Relatos Eróticos Fantasias

Motivando a mi esposa

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Un día cuando aun vivíamos en Aguascalientes, me invente un viaje de negocios a Guadalajara donde vivía Arturo por tal motivo le avise a él que estaríamos por un lapso de dos días, pidiéndole que nos hiciera una reservación en un hotel muy cerca de su casa, a mi esposa Elena le di la sorpresa hasta una noche antes de nuestra partida, ella se sorprendió y enseguida se quiso molestar aduciendo que ya sabia mi plan (que la quería ver hacer el amor con Arturo), le respondí que no, que efectivamente tenia una cita con un banquero en Guadalajara, ella aun no sin creer acepto con una condición que no “pasaría nada”.

Antes de contarles lo que paso, quiero decirles que de acuerdo a Arturo, yo no estaba enterado de la relación que tenían ellos dos, pues yo solamente me había conformado con espiarlos una sola vez y en otras solo escuchaba los ruidos y gemidos de ambos, pero esta vez yo iba con la firme intención de descubrirnos total y plenamente.

Muy temprano el día que partimos a Guadalajara, le escogí la ropa a Elena, como: juegos de tangas con su brasier, faldas cortas (que por vergüenza en la ciudad de Aguascalientes no sé ponía, todo muy sexy, Elena dijo que esto reafirmaba su idea de cometer locuras con Arturo, yo le explique que ese no era mi motivo, al contrario quería que se vistiera muy cachonda para mí ya que en nuestra ciudad muy pocas veces lo hacia.

Le tuve que rogar que para el viaje se vistiera con una mini minifaldita y de ese modo partimos, ya en el automóvil y sobre la autopista a Guadalajara, me empecé a excitar nada mas de verle esas piernas y casi enseñándome él triangulo de su tanga, aunado a que me imaginaba lo que podría pasar esa noche y la siguiente, por lo que a mitad del camino no aguante mas y la empecé a acariciar sus piernas, Elena es muy nerviosa para viajar por carretera por lo que al principio se negaba, pues decía que era muy peligroso que yo me distrajera, sin embargo pudo mas nuestra excitación y mas tarde ya le estaba acariciando por arriba de su tanguita, no aguantando mas se la hice a un lado y empecé a acariciarle su inflamado clítoris, llegando el momento en que ella levantaba su cadera invitándome a que le metiera dedo en su ya muy empapada rajita, al cabo de una media hora empezó a gemir y cerrar los ojos, se agacho y me saco mi aparato e inmediatamente me lo empezó a chupar, no duramos mas de 5 minutos y terminamos los dos.

De esta manera y oliendo a sexo llegamos al hotel, donde ya nos esperaba Arturo, casi estoy seguro que el olor que ella tenia y su forma de vestir lo pusieron nervioso, ellos se quedaron platicando en el lobby y fui a registrarme, ahí me entere que nuestra habitación tenia una cama “king”, por lo que aprovechando que no estaba Elena les pedí que me la cambiaran por una habitación con dos matrimoniales (espero se imaginen el porque del cambio), nos disculpamos con Arturo y le pedí que por favor aceptara nuestra invitación a comer y que solamente subíamos a la habitación a instalar las cosas, llegando a la habitación y sin poderme contener empecé a acariciar a Elena arriba de la ropa y después debajo de la misma, la recargue sobre la mesa de la habitación, subiéndole la poca tela de la falda y haciéndole a un lado el hilo dental de su tanguita se la deje ir, creo que solamente duramos unos tres minutos, pues la excitación y lo que le estaba preguntando de Arturo sobre lo que platicaron en el lobby acelero nuestras eyaculaciones, al terminar Elena dijo que sé bañaría pues su olor le daba pena con Arturo, le conteste que al contrario que ese aroma a nosotros los hombres nos excita, muy a su pesar acepto y así bajamos al restaurante del hotel.

Antes me gustaría comentarles que cuando hacíamos el amor le preguntaba a Elena que tanto había platicado con Arturo mientras yo me registraba y ella entre jadeos y gritos me dijo que le había dicho que veía fenomenal y que su “perfume” lo estaba volviendo loco y que lastima que ella fuera acompañada conmigo, ella le contesto que tal vez pudiera presentarse la ocasión y que no perdiera la esperanza, de tal manera que Elena sola empezó a acortar el camino.

