Relatos Eróticos Intercambios

Primer intercambio

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Hola tengo 22 años y mi novia, Noemí, 20, nuestra relación es genial, tanto en el tema sentimental como en el tema sexual. Hablar de sexo entre nosotros no es un problema y alguna vez habíamos hablado de tríos. Era un tema que nos excitaba y al mismo modo nos producía un cierto temor. No sabíamos cuál seria la reacción de cada uno al ver que estamos disfrutando sexualmente con otra persona. Pero la idea de ver a Noemí con otro tio siempre me había producido cierto morbo y creo que a ella también. Me había masturbado cientos de veces imaginándomela con otro hombre, disfrutando del sexo, y, numerosas veces le contaba esas fantasías mientras hacíamos el amor, contemplando como ella se excitaba imaginando la situación.
También mientras hacíamos el amor le suplicaba que me contase como se lo “montaba” con antiguos novios, me excitaba mucho oyendo sus primeras experiencias, contadas a todo detalle, y me sigue gustando. Cuando se va de fiesta con las amigas sé que muchos hombres la acechan, es muy guapa y tiene un físico impresionante, y me gusta que me cuente como los hombres caen a sus pies.

Noemí es una chica rubia de pelo largo y brillante, viste a la última y siempre marcando su bella figura. Su cuerpo es extremadamente atractivo, cautivando a todos a su paso, piel fina y morena, culo “respingón” y muy sabroso, unas piernas de infarto, muslos calientes, su sexo; buuff!!! Es como un caramelo y lo lleva rasurado, sin nada de vello y eso lo hace tremendamente atractivo. Su cintura invita al abrazo y sus pechos, no muy grandes, pero suficientes para recrearse con ellos a placer.

Un viernes decidimos ir a cenar fuera, una cena romántica donde se hablo de muchas cosas, hubieron miradas provocadoras, sonrisitas, ya sabéis... Al terminar fuimos a tomar algo a un pueblo cercano al nuestro donde nos encanta ir de vez en cuando, un sitio muy pintoresco y con mucho ambiente de noche. Cuando aparcamos el coche y andábamos por el lugar le comente sobre esas fantasías que tenia, le pregunte que le parecían y ella me contestó con un, “bien”, algo tímido y yo le propuse lo siguiente:


-En el pub donde entremos, nos separamos, tu te pones en algún sitio donde yo pueda verte y te pones a bailar, a beber de tu cubata, esperando que algún tio te entre. Cuando conozcas alguno que te guste bailas con él, le provocas, coqueteas, para que yo pueda mirarte. Lo e estado pensando y me excita la idea, que te parece?.
Y ella me contestó:
- Tu estás loco, no creas que voy ha hacer eso. Así es como me quieres?, viéndome con otros tíos?.

- Te quiero un montón, pero me gustaría verte con otro tío, me da morbo, piensa que es una manera de provocarme para estar juntos luego.

- No pienso hacerlo. – Me dijo.-”

Andamos en silencio hasta llegar a la calle donde están todos los pub’s musicales. Después de pasar por delante de varios locales entramos en uno donde se veía buen ambiente. Al entrar noté como los tíos del lugar se fijaban en Noemí, me molesto un poco pero me agradaba aquella situación. Ella no iba nada discreta, se puso unos pantalones téjanos q a mí me chiflan, son de color azul cielo y de cintura baja. Le hacen un culo impresionante y además por encima del culo lleva un tattoo tribal que le da un toque muy sexy. Cuando se quitó la chaqueta tejana, lo acabó de rematar, con una blusa blanca cortita con los tres botones de arriba desabrochados provocativamente. Pedimos de beber y empezamos a disfrutar de la música. Al rato de estar allí mi novia se giró hacia mí y me dijo: “- Lo que me as dicho antes, va en serio?.” No me esperaba esa reacción y le dije que sí.

Así que cogió su baso y se marchó al otro lado del local, mirándome de vez en cuando. Se puso cerca de la pista de baile, y empezó a moverse al ritmo de la música. Su cuerpo volaba entre las luces de colores y las miradas hacia ese cuerpo fueron aumentando. Provocando al personal, varios tíos fueron hacia ella intentando ligársela, y como una princesa fue rechazando pretendientes, uno a uno. Veinteañeros, treinañeros, uno a uno fueron cayendo asta que llego un tío, de unos 25 o 26 años, alto, moreno y muy guapo. Empezaron ha hablar y a reír, la verdad es que a ella se le veía contenta con ese tío. Bajaron a la pista de baile y empezaron a bailar, bailaban muy juntos, rozando sus cuerpos a un nivel muy provocador, yo los miraba y me fijaba en ella, estaba guapísima. Él empezó a bailar acariciando sus piernas y el culo y ella se lo miraba, a los ojos rozándose en su cuerpo fibrado. Aquella situación me daba mucho morbo, asta tal punto que note como me crecía algo dentro del pantalón. J

De vez en cuando ella me soltaba una mirada, provocándome, como diciendo;” no querías esto, pues toma.” Estaba fantástica bailando con ese tío, provocándonos a los dos y como lo sabia, lo hacia a conciencia. Al rato dejaron de bailar y estuvieron hablando, hasta que él se marchó. Entonces Noemí vino hacia mí y me dijo: “- Que?. Estarás contento, no?
- Y excitado.- Le contesté. – Dónde ha ido?.

