Relatos Eróticos Autosatisfaccion
Vacaciones
Publicado por Anónimo el 01/11/2011
todo fluia normalmente en la cabaña que habiamos arrendado para pasar una semana junto al mar, mi amigo su esposa y su hija de 16 años, yo mi esposa y mi hija de 15 años, cambio todo cuándo por casualidad escuche una conversación que sostenian ambas hijas, un plan para seducirlos, no lograba asimilar lo que habia escuchado, despues de pensarlo le conte lo que habia escuchado a Pedro, éste quedo callado, lueo dijo
-no creo que sean capases de hacer lo que planearon
-mira si en este momento entras al baño y encontraras a mi hija desnuda, es parte del plan
-tu quieres que entre
-mira me pone muy nervioso pensar que podrias ver a Monica completamente desnuda, pero es una forma de comprobar su plan
-si no tienes problemas, entraré
-de acuerdo, pero no mucho rato, entras y sales
-subio las escaleraras entro y salio
-y que paso
-estaba completamente desnuda, su trasero es un mravillla, al igual que sus senos
-bueno, luego entro Maria y entre yo pude verla completamente desnuda,
-es fabulosa tu hija dije
-al igual que tu ija dijo mi amigo
a mitad de semana como el día estaba muy helado decidimos ir a bailar a un local los seis
nuestras hijas iban con un abrigo laro y una minifalda delgada, como nuetras esposas no quisieron bailar, lo hicimos con nuetras hijas la musica era lenta, la tome de la cintura, ella coloco sus manos alrededor de mi nuca y se apreto fuertemente, al tacto pude comprobar que andaba sin ropa interior,¿andas sin calzones?
-si. te molesta
-no
-ella me dijoa l oido,,baja tus manos y luego subela
-me encontre con su trasero, lo toque, era muy rico, el morbo estaba a mil, meti un dedo en su vulva que estaba muy mojada, mi amigo dijo te cambio, asi lo hicimos
-no perdi tiempo meti la mano hasta encontrar su trasero, estaba todo mojado, era obvio que mi amigo la habia manosiado completamente, al igual como lo estaba haciendo con mi hija,
nos fuimos a casa sin niguna sospeccha de haber manoseado a dos traseros fabulosos, todo quedo en una lujuria planificada por nuestras hijas.