Sin embargo al ir en el elevador y ya sin la excitación total que tenia Elena, me volvió a decir que no realizaría nada con Arturo, eso no me molesta pues había descubierto que teniendo a Elena al borde del orgasmo y de la excitación podrían pasar muchas cosas que yo deseaba ver en vivo y a todo color.

La comida transcurrió sin nada en particular y excusándome les dije que los dejaba solos pues tenia mi “cita de trabajo”, obviamente eso no era cierto y lo único que yo deseaba es que empezaran a calentar motores, me retire y me fui a una plaza comercial a perder el tiempo, en ese lapso volví a sentir esa extraña mezcla de sentimientos, como; celos, excitación, taquicardias, erecciones, etc., regrese al cabo de dos horas y me encontré a Elena ya bañada, en una posición que nunca voy a olvidar, acostada con las piernas abiertas y depilándose su conchita al 100%, antes solo se depilaba dejándose un pequeño triangulo, siempre le había pedido que se depilara totalmente y siempre se había negado, pero esa tarde me estaba complaciendo o tal vez nos complacía a los dos, obviamente le pregunte si había pasado algo con Arturo y con la confianza que nos tenemos (nunca nos ocultamos nada) me comento que solamente tomaron un café en el restaurante con una copa de licor y el le pregunto el por que le había dicho que tal vez pudieran estar a solas, Elena le dijo que eso seria una sorpresa, después del café Arturo le dijo que tenia que retirarse a su trabajo para desocuparse temprano y poder invitarnos por la noche a una disco, al despedirse el la beso suavemente sobre los labios y se retiro.

Por la noche ya Elena estaba lista con otra minifalda, una súper tanguita y una blusa totalmente entallada, en ese momento le pedí que se quitara el brasier, pues este se notaba y la blusa perdía parte de su encanto, ella se negó aduciendo que se le iban a marcar los pezones, en plan de reto le dije que no se preocupara pues ella seguía insistiendo no pasaría nada con Arturo, “si en un momento dado se notan tus pezones, me darás el mensaje que si deseas que pase todo” le dije, Elena acepto el reto y comento “esta noche nunca veras mis pezones parados”.

Arturo paso por nosotros y nos fuimos a una disco de moda en Guadalajara, se notaba que era cliente asiduo pues nos dieron una mesa junto a la pista, empezamos a beber y a platicar de cosas triviales, un poco después les dije que se fueran a bailar a lo que Elena rechazo de palabra y con un pequeño pisotón hacia mí por debajo de la mesa, sin embargo seguí insistiendo y Elena salió de mala manera a bailar con Arturo, por lo que me platicaba Elena de Arturo yo estaba seguro que el tenia las dotes necesarias para empezar a calentarla, al principio empezaron a bailar frente a la mesa y poco a poco se fueron al centro de la pista, en ese momento descubrí que la discoteca tenia los sanitarios en un mezanine, por lo cual subí y desde ahí escondido en la oscuridad del lugar me permitió observarlos, durante esta etapa no paso nada, cuando regresaron a la mesa yo baje y seguimos bebiendo y platicando chistes de todos colores y sabores y fue en ese momento que aproveche para agradecerle a Arturo el que hubiera salvado nuestro matrimonio y que a pesar de que primero había sido amigo de Elena yo también me consideraba amigo de él, con el transcurso de la platica le di a entender con sutileza que mi mayor felicidad era ver a Elena completamente feliz “en cualquier sentido”, aun a costa del riesgo que se corre por ofrecer una libertad absoluta a la pareja, Arturo empezó a captar y todavía se sorprendió mas cuando le dije que Elena y yo no nos guardábamos ningún tipo de secreto, con esto le di a entender que yo estaba al tanto de su relación, toda esta platica transcurrió con apretones y pisotones de Elena para que yo me callara, mas tarde me dijo Elena que le dio pena que Arturo pensara que lo habíamos utilizado, sin embargo lo tranquilice y le ofrecí una prueba de nuestra amistad diciéndole que solamente una persona en el mundo estaba enterado de nuestra manera de ser y aun mas que Elena solamente a él lo tenia como “un gran amigo”.

después de esta conversación que duro como hora y media y más relajados por la platica y por el ron, los invite a que siguieran bailando, en este punto Elena ya no se hizo del rogar, volví a subirme al mezanine y gratamente vi como empezaron a bailar pegados, mas tarde se besaban y restregaban, ya se imaginaran esa mezcla de sentimientos que dan y la tremenda erección que tenia, al grado que se acerco un mesero y me dijo que las dos muchachas que estaban en una mesa de abajo querían que las acompañara a su mesa, volte a verlas y de verdad que estaban preciosas, sin embargo me llamaba mas la atención seguir viendo a Elena cachondearse en la pista.

