Relatos Eróticos Gays
Mi profesor preferido
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Hola mi nombre es augusto y vivo en bogota Colombia, me parecen súper fascinantes todas las historias gay que he leído en esta pagina y las lesbicas o de lluvia dorada también son mis favoritas. Soy bisexual tengo 18 años y creo que he aceptado por completo dicha condición. Por ello decidí escribirles.
Estudie toda mi vida en un cole masculino y cuando comenzó a aparecer la pubertad y el gusto por las chicas, el porno y todo ello para mi también llego el gusto por algo mas, daba vueltas en mi cabeza la fantasía de estar acariciando el pene de otro chico y ser correspondido. el solo pensarlo me ponía a mil, se me paraba en segundos y el liquidillo presemen no se hacia esperar, esto me traía sentimientos encontrados y de culpa pues mi reacción ante una linda chica tetuda o culona era, idéntica.
No sabia que pasaba. estando en 9 grado en un evento en el auditorio le exprese mi inquietud a un amigo, que me miro perplejo, pero vi un “yo siento lo mismo” en su mirada el me propuso que probáramos, y en la obscuridad del lugar nos comenzamos a acariciar nuestros miembros por encima del pantalón.
Estaba tan excitado que se me salio del calzoncillo lo sentía hirviendo y palpitante, no me daba crédito a lo que estaba haciendo el me pajeaba de una manera deliciosa y yo también sentía su verga impetuosa y súper arrecha bajo mi mano, cuando sentimos que ya íbamos a largar un chorro de leche inmenso prendieron las luces y ahí paro la cosa. quedamos “mojados y alborotados”.
Tan pronto llegue a casa me hice una paja super intensa y largue sendos chorros de un semen espeso, caliente y abundante. Y volvió a atormentarme mi conciencia,. Con mi compañero de curso no paso mayor cosa todo que do allí en secreto.
Por aquellas épocas yo y otros amigos hacíamos parte de una “mafia” que difundía porno en el colegio, en un mal movimiento fuimos descubiertos y nuestro dispositivo desmantelado, yo como jefe primero, o acusado de esa manera por otros, fui a parar a donde el dichoso psicólogo, que tenia fama de ser una persona rígida y amargada.
Por mas grave que fueran mis cargos llegue con la frente en alto, dispuesto a asumir la responsabilidad. Este señor, el psicólogo de unos 40 años, blanco de cabello negro y estatura mediana trato de ganar mi confianza y me pregunto el porque de lo que hacia y la típica cantaleta del caso, hasta que llego a un punto neurálgico para mi; te masturbas a menudo? Pregunto . me apene mucho pero tome valor y le respondí que si. A continuación comenzó haciendo preguntas en torno a ello que inquietarían a cualquiera pero este tipo llevo la situación de tal manera que yo termine sintiéndome en confianza.
Te has acariciado el ano o has querido ser penetrado?, bebes de tu semen?, y otras interrogantes a las que yo respondía con toda sinceridad y confianza ese ambiente de repente me comenzó a excitar y no pude evitar una notoria erección, que al ver mi psicólogo se sonrojo.
Terminada la charla le manifesté mi temor sobre lo que me esperaba por haber sido descubierto, el me dijo que me ayudaría y me extendió un abrazo, no permita que me echen profe . le pedí casi al llanto, le abrace y pude sentir su cuerpo muy cerca del mío y o sorpresa se sentía un bulto caliente y duro un sus pantalones, eso me excito y puse mi pene lo mas pegado a su cuerpo para hacerle sentir mi herramienta palpitante y arrecha,
El abrazo se prolongo unos tres minutos, en los que el se atrevió a tocar de una manera tímida y sutil mi culo, se despidió y me dijo:
tienes que venir mañana, para mi eso fue la señal definitiva-
Al día siguiente me saco de clases tempraneo en la mañana y en tono muy amable me pregunto si tenia alguna otra inquietud o alguna cosa que quisiera preguntarle, decidí manifestarle lo de mis dudas respecto de mis fantasías de acariciar el pene a otro hombre, en su oficina me sentó en una silla frente a el y me dijo que esa era una etapa normal y que si queria debia experimentar dicha fantasia, en ese momento en un tono insospechado y con la voz entrecortada me dijo que si queria el me podia ayudar y tomo mi mano mirandome a los ojos yo quede mudo pero dentro de mi comenzo a crecer una excitacin terrible mi pene comenza a tomar forma de una manera acelerada ma palpitaban hasta las sienes, hubo un largo silencio ssi... si quiero le dije nerviosollevo mi mano a una de sus piernas y dijo que me dejara llevar de mis deseos, subi hasta posar mi mano en su paque te ya notorio, y comence a acariciarlo torpemente pero muy arrecho, baje su cierre lentamente , y vi un bulto de tamaño mas bien discretobaja una ropa interior negra me ti dos dedos por la abertura delantera de su s calzoncillos buscando su pene lo saque por alli y lo que vi me lleno de gusto era una cosita blanca surcada por unas venas verdes de unos 15 cm pero eso si con un glande inmenso rojisimo, casi morado me senti maravillado y comence un meneo lento de arriba abajo el daba pequeños quejidos y emanaba abudadntes gotitas de presumen, mi pene me dolia de lo arrecho entre el pantalón no gaguante mas y decidi sacarmelo, mi profe, atonito solo atina a rtetribuirme con gusto la caricia, y comenzamos a pajearnoos el uno al otro sin darnos cuenta, de un momento a otro mi profe se puso de pie y comence a acariciar sus nalgas mientras me acercaba poco a poco a su pene decidi coger a lametazos esa cabecita roja y palpitante de un momento a otro su verga comenzo a dar unos espasmos mas intensos entonces pare de mamarsela y ma puse de pie, baje mis pantalones por completo y puse su roja cabecita entre mis huevas se sentia calientito y humedo que delicia, mientras el me abria el culo fuertemente y me acariciaba alrededor del ano con un dedo estando asi loe espasmos de su pene terminaro en un surtidor, senti cinco o seis chorros de lechita hirviendo estrellarse en mis huevos y piernas.
En esa tremenda calentura no aguante mas y baje rpidamente sus pantalones, apreciando unas nalgas lampiñas blancas y paraditas no contuve el impulso de restregar mi miembro en ellas mentras lo pajeaba.
Ami profe le encantaba movia eltrasero como situviera hormigas y tomo sus nalgas mostrandome un agujerito rosado y dilatado se notaba que tenia relaciones anales no dude ni un minuto en poner primero timidamente mi cabecita depuse de taladrar un poco cedio y le di una culeada de fabula llegado el momento mi pene entro en una especie de colapso espastico y exploto en la venida meas copiosa de mi vida senti que el pareciera que cagara mi semesn y pronto senti una calida corriente que viajaba por mis huevios.
Satisfechos nos arreglamos y nos despèdimos el me defendio y evito un duro castigo para mi, y durante 10 y 11 tuvimos casi un encuentro por semana. Ahora que ya no trabaja en la ciudad me gustaria que me escribirean caballeros maduros con este tipo de interes