Relatos porno de Fantasias
Relatos eróticos de Fantasias
Utopia
Torremolinos, meses de invierno. Las playas, desalojadas de hamacas, hacen los amaneceres especiales para mi afición a la fotografÃa, por lo que los fines de semana suelo salir muy temprano a caminar a lo largo de la costa en busca de algún motivo para fotografiar, aprovechando la ocasión para hacer algo de ejercicio, andando unos kilómetros. Las escasas barcas de pesca que aún quedan por las playas, han sido mi objetivo en las últimas ...
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Relatos eróticos de Fantasias
La promotora
Resulta que ella estaba aburrida, yo me encontraba en esos dÃas en los que deseaba imaginar que esta vez mis deseos serÃan cumplidos. No sé que podÃa implicar semejante desafÃo contra la actual escenografÃa, pero quizás lo esperaba como muchas otras veces.
La tarde pasaba lentamente y mirando el techo las pelÃculas mas osadas se proyectaban en lo alto de la casa, justo frente a mÃ. Ella, parecÃa dormida, o casi. Sin la menor ...
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Relatos eróticos de Fantasias
El sueño de la rubia salvaje
¿Quién no ha soñado alguna vez con tener una aventura con una mujer ardiente en un paraje exótico?. A veces, la imaginación alcanza hasta los más remotos lugares y descubre las más insondables cuevas del placer.
La manada de leones descansaba plácidamente al lado de un charco. HabÃa cuatro machos y diecisiete hembras. Las crÃas, siete para ser exactos, jugaban subiéndose por encima de los adultos. Un león destacaba del resto. Era ...
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El mercader
Esta mañana fantaseaba antes de masturbarme, tumbada en la cama, poco después de despertar y tomándome todo el tiempo del mundo a imaginar perversiones mientras el tiempo pasa sin preocuparme por él, para algo disfruto de mis últimos dÃas de vacaciones.
Fantaseaba que era vendida por mi padre hacÃa escasamente una semana a un mercader de esclavos, he intentado imaginarme un escenario tÃpico del siglo XII. El mercader se habÃa ...
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Liberar mi fantasia
Tenia el presentimiento de que podrÃa ser una buena
oportunidad para intentar liberar alguna fantasÃa
aunque entonces no tenÃa ni la menor idea de lo que
iba a suceder.
Tan solo hacia unas semanas que habÃa entrado a
trabajar en aquella empresa y casi no conocÃa a nadie,
sólo hablaba mas o menos a menudo con un compañero que
se llama Juan, y me sorprendió cuando me dijo que
deberÃa ir a una de las fiestas que suele hacer ...
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