Cuando regresaron a la mesa también llegue yo y note la cara de lujuria y los pezones de Elena a punto de reventar su blusa, se lo hice saber y me dijo “efectivamente perdí el reto”, me invito a bailar Elena y acepte gustoso, llegamos a la pista e inmediatamente nos empezamos a besar y restregar, me dijo que estaba escurriendo y que ya tenia dolores por que no llegaba al orgasmo, también me dijo que Arturo le había pegado la verga en su pubis y en sus nalgas cuando el baile lo ameritaba y que se habían besado conectándose las lenguas y jugado con ellas, en ese momento Elena me dijo que se estaba dando cuenta que varias parejas volteaban a vernos, pues esas mismas parejas habían visto como se había cachondeado con Arturo y ahora la estaban viendo que hacia lo mismo pero conmigo, le conteste que eso también me excitaba pues nadie nos conocía y que eso nos hacia invisibles de nombre y apellido, aun más la rete y le dije que nos fuéramos a la mesa pedíamos la cuenta y yo me retiraba al baño para que mientras ella y Arturo se cachondearan en la mesa, así lo hicieron y desde mi punto de observación note como mi pantalón se mojaba con las primeras señales de mi excitación, sin poderme contener llegue a ellos y Arturo se saco de onda, sin embargo le hice notar con mi actitud que no pasaba nada, al contrario al pagar la cuenta le dije a Arturo, ahora Elena y yo “te invitamos una copa en nuestra habitación”.

Al llegar a nuestra habitación prendí el sonido ambiental, serví unas copas del serví-bar y me disculpe diciéndoles que tenia que ir al baño, en ese momento Arturo me solicito que primero fuera él pues en la disco no había ido, al quedarnos Elena y yo solos la empecé a besar y acariciar, no se imaginan como se escurría entre sus muslos y quedamente le dije que había llegado la oportunidad que me regalara el verla en brazos de otro hombre, ella contesto con su silencio y le propuse que cuando yo entrara al baño ella lo condujera hacia donde todos queríamos estar.

Entre al baño hice “pipi” rápidamente y después de lavarme las manos me pegue a la puerta para tratar de escuchar algún sonido que me indicara que ya había empezado la acción, no pasaron mas de 5 minutos de platica trivial entre ellos cuando escuche los primeros jadeos y suspiros de Elena, aguantando las ganas de salir me propuse a no aparecer en la escena hasta que ya no hubiera punto de retorno, así estuve por espacio de 15 minutos masturbándome por arriba del pantalón hasta que pensé que por la fuerza de los sonidos era el momento del no retorno.

Al abrir la puerta aun recuerdo como Elena estaba acostada y Arturo aun lado de ella pero inclinado, como la estaba besando y dándole dedo en su rajita, frente a mí vi un espectáculo inolvidable, Elena abría y cerraba las piernas siempre levantando las caderas para recibir las caricias en su clítoris y en su vagina, mientras ella le acariciaba la verga por arriba del pantalón, lentamente y como una película en cámara lenta me acosté en la otra cama a disfrutar lo que tanto había soñado, la calentura de Elena llego a tal grado que en un momento le dijo “quiero sentirte” para que yo oyera eso de Elena tardaron unos dos años después de casada, no hay que olvidar que Elena había sido tratada y educada en una familia y en una sociedad muy moralista y tradicionalista, para esto desde Aguascalientes había yo comprado un paquete de preservativos y cuando llegamos a la habitación y Arturo estaba en el baño los deje sobre el buró para mandar otro mensaje a ellos dos, mensaje que acepto y entendió encantada Elena.

