Relatos Eróticos Fantasias
Serenata sin calzones
Publicado por Anónimo el 22/02/2018
La cabellera de mi hermana Oris es una noche de sueños, sus tetas son medianas y parecen dulces jícamas, tiene unas lindas y jugosas piernas, y lo mejor son sus caderas de potranca es dueña de unas lindas nalgas hermosas, un culote sobresaliente y super hermoso.
Nuestros padres tuvieron que viajar en corto a la ciudad de Cuautla al velorio de una tía lejana pero amistad de ellos, por eso el novio de Oris aprovechó para un sábado a la una de la madrugada llevarle serenata con un trío a mi hermana. Y para agradecer la atención mi hermana bajó de su recámara a recibir a su novio y el trío.
dentro de la sala el novio de Oris que ya andaba medio entrado en copas, sacó una botella de tequila de tres cuartos de litro casi llena, total que sirvió unas copas incluso para oris y para mí, y mientras cantaban otro par de canciones sirvió la otra copa, y cuando acabó de tocar el trío las cuatro canciones de la serenata se fueron. Y nosotros tres le dimos fin a la botellita.
Para esto, mi hermana ya estaba bien caliente y aventó a un lado el cojín que tenía sobre las piernas, y fue al refrigerador por una cerveza caguama que había, y al volver a sentarse y servir los vasos empezó abrir las piernas como si nada dejando ver el peluche oscuro de su entrepierna, y por instantes entre lo sombreado de sus pelitos se distinguía la rajita de sus labios vaginales.
Fue cuando le dije al novio de mi hermana que teníamos que descansar, y aunque no quería irse por fin se fue. Y como yo tenía la verga bien parada fui a buscar una sidra rosada que había en la alacena y por suerte estaba allí, invité a mi hermanita que seguía sentada con las piernas abiertas enseñando su verija y oyendo unas baladas románticas.
En eso se me iluminó el coco, y me acordé que en botiquín había pastillas diazepam para dormir, y fui al baño para de paso agarrar dos pastillas que rápidamente molí, y en una oportunidad lo disolví en el vaso de sidra de mi hermanita. que se lo tomó con muchas ganas, y, como a los quince minutos empezó a bostezar, yo me esperé otro poco más y le sugerí que mejor descansara porque ya estaba bebida, a lo que no se opuso y se dejó llevar a su cuarto, iba como sonámbula y llegando a su cama la acosté de costado, quedando al descubierto sus deliciosos muslos y sus ricas nalgotas, yo me senté a un lado y al poco rato se durmió a pierna suelta, fue cuando le quité la faldita y la sudadera y quedó bien encueradita, entonces la puse boca abajo y se me hacía increíble tener su gran culo a mi merced: le abrí las divinas nalgas y chupé el canal de su fundillo a placer, hasta que lamí sus pliegues y metí mi lengua hasta donde pude en el orificio apretadito de su esfínter, saboreando los dulce amargos residuos de su caquita.
Por mis prejuicios morales y religiosos no la penetré con mi pene, pero le seguí chupando el ano y la panocha el resto de la madrugada, hasta que a las siete de la mañana oí el ruido del coche de mis padres. entonces tapé a mi hermanita que estaba perdida en los brazos de Morfeo, y me fui a mi cuarto para seguir soñando con el sabroso culote de mi hermana Oris.