía grabado en la tela. Eso la excitaba más, en su asiento movía las piernas algo nerviosa, sentía que sus leggings se pegaban al asiento, pero con todo y eso se sonreía, porque solo ella entendía la complicidad del momento, el misterio de llevar unas bragas rosa con un nombre escrito en la parte que va a dar a su vagina y pertenecer a un club de chicas que en secreto pasaban los martes más excitantes de sus vidas.

Una vez en el instituto, se reunió con sus amigas en el pasillo para charlar mientras esperaban a que empezaran las clases, mientras estaba ahí parada con su grupo de amigas, bajaba la mirada disimuladamente para mirarse entre las piernas, sabiendo que sólo ella sabía de la particular inscripción que guardaba su tanga, y eso la mantenía excitada todo el tiempo, a momentos se sentía ruborizada y trataba de calmar su excitación. Volvía a sentir un cosquilleo en su vagina y simplemente se quedaba quieta y conmocionada sin decir nada, sintiendo como su vagina se humedecía, mientras sus amigas continuaban riéndose y charlando amenamente.

Casi al medio día terminaron sus clases, entonces ella tomaba sus cosas, se colgaba el bolso al hombro, el móvil en la mano y dirigía sus pasos fuera del salón de clases. Respiraba un poco nerviosa, miraba a sus demás compañeras sonriéndoles, no se acercaba a ninguna en particular, solo salía por el pasillo y con paso seguro se dirigía a cumplir con la actividad de su club planeada para ese día.

Se dirigió directamente al baño de mujeres, segura de lo que iba a hacer. Con una sonrisa en el rostro y llena de emoción se fue rápidamente a uno de los compartimentos individuales, cerró bien la puerta, y no le interesaba ni las risas ni los murmullos que venían de afuera, pues ella sabía a lo que había venido, lo venía repasando mentalmente toda la mañana desde que tomo el bus.

Su leggings le quedaba bien ajustado a sus muslos, ella se miraba hacia abajo con las piernas semi abiertas. Ya empezaba a tocarse ahí abajo entre sus muslos y su zona íntima, y es que una intensa excitación la llenaba por dentro, hasta que decidió bajarse su leggings de una vez, pero casi olvidaba encender la cámara de su móvil y ponerla ahí abajo. Entonces puso a grabar la cámara y tapando el asiento del inodoro acomodó el móvil casi al borde, ahora si estaba todo listo. Y empezó a bajarse su leggings hasta debajo de sus rodillas, acto seguido hizo lo mismo con su braga rosa, al tener ya su tanga abajo vio como había quedado en medio después de haber estado húmeda toda la mañana.

Luego ella empezó a tocarse, su dedo del centro frotaba su vagina e ingresaba con mucha facilidad entre sus labios vaginales, moviendo su dedo lo metió más entre sus labios genitales y ahí dentro su dedo se movía produciendo ese ruido característico de una vagina húmeda en plena masturbación. Movía enérgicamente su dedo encima de su clítoris, su dedo no dejaba de menear su prominente clítoris, y los alrededores de su vagina ya se veían humedecidos por esas secreciones vaginales que salían de su interior.

Con su dedo empujaba hacia arriba su clítoris conforme pasaba encima de él. Y en seguida, con un par de dedos de su otra mano abrió un poco sus labios vaginales, seguramente porque quería liberar un poco más hacia afuera su clítoris, después meneó su dedo haciendo círculos al interior de sus labios vaginales entreabiertos y su clítoris quedó cubierto por ese dedo.

Ahí fue cuando metió su dedo índice junto a su dedo del medio y con ambos dedos empezó a frotar su vagina, esta vez hacia abajo dejando de momento su clítoris. Sus dedos resbalaban ahora hacia su entrada vaginal, sus labios vaginales estaban rojos y mojados, en medio su mano apuntaba ese par de dedos hacia su entrada vaginal y sus dedos se metían cada vez más adentro.

Con seguridad que las puntas de esos sus dedos entraban al interior de su vagina. Así mantuvo una duradera y agradable masturbación al interior de sus labios vaginales, para luego pasar a masturbarse encima de su vagina con esos mismos dedos que de lo humedecidos que habían salido de entre sus labios vaginales, ahora restregaban toda esa humedad encima de su pubis. Toda esa zona cubierta por sus vellos púbicos hasta donde se encontraba su clítoris era agitada vigorosamente por sus dedos juntos.

Toda esa masturbación que se daba era maravillosa, sus labios vaginales se abrían ligeramente y dejaban al descubierto el interior de su vagina, luego esos mismos labios vaginales se volvían a juntar para que ella siga tocando por fuera su vulva, sus pelitos se enroscaban y se metían entre sus dedos; se masajeaba de una manera muy excitante. Por el entusiasmo con el que se tocaba y por la persistente humedad que había en toda su zona intima, sus dedos volvieron a perderse al interior de sus labios vaginales y esta vez los apretaba directamente en su entrada vaginal y alrededores, con esos roces internos que hacía a su vagina sus dedos se perdían mucho más adentro y cuando salían venían cargados de sus flujos vaginales.

Ella se mordía el labio para no gemir, pero disfrutaba mucho de masturbar cada vez con más entusiasmo su vagina, su húmeda vagina volvía a producir ese sonido tan excitante, salió su dedo índice por completo, pero se dio unos cuantos roces más con su dedo del medio, paulatinamente fue tocándose más lento y termino sacando su dedo del medio de su vagina, ahora volvía a tocarse levemente encima de su pubis, presionando su dedo en la zona de su clítoris.

A lo así terminó de masturbarse, y metiéndose entre sus piernas para tomar su móvil, acabó la grabación dando un beso en frente de la cámara, un beso que acabó con una agradable sonrisa y unas palabras dichas en voz baja que apenas se escucharon. Luego se subió todo, esta vez puso el móvil en el bolso y como si nada hubiera pasado salió: airosa, ágil y dichosa de ese compartimento.

Ella sabía muy bien que al salir del compartimento del baño, si no se bajaba bien la blusa se le notaba la tanga tras su leggings, pero eso era exactamente lo que ella quería, le gustaba llamar la atención, al menos por unos minutos, así que, el hecho de que se le notara su tanga rosa era algo que ella hacía a propósito para que todas las que estaban ahí en el baño se la notaran; pero después de lavarse las manos y antes de salir del baño se acomodaba la blusa y así la tanga pasaba otra vez inadvertida. Entonces era solamente una pequeña travesura de su parte para que todas las que estaban en el baño se fijaran en su tanguita rosa, pero a ninguna de ellas, en su ingenuidad, se le pensaba siquiera por la mente, que si bien podían advertir su tanga rosa, ninguna de ellas podía ver el nombre que tenía inscrito en aquella prenda y que iba pegado a su vagina, eso pasaba totalmente inadvertido mientras que a ella le producía risa y mucho placer.

Una vez ya en la comodidad de su habitación y cuando casi ya había terminado el día, ella agarraba el móvil y muy contenta preparaba el video y lo enviaba a la que tanta excitación le provocaba y eso le producía una nueva revolución de excitación en su interior. Entonces ella esperaba un momento impaciente agarrada de su móvil y luego de eso comenzaba una charla por demás excitante con aquella que cada martes le producía tanta excitación como a tantas otras chicas todos los martes. Y así terminaba una aventura excitante que había comenzado para ella muy temprano en la mañana.

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No olviden pedirlo por el nombre del libro y por favor solo chicas.