Relatos Eróticos Fantasias
Sexo virtual de claudia
Publicado por Claudia1 el 16/07/2023
Cuando la vio como renovada, con otra energía pensó era solo parte de su personalidad, pero no, jodidamente no. No era eso. Andrés se equivocaba con su esposa. Mari Después de un mes sin sexo y poca intimidad donde parecía que ella había perdido la sensualidad, hoy estaba radiante, con otra luz en el espiritu, vestida de colores, sexy de nuevo.
Se preguntaran que había pasado, a que se debía ese cambio... Yo si lo sabía, lo intuía, aunque me dolía, lo imaginaba.
Todo comenzó con la lectura de las páginas de encuentros sexuales, esas que explora amos a veces, por curiosidad morbo o a veces sólo por aburrimiento.
Mary comenzó hace una semana a chatear con un miembro de la página de otra ciudad, un joven que le gustó, le interesó como para entablar una conversación que ambos consideramos inofensiva.
Sin yo saberlo los chats iban y venían aumentando la temperatura y las palabras que se fueron volviendo más íntimas y cómplices.
Fueron ahí que yo co fundido con mis propias fantasías la deje hacer, no me molesto y podría decir que me dio cierto morbo este acercamiento virtual.
Sin decir mucho ella se alejaba de nuestro dormitorio y comenzó una relación casi real con el joven que la seducida con la sensualidad y también y lamentablemente para mí, con la palabra, que indudablente mucho necesitaba.
Cuánto más íntimaba con el joven 20 años menor, más se alejaba y más se sentía mujer y más deseable, talvez como yo habia olvidado hacerla sentir.
Aprovechaba mi sueño profundo y despreocupado a veces para tener sesiones muy intensas de sexo telefónico que yo ignoraba.
Este era el secreto de su renovada hermosura, de sus labios de nuevo pintados de sus vestidos que volvían a ser sugerentes.
Hasta se había vuelto más atrevida en sus encuentros conmigo, más osada, más real, más mujer.
Es así que aún sabiendo, y frenando los celos que me consumían le seguí el peligroso tren que no sabría adonde conduciría. Al menos era mejor que la frialdad que antes me demostraba. Su mundo de sensualidad y belleza volvía a aparecer y eso era impagable para mí y mi adorable diosa talvez volvería a ser lo que era.