Relatos Eróticos Hetero
Llegando, Parte 2
Publicado por Eduardo el 02/05/2021
Parte 2
Así estábamos, hasta que me pediste que entrara en tí. Para ello, te incorporaste y después de girar y ponerte en rodillas en la orilla del sillón, me ofreciste tus ricas nalgas, levantando tu cadera para mí. Es un espectáculo verte así, y muy exitante. Entonces incliné más tus hombros, acercándolos al asiento del sillón, tomé tu rico trasero, separándolo con mis manos para descubrir tu culito y poder lamerte bien tu clitoris, saborear así más de tus jugos que salían de tu vagina, y rematar en tu culito, que me encanta. Saborearte así, más ver cómo estabas mojando y escurriendo, hizo que disfrutara mucho comerte en esa forma. Aproveché para meterte otra vez mis dedos y desplazar tus pliegues, así como pasar mi pulgar sobre tu culito, presionando ligeramente, y sintiendo tu reacción a esas caricias.
Acerqué mi pene a tu vagina. Estaba muy duro por lo exitado que me habías puesto con tu mamada, más toda la exitación del momento, y empecé a restregarlo un poco, jugando con tu clítoris y frotándolo en la entrada de tu vagina. Cuando lo sentiste allí, empujaste tu cadera para que lo metiera. Coloqué la punta y aprovechando uno de tus leves empujones, fue abriendo paso dentro de ti. Fue riquísimo sentir como tus labios vaginales se abrían y lo abrazan. Rápidamente entré hasta tocar fondo en tu vagina y empezamos a movernos, haciendo que chocaran mis testículos con tu cuerpo en cada embate. Tu exitación se incrementó y empezaste a correrte de nuevo, mojandome todo deliciosamente. Dijiste que me viniera dentro de ti, que querías mi semen en tu vagina y después de unos minutos muy intensos, y de estar empujando fuertemente en tí, empecé a correrme, presionando mi pene para entrar lo más profundamente en tí, mientras tu me mojabas nuevamente con tu corrida, lo que hizo que tu cuerpo se estremeciera por la exitación . Adoro que seas multiorgásmica y que de manera natural, repitamos varias veces, lo que hace muy exitantes nuestras sesiones de sexo.
Después de una breve recuperación abrazados en el silón, te incorporaste y fuímos al dormitorio. Al llegar al cuarto, te sentaste en la orilla de la cama, tomaste mi pene aún mojado de nuestras corridas y empezaste a lamerlo, alternando con besos en nuestras bocas, hasta que pusiste mi pene de nuevo duro y listo para más. Volviste a ponerte de rodillas en la orilla de la cama, y me acerqué por detras de tí, para insertar mi pene profundamente en ti.
Sacarlo de tu vagina, muy mojado, muy lleno de todo, y verlo así duro y mojado para volverlo a meter y sentir como te estrecemes en cada empujón. Ver cómo entra de nuevo, con toda esa humedad que permite deslizarlo a mayor profundidad es delicioso.
Sigo cogiendo tu vagina con mi pene, y de nuestra bolsita de juguetes saco el vibrador blanco y lo empecé a pasar sobre la entrada de tu culito. Lo mojé con tus jugos, y, encendido con un nivel de vibración que te gusta, hice presión con la punta en la entrada de tu culito, y ví como te estremeciste al sentirlo. Lo lubrico más con tus jugos y empiezo a insertar la punta en tu ano, pudiendo ver cómo se fue abriendo tu apretado culito para recibir el vibrador. Entonces, comienzo a cogerte con él, lo meto y saco rítmicamente, mientras te penetro con mi verga en tu vagina. En cada movimiento puedo percibir que te gusta sentirte invadida, llenita. Mojadita deliciosamente. Así estamos hasta que vuelves a correrte intensamente y tu exitación me provoca un nuevo orgasmo intenso dentro de ti.