Relatos Eróticos Infidelidad
Sexo camino a la escuela
Publicado por Selva65 el 26/07/2023
Me llamo Laura, soy casada, tengo 49 años, tres hijos, profesora de secundario. Lo que voy a contar es una historia que me pasó durante varios años y que aún recuerdo con mucha pasión. Vivo en un pueblo de la provincia de Buenos Aires donde ejerzo como profesora, cuando tenía 35 años conseguí unas horas en una escuela que estaba bastante lejos de la ciudad, por un camino mitad de asfalto y mitad de tierra. Los colectivos no pasaban, y como no sé manejar me acomodé con otros compañeros que viajaban al igual que yo a dar clases. A mediados de ese año comienza a trabajar un profesor nuevo también de la ciudad al que conocía como se conoce a todo el mundo en una ciudad chica.
Se dio justo la coincidencia que él había tomado horas los mismos dos días que yo, así que a fin de compartir gastos y como viajaba solo en su auto me empezó a pasar a buscar para ir juntos. En ese entonces mi marido trabajaba en Capital y se iba muy temprano para regresar casi por la noche, así que estaba sola todo el día, mas por la tarde que mis hijos iban a la escuela, por las mañanas venia una persona a cuidarlos.
Así transcurrieron unos meses y la verdad que me gustaba viajar con él, la charla era amena y divertida, nos contábamos nuestras penurias del matrimonio (él también era casado. Así las cosas un día viajando (a la mañana en invierno aún era de noche) me apoyó su mano en mi pierna y a mí me corrió como un frio por todo el cuerpo, él me hablaba y como que me acariciaba la pierna mientras manejaba.
Yo nunca le había sido infiel a mi marido, pero hacia unas semanas que la idea me corría por la cabeza y fantaseaba con mi compañero y bueno, puse mi mano arriba de la suya y seguí su ritmo de caricia, ya estábamos cerca de la escuela así que la cosa quedó allí nomas. Yo estaba toda mojada y ese día, él se volvía mas tarde así que no lo vi hasta la próxima vez que viajáramos (íbamos los martes y los jueves).
Ese jueves él vino temprano, yo lo saludé y el beso fue distinto. Al minuto puso su mano en mi pierna y yo hice lo mismo en la de él, poco a poco mientras manejaba su mano se fue metiendo en mi entrepierna y yo cerré los ojos y lo dejé que hiciera.
De pronto dobló en un camino de tierra que nunca pasaba nadie, paró el auto, se me acercó y comenzó a besarme mientras una de sus manos seguía en mi conchita metiéndome los dedos, tomó mi mano la llevó a su pija, la sacó afuera y la tenía grande, más grande que la de mi marido y se la empecé a acariciar, a masturbarlo.
Quedaban unos 20 minutos para que se hiciera el horario de entrada así que me agaché, le pasé la lengua por la punta de la pija y se la empecé a chupar como nunca lo había hecho. A mi marido nunca se la había metido toda en la boca, pero con mi compañero la libido estaba por las nubes así que hasta sin darme cuenta me encontré con toda su pija en mi boca y mi lengua por sus huevos. Cuando se estaba por venir la saqué rápido y su chorro de semen fue a parar a mi pollera y mi saco mientras mi mano chorreaba más semen.
Limpié la ropa como pude, no tenía ni una pastilla así que cuando llegamos a la escuela tuve que dar clases con la ropa manchada y con gusto semen en mi boca.
A partir de allí empezó todo por la mañana salíamos más temprano, parábamos en el camino unos 40 minutos y hacíamos el amor, a él le gustaba mucho mi trasero así que muchas veces terminábamos haciendo sexo anal y él acabando en mi culito y cuando teníamos menos tiempo yo se la chupaba todo el camino mientras manejaba y a pesar de que al principio no me gustaba terminé dejándolo acabar en mi boca y tragando todos sus jugos.
Cuatro años fueron teniendo sexo así, también a veces iba a su negocio. A la salida de la escuela en la ciudad cuando él cerraba de 13 a 14 y allí también teníamos sexo.
Al final, cuando mi marido dejó de viajar, los turnos en la escuela cambiaron, me empezó a llevar él y poco a poco la relación se fue cortando, solo nos vimos un par de veces más, pero ya no era lo mismo.
Esa era mi historia, aun me dan ganas cada vez que la recuerdo.