- Ahora vuelve, ha ido a ver a unos amigos.

- Te gusta verdad?.- Le pregunté.

- Si, no está mal él chaval.
Se me fue la olla y le dije;
- Me encantaría verte con él, como en mis fantasías.

- Estás seguro?.
- Lo probamos, si ves que no te mola por lo que sea lo dejas. Si se pone chulo tu tranquila.
Me sonrió como una niña y se fue a donde le havia dejado. A los diez minutos él volvió. Estuvieron un buen rato hablando y riendo. Entonces paso algo que me dejo helado, se besaron, un beso apasionado y caliente. Cuando se separaron mi novia, mirándome, me izo un gesto indicándome que se marchaban. Así que me acerqué a ellos y él me saludo, no se como se lo montó que parecía que el tío me conocía de toda la vida y me dijo:

“- Vamos donde tengo el coche aparcado, es una zona aislada y no pasa mucha gente.”

Cuando llegamos al lugar y mientras él abría el coche le pregunte a Noemí que le havia dicho. Y me contesto: “- Le he dicho que me moría de ganas de comerle la polla mientras mi novio nos miraba. Y me ha dicho que no havia problema.”

En esto que el tío se apoyó en el capo del coche mirándonos, mi novia se giró hacia él y se le acerco, me quedé helado, con unos nervios en él estomago que no podía ni respirar. Empezaron a besarse y yo allí mirándomelo. Ella le desabrocho la camisa, estaba moreno, con las abdominales bien marcadas, y acariciándolo se la veía muy excitada. De vez en cuando me miraba y a mí me gustaba esa mirada, una mirada morbosa y sexy. Me apoye en el coche de al lado para verlos mejor. Ver a mi novia, con ese cuerpo, dándole placer al tío ese, me excitaba un montón. No tarde en notar que mi polla crecía entre mi pantalón. Entonces ella, empezó a bajar lamiendo ese torso, acariciándole el paquete del pantalón, que cada vez era más grande. Con una mano acariciándole las abdominales la otra le desabrochaba el pantalón asomándose de repente una polla enorme. Si la mía mide unos 17 cm aquel monstruo media unos 21 o 22 cm. Al verlo pensé que disfrutaría como una loca por que sé que le encanta chupar. Acercó sus labios a su polla, rozándolos suavemente, sacando la lengua lentamente para lamérsela con cariño y de repente, clavándome la mirada se la trago entera, cerrando los ojos. Dios!!! Eso fue bestial, sin pensármelo me baje los pantalones sacando a la luz mi polla rompiéndose de lo dura que la tenia, masturbándome lentamente, contemplando aquella belleza viviente.
No os imaginas como la chupaba, como una loca, la meneaba, la mojaba con su saliva, comiéndole los huevos. El tío gemía como nunca lo havia hecho y ella, disfrutando como nunca, mirándome como me excitaba y masturbaba. Se entregaba al completo a esa polla que cada vez estaba mas cerca de explotar. Excitada e inocente siguió comiéndole aquella polla, erecta y dura, cada vez más, al límite de explotar. No dejaba de lamer, de menearla, le excitaba tener esa enorme polla en su mano izquierda, gemía cada vez que se la tragaba en su húmeda boca. Aquella imagen me enloquecía, yo miraba su cuerpo y como le chupaba la polla, y me excitaba cada vez más viéndola como disfrutaba con ese pollón entre sus manos. De repente él le cogió de la cabeza exclamando: “-Dios!!, no puedo más, me corro, me corro” Entonces Noemí siguió chupando más excitada al oír eso, con más ritmo, buscando ese chorro de semen que le bañaría toda la boca. Mientras lo hacia me miraba, provocándome, volviendo después a su juguete.
Él gimió de nuevo, mas fuerte, era la señal, las ultimas mamadas, cada vez más profundas, con el vaivén de sus manos cada vez mas fuerte, de repente se la sacó de la boca y mirándosela esperando que se corriera, entre un gemido de placer y un vaivén incesante de esa mano, él se corría como nunca. Aquella polla no dejaba de soltar semen en su boca y Noemí con una sonrisa de satisfacción acariciaba con sus labios, llenos de semen, una polla medio muerta, palpitante.
Me miró, y yo allí, cachondo como nunca, con mi mano sujetando mi polla, inmóvil por aquella imagen tan excitante.
Él me miró, soplo aliviado, se abrocho los pantalones y se acerco a mí diciéndome: “- Consérvala chaval, no sean tonto.” Y se fue.
Ayude a Noemí a levantarse, nos quedamos en silencio, le limpié la cara y la besé. Nos besamos como nunca. Y me dijo: “-Te ha gustado?
-Muchísimo, sabes una cosa?, te quiero.” Nos volvimos a besar, nos miramos a los ojos y nos fuimos a casa. Esa noche hicimos el amor como nunca, muy cachondos, con una entrega total y una pasión brutal.