Relatos Eróticos Intercambios

Cambio de parejas en la cama

Publicado por FERNANDO el 05/03/2018


Somos un matrimonio que nos gusta disfrutar de nuestros tiempos y de unos días de vacaciones, alquilamos una cabaña muy acogedora en un hermoso complejo de Cardales, aquí al norte de Buenos Aires, coincidimos con una pareja amiga de mi esposo que también estaban pasando unos días de ocio, como no había mucho ambiente por la zona quedemos para ir a hacer alguna excursión al día siguiente, desde el principio compaginemos muy bien las dos parejas, ni que decir que pasemos un día muy divertido ya que no paremos de hacer bromas entre los cuatro, de vuelta quedemos para que vinieran a cenar después de ducharnos y descansar un poco, ellos se alojaban en un hotel y en nuestra cabaña estaríamos más cómodos.

Más tarde a la noche llegaron Luciana y Martín, estuvimos charlando mientras cenábamos, después de cenar, entre bromas, risas y un poco de alcohol empecemos a contarnos que es lo que nos gustaría hacer algún día.

Entre copas y copas, fueron saliendo los temas que eran cada vez mas calientes por las propuestas que tiraban nuestros esposos, las fantasías de cada uno y el momento que estábamos pasando juntos.

Fué así que Luciana dijo, a nosotras nadie nos pregunta si nos gusta probar una nueva experiencia.

Mi mujer es más recatada y no decía nada, pero se le notaba un poco nerviosa

que te parece dijeron ellos, si nos montamos una aventura, quien sabe cuándo tendremos otra oportunidad como esta, si en algún momento alguien se encuentra incomodo paramos y no pasa nada.



Mientras charlábamos del tema ellos empezaron a besarse, estaban muy excitados con la nueva experiencia, Martín no tardo en meter su mano bajo la musculosa de su mujer para acariciarle sus pechos, ésta a su vez, comenzó a masajearle el paquete que a estas alturas ya estaba bastante abultado, él con la otra mano empezó a quitarle la remera a ella dejándola con sus pechos al aire. Luciana le bajo la cremallera del pantalón sacándo su abultado pene que a estas alturas estaba más que duro.
Viendo este espectáculo empecé a besar a mi mujer, aunque no decía nada se le notaba muy excitada, al mismo tiempo le fui acariciando las piernas, viendo que se encontraba a gusto, le fui quitando poco a poco la camisa, no llevaba sujetador, al pasar las manos por sus pechos sus pezones se notaban duros lo que hizo que me excitara más, mi mujer tenía la mirada puesta en la otra pareja la cual ya estaba totalmente desnuda, Lu, le acariciaba el pene a su marido mientras este con sus dedos hacia lo mismo con su clítoris, ellos también nos observaban a nosotros.

Visto como estamos que les parece si hacemos algo diferente ya que esto lo hacemos siempre con nuestras parejas.

Mi esposa acepto pero no muy convencida, hicimos un sorteo para ver quien se tapaba los ojos primero y le toco a mi mujer

Le tapamos los ojos y se acostó en la cama, empecé acariciando sus pechos, Martín también besaba sus lolas, con una erección de caballo con la mirada me podio permiso para tocarla, asentí, él le abrió las piernas, acercándose a mi mujer le empezó a frotar el clítoris con su pene, Clau se estremecía, se le notaba que le gustaba lo que le hacíamos, Luly también se apuntó empezó a tocarla por todo el cuerpo apartando a su marido para comenzar a pasarle la lengua por su rajita, era un espectáculo impresionante, entonces él se acercó a la boca de mi mujer y le metió su verga, mi esposa chupaba con ganas mientras se dejaba hacer por Luciana que estaba entre sus piernas, me acerque por detrás de ésta y le comencé a acariciar sus pechos mientras ella seguía masturbando a mi mujer con su boca. Martín mirando como tocaba a su mujer, no aguanto más y se corrió en las tetas de mi esposa.

Luly seguía frotando con su boca el clítoris de mi esposa, hasta que se corrió, en un orgasmo brutal. Luego se levantó dio media vuelta acostándose de espaldas, abrió totalmente sus piernas ofreciéndome su vagina, sin pensarlo lentamente introduje mi excitado pene, estábamos tan excitados ambos que luego de un rato nos corrimos juntos, le deje toda mi leche adentro de ella, me fije que Clau y Martín no perdían detalle de lo que ocurría, fue todo muy intenso entre las dos parejas a causa de la excitación y la novedad.

Nos relajemos un poco, aun seguíamos desnudos, me acerque a mi esposa y la bese, aun le quedaba restos de semen en sus tetas que Martín le había soltado esto me excito y comencé a tener una nueva erección.

Todavía me quedan fuerzas para repetir me dijo mi esposa. Entre todos decidimos repetir, a saber cuándo se presentaría una ocasión como esta.

Esta vez mi atractiva mujer no se tapó los ojos, Martín se acercó a ella y empezó a besarla, al mismo tiempo, ella se acostó abriendo sus bellas piernas totalmente entregando su depilada vulva a él que con su pene ya erecto, la penetro haciendo movimientos suaves, por nuestra parte Luly empezó a chupármela mientras yo le sobaba sus pechos, Martín seguía penetrando a mi mujer, que con movimientos muy sensuales se la sentía gemir con cada orgasmo que le entregaba, la veía gozar muy intensamente.con la verga de mi amigo.

No aguanto más. le dijo el al oído
Acaba adentro, quiero sentir tu leche, le dijo Clau

Que buena hembra sos Claudia.!! No aguantó más y se corrió dentro de mi mujer mientras yo observaba como gozaba ella, poco a poco saco su verga de dentro de mi mujer y se acercó a su esposa para que se la chupara, yo me aparte dejándole paso a su verga todavía con restos de semen, él la introdujo en la boca de su mujer, al mimos tiempo que le acariciaba el clítoris, Luly no tardo en correrse nuevamente, me dirigí a mi esposa que todavía estaba acostada mirando lo que hacíamos, me miro con lujuria y le introduje mi verga, al sentir la leche todavía caliente de Martin que se encontraba dentro de mi mujer no pude aguantar más y ambos acabamos con un prolongado gemido lleno de amor y caricias.

Estuvimos un rato desnudos descansando mientras comentábamos la nueva experiencia. Nos duchamos y nos fuimos a dormir cada uno con su pareja, le comente a Clau lo bien que lo había pasado, ella me confeso que también había disfrutado mucho.

Al día siguiente nos despedimos y regresemos para casa, no volvimos a vernos con ellos pero seguro que repetimos muy pronto ya con mas confianza..