Después de oír la solicitud cachonda de Elena, Arturo se paro de la cama se saco su aparato para colocarse el preservativo y en otra escena inolvidable Elena se paro para ayudarle a poner el preservativo, pero antes lo empezó a masturbar, él en correspondencia la empezó a besar y le metió una mano debajo de su faldita, le acaricio su clítoris e inmediatamente le metió su dedo hasta el fondo, Elena se contorsionaba y gritaba de placer, cosas como; “asiiiiiii, maaaas, que rico, te extraño, quiero sentirte” hasta que dijo las palabras mágicas “estoy terminandoooooo”, al tener su orgasmo Elena había multiplicado su calentura y entonces lo jalo al tocador que tenia un espejo de frente, Elena se inclino sobre el mueble le ofreció sus nalgas, como todavía seguía vestida, Arturo solamente le acomodo la falda a la cintura pues desde hacia rato Elena nos regalaba la imagen de sus nalgas con su hilo dental, ya Arturo con el preservativo solo empujo su verga y esta se fue al fondo, la excitación y los jugos de Elena le facilitaron el acceso, a partir de ese momento iniciaron un bombeo brutal y Elena mirándose al espejo como se la ensartaban se sobre excito ya que empezó a mover su cabeza como loca, gritando “mas dame mas, gracias Manuel por todo esto, con fuerza papito, sigue que voy a terminar” y terminaron los dos con un orgasmo violento.

Mientras que todo eso pasaba yo los veía de perfil, por lo que claramente vi como Elena movía sus nalgas y se las ofrecía a la verga de Arturo que la estaba ensartando, también vi como ella se sacó los pechos y el se los acariciaba desde atrás, luego ella bajo la mano y se empezó a acariciar su clítoris, yo no me pude tocar la verga, pues sabia que si lo hacia terminaría muy pronto, por lo que me conforme con tenerla inflamada, parada y goteando, sin embargo cuando Elena llego al orgasmo y sin haberme yo tocado tuve una de las eyaculaciones mas grandiosas de mi vida.


Al separarse, Arturo se retiro al baño para quitarse el preservativo y Elena se dejo venir hacia mí, en ese momento no pensé que yo acababa de eyacular y que tal vez no pudiera cumplirle su deseo, al contrario yo había terminado pero mi verga siguió erguida y excitada, por lo que no batalle para recibir a Elena cuando se monto sobre mi dándome una cabalgada de antología, recuerdo fielmente que me decía “gracias, también quiero sentirte, así querías verme?, dame mas, no pares, te fijaste como me cogió?, estoy gozando como loca, regálame otro orgasmo”, salió Arturo del baño y a Elena no le importo que nos viera, cuando terminamos los dos fue entre gritos y gemidos que aun recuerdo con mucha excitación y gratitud.

Elena se levanto lentamente de mí y con una sonrisa muy picara nos dijo que iba al baño, entonces le dije a Arturo como estas?, solamente me dijo gracias, “gracias a ti por todo” conteste, cuando ella salió del baño Arturo estaba peinándose en el espejo y yo seguía acostado, se dirigió a nosotros y nos dijo que se retiraba pues ya eran cerca de las 5 de la mañana, Elena salió a despedirlo y yo de frente veía la puerta principal de la habitación, cuando salieron al pasillo se detuvieron y Elena tomando la iniciativa se colgó de su cuello y lo empezó a besar como despedida, sin embargo inmediatamente se empezaron a restregar y vi claramente como el bajaba de la cintura de Elena y le empezó a acariciar sus muslos por la parte externa y después lentamente subió las manos hasta ir arrastrando su falda hasta la mitad de las nalgas de Elena, cuando llego a ellas la oprimió contra él y entonces él le dijo déjame regresar a la habitación, queriéndose tranquilizar Elena le propuso “mejor mañana, ve y descansa porque mañana todo será mejor”, el acepto retirándose con un tremendo bulto entre sus piernas, al cerrar la puerta Elena volvió conmigo y se atrevió a decirme “todavía no terminamos tu y yo”, quito la sabana y me la empezó a chupar (les juro que no era necesario ya que la escena del pasillo me la volvió a revivir), la acosté junto a mi y me puse en una posición 69, así estuvimos por un rato hasta que la hinque y de a perrito se la deje ir hasta terminar, todo esto con todas las palabras y comentarios de lo que nos había sucedido esa noche.

Al otro día mejor dicho ese mismo día a las 11 de la mañana y bañándonos volvimos hacer el amor, por la noche volvimos a salir con Arturo y repetimos la experiencia, al tercer día y en la autopista volvimos a masturbarnos y a cogernos dentro del coche hasta en tres ocasiones.

Esas dos noches y sus tres días rebasaron por mucho mi record de adolescente que yo tenia respecto al numero de eyaculaciones, al igual que Elena, es mas ni de novios ni de recién casados habíamos repetido tantas veces y sobre todo con tanta calidad.